Deα𝚛esƚ, Hαɾɾყ Pσƚƚeɾ. ・Dɾᥲɾɾy - Hᥲɾᥴo (AU)

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 Harry es un joven de estatura medianamente arriba de lo neutral, ni medianamente alto ni medianamente bajo, ni mediano, claro esta. Su cabello es de un color oscuro azabache, normalmente desordenado. Sus ojos son verdes y, ¡oh, parece ser necesario recordárselo al joven. A Harry no le molesta para nada, pero realmente no es que le guste despertar y que lo que más escucha mediante el día es sobre como sus ojos son iguales a los de su madre y, oh, ni hablar de como le repiten sin cesar su parentesco a su padre. 

 16 años, esta a punto de su primer día de clases del 4to año y luego de un baño rápido por su horario fue que se dio cuenta que tenía una espinilla cerca de su ceja izquierda. No es que a Harry se moleste por su apariencia seguido, pero, ¿era necesario?, sin duda lo ultimo que necesitaba el día de inicio de clases era una espinilla notable en su frente. A regañadientes el azabache se coloco sus lentes y, así, dándole una ultima mirada a lo anterior mencionado y en medio de un suspiro de derrota fue en busca de su uniforme. 

 Harry bajo a las escaleras con su uniforme ya puesto y el cabello peinado vagamente; abajo lo esperaban:

 ¿Su gato Hedwig?, genial. Fue un recuerdo vago, pero, había tomado en cuenta el hecho de que sus padres acogieron un trabajo diferente el cual era un cambio rotundo en su rutina a comparación del anterior empleo, por lo que, (a veces) mañanas, tardes e inclusive en algunos momentos noches, el azabache tenía completa soledad en su casa.

 Se encamino hasta la alacena y en un tazón con poca dedicación echo cereales y allí por encima la leche que saco de su refrigerador, guardo los utensilios y busco una cuchara para aquello; en realidad, Harry no tenía ni el más mínimo del tiempo para estar comiendo aquello, lo atrasa mas de lo que ya esta comer un desayuno en su hogar y no prepararse algo para ir en camino a prisas (que es lo que debería estar haciendo). 

 El de tez morena salía de su casa, parecía no estar apresurado, pero lo estaba. Caminaba a pasos torpes intentando caminar rápido sin necesidad de correr; Harry se convence de que llegara a tiempo sin necesidad de correr, vive poco lejos del colegio y esta solo dos minutos atrasados a clases. Así fue que al llegar se sorprendió de no ver a nadie caminando con prisas y aún la puerta abierta para recibir a los estudiantes y aún habían alumnos rondando al alrededor como si no fuera horario de clases. Harry se apresuro a donde suponía sería su nuevo curso este año y logro divisar a su mejor amiga: Hermione Granger y un compañero cercano de su trio de amigos, Seamus. Se encamino a estos dos y saludo a estos de forma algo silenciosa por estar un poco aturdido ante lo ocurrido con su horario. Rápidamente intento integrarse a la charla y saber de que hablaban. 

—Hey, Hermione— Saludo el azabache antes de proseguir —¿Y Ron?— 

La castaña lo miro y ante la pregunta enarco una ceja y entre una mueca se dirigió al moreno:

—Sabes que Ron jamás viene la primera semana, Harry. 

 Oh, lo había olvidado

—Si, casi lo olvido. 

 Hubo un momento de silencio entre los tres jóvenes. La mirada de Harry se encontraba con la de Hermione por momentos como si olvidaran algo. 

—Oye, Harry, ¿este año te anotaras a Handball?— Una voz interrumpió el silencio que el mismo Harry había creado entre estos; era Seamus, se acomodo en su lugar y miró con atención al castaño, por alguna razón que es inevitable no notar, Harry siempre se da cuenta como a Seamus le encanta hablar sobre ese deporte. 

—Por supuesto, Oliver me mataría si decido abandonar luego de tantos años en el equipo. Además, dijeron que este año ya no estará separado por categorías e inclusive hay posibilidades que se pueda elegir por fin un equipo mixto.— Al decir aquello sonrió al recordar las especulaciones que les conto el capitán del equipo: Oliver Wood, amaba ese deporte.