#19 ⸙ 𝘙𝘰𝘮𝘢𝘯𝘤𝘦 𝘈𝘥𝘰𝘭𝘦𝘴𝘤𝘦𝘯𝘵𝘦 | ᶜʳᵒˢˢ ˣ ⁿⁱᵍʰᵗᵐᵃʳᵉ

2 | Nervios del primer día.

─1 3 d e m a r z o d e l 2 0 1 7─

Los uniformes ya habían sido comprados, y era momento de usarlos. Mi celular marcaba las 7:27 de la mañana, y con unos temblores en mis piernas por los nervios, me empecé a cambiar. El uniforme era muy lindo a decir verdad, estaba formada por una camisa blanca y una chompa/abrigo de color amarilla con rayas blancas en la intersección de hombros y brazo, también una raya por la parte de abajo [parte de la cadera] pantalón de tela [como cualquier uniforme] color negro y los zapatos de cuero del mismo color.

Una vez vestido, me fuí a cepillar los dientes, seguidamente a echarme agua en el cabello y peinarme.

Al igual que nuestros uniformes, las mochilas nuevas también las teníamos que usar. Lo único que llevábamos era un/a cuaderno/libreta y una cartuchera, lo típico. La lista de útiles escolares se había enviado previamente a los padres/madres de familia. Pero como no se sabe aún el horario, llevábamos cosas simples.
Ya eran las 7:46am y mi hermano junto a mí estábamos listos para dirigirnos a lo que sería nuestro colegio ahora en adelante. Sin embargo, nuestra madre nos detuvo.

─¿Piensan irse sin haber desayunado? ─interrogó nuestra madre, con una expresión molesta mientras sujetaba nuestros hombros, o más bien dicho, nuestro uniforme.

─Ahm… ─mi hermano me miró a mí, con una cara de querer asentir para afirmar la pregunta. Al darme cuenta, yo contesté antes de que hiciera su acción.

─No, para nada, desayunamos rápido y nos vamos ─sonreí sosteniendo mi mochila y haciendo pasar a mi hermano primero.

─¡Qué bueno! Les preparé tortillas de huevo y cebada ─mostró una sonrisa brillante, cerró la puerta y trajo los platos de comida hacia la mesa. En seguida empezamos a comer.

Comimos algo rápido, pero satisfechos con el desayuno. Agradecimos y nos despedimos de nuestra madre. Ya afuera, miré a Darío.

─Oye, todo el desayuno estuviste con una mala cara ¿qué pasa? ─pregunté, curioso por su comportamiento.

─No lo sé, no quería comer ─respondió seco, sin ganas.

─Uhm… ─no sabía qué decir ¿por qué no quería comer? Caminé cabizbajo, pensando una respuesta lógica.

─Olvida este tema, sólo no tenía ganas de comer, pero luego comeré. No te preocupes, Nini ─habló al darse cuenta que andaba pensativo, sonrió levemente─. Ya falta poco para llegar al colegio, ¡estoy emocionado! ─su expresión tristona cambió de repente a una llena de emoción.

─Claro… yo también, creo.

Unos segundos y ya nos encontrábamos en el colegio; lo supimos por el nombre de éste.
Agarré fuertemente la mano de mi hermano, se podía sentir lo fría que estaba la mía.

─Tranquilo, es el primer día, no sucederá mucho, seguramente nos vamos a presentar a los demás, conocer y puro bla bla bla. Además, estoy acompañándote, es obvio que nada malo te va a ocurrir ─rió divertido y avanzó.

El colegio era grande, estaba cubierto por un techo de malla verde, como el de algún campo de fútbol pequeño, para evitar la entrada del sol. Su paredes estaban pintadas de amarillo y todo lo que estaba relacionado a lo amarillo. Habían bancas de cemento grises, algo que me sorprendió ver, puesto que estaba acostumbrado a ver sillas.