Amor entre rivales [Goku X Fem Vegeta]

Parte 2

Habiendo sido informados del fallecimiento de Goku y que en poco menos de un año vendrían 2 temibles oponentes que atentaban con la paz y la prosperidad en el planeta, todos y cada uno de los guerreros bajo la tutela de Kami-Sama, se pusieron manos a la obra e iniciaron con un riguroso entrenamiento cada uno con el fin de estar a la altura de las amenazas, en especial cuando uno de los saiyajins más débiles puso en tantos aprietos a 2 de los peleadores más grandes de la tierra, que uno tuvo que sacrificarse para garantizar la victoria (siendo lastimosamente su mejor y más confiable peleador).

Por otro lado, dado a que no existe Gohan, Picoolo aunque en un principio se dispuso a entrenar por su cuenta sin limitarse en lo más mínimo, siguiendo con dicha rutina pasados los meses, pero pronto caería en cuenta de que a sabiendas que los enemigos a los que se enfrentaría no iban a ser trigo limpio, y de que si el saiyajin más débil habia sido un dolor de cabeza para ese y Goku aún en equipo, aunque pareciendole indignante tener que colaborar con los humanos y su contraparte, al final decidiría unirse a ellos en su entrenamiento grupal para de ese modo sus poderes incrementará significativamente al trabajar todos en equipo.

Y aunque al inicio todos se veían reacios a colaborar con la reencarnación del Rey de la maldad, dada la situación en la que esos encontraban sin la precensia de Goku, era mejor tener a Picoolo como aliado que como enemigo, así que ese aun siendo visto con desconfianza, se incorporó al entrenamiento de los Guerreros Z para de ese modo conseguir el poder suficiente para desafiar a los saiyajins.

Hablando de Goku, las cosas con el irían tal cual las habíamos visto, ese llegando al otro mundo en el que con el permiso de Enma-sama, pasaría por el camino de la serpiente para entrenar con Kaio-Sama, llegando luego de casi 6 meses a sus aposentos, entonces tras contarle un chiste y atrapar a Bubbles, Goku comenzó a entrenar e ir dominando las técnicas del Kaioken y la Genkidama.

Pasado poco menos de un año donde los saiyajins estaban a un día de llegar a la tierra, Kaio-Sama igualmente cometería el error de no medir los días en los que a Goku le tomaría recorrer el camino de la serpiente, así que el Saiyajin rápidamente se contactaria con el Maestro Roshi por medio del Kaio del norte, para pedir que lo revivan inmediatamente dado a que los saiyajins arribarán a la tierra justamente el día de mañana, impactando y alertandolo de sobremanera.

Así que con la presencia de Bulma, Oolong y Puar, invocarian a Shenlong y ese les concediera el deseo de revivir a Goku, cumpliendo con la encomienda.

En fin, saltandonos al día siguiente con la llegada de Nappa y Vegala, sus naves al ingresar al atmósfera del planeta, colisionanrian en medio de la calle de una de las tantas ciudades de la capital del Este, quedando incredulos ante tal acontecimiento insólito los ciudadanos, quienes se acercaron a ver con más detenimiento aquellos objetos no identificados, en donde al Vegala salir de su nave, la multitud quedaría atónita al ver una mujer de rasgos humanos emerger de aquella nave esféricas, seguido por un hombre de altura anormalmente alta del otro OVNI.

Cuyas precensias tomarían desapercibido a los guerreros Z, los cuales no esperarían que los saiyajins llegarán un mes antes del que habían estimado, estando nerviosos por lo que harían los Saiyajins estando en esa ciudad habitada por centenar de personas.

Como en la historia original, Nappa cordialmente saludaria a los ciudadanos mandandolos al otro mundo con una explosión volcánica que arrasaria con una gran porción del continente, hechandose a reír al ver que se le pasó un "poco" la mano.

-Tu saludo fue bastante absurdo, cuida tus manos porque entonces no podremos vender a un buen precio este planeta luego- reprochó severamente Vegala.

-Perdón dulzura, sabes lo mucho que me empciono cuando conozco a nuevas personas ja ja ja- diría entusiasmadamente Nappa -¡Ahora necesitamos encontrar esas esferas como se llamen para que nos otorgue nuestros deseos!