ᴀɴɢᴇʟ || ʟᴏᴏᴋɪsᴍ

₵Ⱨ₳₱₮ɆⱤ ⁰⁰⁷

I told you, homeboy

You can't touch this

Yeah, that's how we livin', and ya know

You can't touch this

-U Can't Touch This; MC Hammer

"El tiempo no calma el dolor, pero las distracciones [quizás] sí"

CAMINANDO de un lado a otro, Daesun esperó pacientemente a que el maestro anunciara su presencia a la clase y le permitiera entrar por la puerta.

La sensación seguía royendo su piel, estaba preocupado por lo que estos adolescentes pensarían de él.

Mentira, le importaba una mierda.

─... Puedes entrar ahora ─la voz del profesor volvió a su oído.

Tomando una respiración profunda, dio un paso hacia el mundo que ocuparía de nuevo.

La sensación de muchos pares de ojos recorriendo su cuerpo casi le abrumó.

Absorbiendo sus emociones, finalmente reunió el aliento para presentarse a los que pronto serían amigos o enemigos.

─Mi nombre es Daesun Kyong.

Corto y breve, perfecto.

Era solo cuestión de tiempo antes de que la clase estallara en chillidos.

Preguntas lanzadas a diestro y siniestro.

Sonrió internamente, nunca había sentido tanta felicidad [en su vida actual].

Obviamente el profesor tuvo que calmar a la clase y asignarle un asiento.

Siguiendo la orden, se sentó al lado de Jay, al que le asintió en forma de saludo.

Su cabello cubría su rostro, pero de una manera que acentuaba su atractivo.

Todos son demasiado sexys- ayuda-

Mientras se dirigía al asiento, rebotaron susurros por toda la habitación, claramente sobre él.

No se tomó el tiempo de escucharlos porque sabía que sería inútil.

Estaba sentado, pero no sabía qué hacer.

Por algún milagro [o desgracia], el profesor salió de la habitación de modo que dio paso a alumnos de todo tipo que se cernían sobre el pupitre de Dede.

Una vez más, le bombardearon con preguntas sobre su edad, de dónde sacó su ropa, sus zapatos e incluso su rutina de cuidado de la piel.

Si alguien preguntó por el parche, lo ignoró.

Daesun ya estaba seguro de que le gustaría esta clase.

Ignorando de nuevo sus pensamientos, Daesun se apoyó de brazos cruzados en su nuevo asiento y se giró para mirar a su compañero de asiento, descubriendo que ya le estaba mirando.

─Hola, me llamo Daesun Kyong, pero tú puedes llamarme Dede... espero llevarnos bien ─saludó con una leve sonrisa─. ¿Cómo te llamas? ─dijo apoyando su barbilla entre sus brazos.

─... ─el otro rubio simplemente lo miró.

─Un gusto, Jay, lindo nombre, por cierto... ¿sabes que jay en español significa arrendajo? ─el mencionado abrió ligeramente la boca y giró su cabeza a otro lado algo avergonzado.