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Hormonal

Tolkien dejó mil dólares sobre la mesa de su cuarto, desencadenando una sorpresa en Clyde, quien exclamó: — Wow, en serio lo tenías.

Tolkien, con una sonrisa burlona, respondió: — ¿Creíste que no lo tenía?— mientras se acomodaba en la cama.

Clyde se sentía incómodo, observando el lujoso cuarto de Tolkien con un ventanal adornado con cortinas violetas y luces LED que iluminaban la estancia de manera moderna.

Clyde, visiblemente nervioso, se acarició el pelo mientras se dirigía a Tolkien, quien estaba sentado en el borde de la cama.
—Hey, Tolkien—, tartamudeó, sus ojos evitando el contacto directo.

Tolkien respondió simplemente,
—Dime

Clyde continuó con dificultad, tartamudeando un poco: "Sobre lo que escribí en el papel, creo que sería mejor decir que sí lo hicimos, que no eres precoz y ya."

Tolkien, sin mostrar emoción, le recordó:
—No te daré mil por seguir una mentira, Clyde. Incluso tú sabes que no te daría ni 100.

El desafío en las palabras de Tolkien encendió una chispa en los ojos de Clyde, quien siempre odiaba que lo subestimaran.

—Sabes que perderás, ¿no?

Preguntó Tolkien, con una sonrisa de suficiencia, mirando al chico con chaqueta roja que estaba de pie frente a él.

Esa oración encendió una llama en los ojos de Clyde. Decidió que no se dejaría subestimar. Con determinación, murmuró:
—Al carajo.

y se acercó a Tolkien. Sin previo aviso, tomó la mejilla de Tolkien mientras lo besaba apasionadamente, dejando que el deseo fluyera entre ellos en un beso lujurioso y ardiente.

Clyde, con una mezcla de deseo y ansiedad, colocó su mano en el pecho de Tolkien, aplicando una suave presión que hizo que el chico se recostara lentamente en la cama.

Mientras seguía besando apasionadamente a Tolkien, moviendo su lengua con rapidez y destreza, Tolkien llevó sus manos a los hombros de Clyde, tratando de mantener el ritmo. Sin embargo, Clyde descendió su mano por el cuerpo de Tolkien, acariciando suavemente el bulto que se formaba bajo el jean.

Clyde finalmente se separó de Tolkien por falta de aire, un fino hilo de saliva aún los unía. Sus mejillas ardían, pero para ocultar su sonrojo, comenzó a besar el cuello de Tolkien, plantando besos húmedos y ardientes en su piel sensible.

—Se sienten raros esos besos...— murmuró Tolkien, su corazón latiendo fuertemente en su pecho mientras su entrepierna respondía al toque sensual de Clyde a través de la ropa. Ambos estaban inmersos en una espiral de deseo y excitación que los envolvía con cada caricia y beso compartido.

Clyde, finalmente reunía la confianza y seguridad necesarias, y con manos temblorosas desabrochó el pantalón de Tolkien. Este último se sintió ligeramente inquieto por el nuevo nivel de intimidad, pero sabía que debía dejarlo continuar. Después de todo, él mismo había insistido en llegar hasta este punto.

Clyde bajó suavemente el pantalón de Tolkien y comenzó a masajear el miembro ya completamente erecto a través del boxer. Las sensaciones eléctricas recorrían el cuerpo de Tolkien, haciendo que se retorciera ligeramente bajo las hábiles caricias de Clyde.

—Ya se te paró, eh. —susurró Clyde provocativamente en el oído de Tolkien, haciendo que un escalofrío de deseo recorriera su columna.

—Cállate...— murmuró Tolkien, con la voz cargada de deseo y una pizca de vergüenza. Estaba completamente entregado al placer que Clyde le estaba proporcionando, y cualquier intento de contenerse se desvanecía ante la oleada de sensaciones que lo embargaba.

୨⎯ "One Shots" ⎯୧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora