Raíces Inmortales.

Capítulo 9: El comienzo de la batalla.

Una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo, un escalofrío que anunciaba la tensión en la sala. Estaba junto a la mesa, Mark golpeó su puño con fuerza en la madera.

-No puedes exponerte. Ya has causado demasiados problemas. - me advirtió, su voz resonando con autoridad. ¿Acaso pensaba dejarme al margen de todo esto?

Soltando un suspiro, continuó, esta vez con una rabia palpable en su tono.
-Ya sé lo que estás pensando, pero te juro que si empeoras la situación, tendrás que enfrentarte a las consecuencias. - Sus ojos me miraron con intensidad.

Rosh, Luca, Jeremy y Anton observaron la discusión, inmersos en sus propios pensamientos. No iba a permitir que me excluyeran de este plan.

-Mark, sé que tienes poderes extraordinarios y eres capaz de enfrentar esta lucha, pero esto se trata de salvar a alguien muy especial para mí. - le respondí con determinación.

-Exactamente por eso no debes participar. Has dejado que tus emociones interfieran en una investigación de años contra Kavanogh. - espetó Mark, furioso, sus ojos clavados en los míos.

Volviéndose hacia el resto de la banda, continuó con firmeza.
-Lo haremos como estaba planeado, como lo hemos estado planeando durante años, y no toleraré ningún obstáculo. Jeremy, encárgate de comunicarle al resto que actuaremos esta misma noche... No quiero que ningún impuro muera hoy. Y quiero ver caer a esos asesinos despiadados. ¿ENTENDIDO?-
Con esa última palabra, una oleada de tristeza y miedo me inundó. Estas emociones eran nuevas para mí. Debía enfrentar este dolor y el temor a no saber si la persona de la cual me enamoré estaba bien o si seguía con vida.

Los recuerdos de Mark siempre han sido una parte importante de mi vida, y su liderazgo innato nos ha llevado a través de innumerables desafíos. Aún puedo recordar claramente cómo comenzó nuestra amistad, como si fuera ayer. Desde el principio, Mark tenía un don para la estrategia y la persuasión. Su intelecto agudo y su atención meticulosa a los detalles eran inigualables cuando se trataba de planificar nuestras misiones.

En aquellos días, cuando los teléfonos celulares eran una fantasía lejana y las citas se organizaban como si fueran eventos especiales, Mark se enamoró profundamente. Su historia de amor con Kyle era algo que todos admirábamos. Kyle, con su cabello pelirrojo y sus pecas que resaltaban en su piel clara, poseía una belleza singular. Sus ojos almendrados de color claro eran hipnotizantes y capturaron el corazón de Mark desde el momento en que se conocieron.
Kyle era una mujer increíble, y la conexión que compartía con Mark era incomparable. A menudo nos hacía reír y nos inspiraba a ser mejores en lo que hacíamos. Parecía que estaban destinados el uno para el otro, y su relación era el ejemplo perfecto de amor verdadero.
Pero, cuando me preguntan si lo que tenía con Janine sería igual, me embarga una tristeza profunda. Mark tomó la difícil decisión de dejarla atrás, sabiendo que ella era humana y que su amor podría romperse con el tiempo. Fue un acto de nobleza y sacrificio que pesaba en su corazón. Aunque nuestras vidas están entrelazadas con la lucha y los desafíos, no podemos evitar sentir la pérdida de lo que podría haber sido. La historia de Mark y Kyle nos recuerda que el amor puede ser efímero, pero también puede ser una llama que ilumina incluso los momentos más oscuros de nuestras vidas.

Las sombras de la habitación en el sótano del bar Vikingos bailaban en la penumbra, reflejando a los cuatro hombres frente a mí, planeando la incursión en el escondite de Kavanogh.

Planeé un plan en mi mente. Retomando los detalles del ataque el cual Mark estaba detallando. Decidí ponerle un freno a todo esto de manera inmediata y me decidí a rescatar a Janine, una vez más, de las manos de ese despiadado y mal nacido asesino. Sabía dónde estaba, sabía dónde la tenía a ella y sus hermanas en cautiverio.