Date A Live: Historias

Solo se trata de cocinar... (Drabble)

Caminando de un lado a otro, acompañada del silencio de un domingo por la mañana, Ellen Mira Mathers tenía todo listo para iniciar la misión más importante de toda su vida: preparar el desayuno.

-Aún falta para que Shidou y las demás despierten-musitó en voz baja mientras tomaba un delantal con la palabra esposa bordado a lo largo del mismo. Era un obsequio de parte del joven Itsuka, mismo que le entregó tan pronto su hermana menor le permitió vivir ahí con ellos-. Es la primera vez que haré esto, no puedo fallar.

Tras darse ánimos, Ellen encendió la estufa. Agradecía que esta fuera de inducción, así no tendría que lidiar con el fuego y mucho menos con su temor a quemar la comida.

Tomando algunas cosas del refrigerador como de la alacena, procedió a tomar uno de los libros de recetas que Shidou y Origami compartían. Era impresionante la calidad con la que se veían los platillos en las imágenes, pero su asombro no solo quedó ahí sino también en los códigos que la llevaban directo al canal de YouTube donde esas mismas imágenes no eran más que el resultado final de dichos tutoriales.

-Nada de esto fue retocado. Ellos en verdad saben cocinar.

No quería admitirlo, pero a este punto ya dudaba de si misma.

Hace años que no tocaba una sartén y con Ike, la comida nunca le faltó orillándola a siempre depender de alguien más para no perecer por inanición. Se había vuelto floja, muy floja; sin embargo, desde que vivía con Shidou eso iba cambiado poco a poco.

Ya no era más un peligro para él y su familia, al contrario, era una bendición que ella estuviera ahí en palabras del propio Itsuka. Su infierno, aquel que nació cuando sus memorias fueron selladas, se liberó tan pronto él la acogió temiendo así que su nueva vida no fuera más que una ilusión creada por el temor a vivir en soledad.

-No te daré una aprobación, mucho menos te obligaré a seguir una orden en contra de tu voluntad. No soy Wescott, mucho menos soy Elliot, pero desde este momento quiero que sepas que nunca dejaré de cuidarte-esas fueron las palabras que él le dedicó tan pronto sus memorias volvieron a ella. Esa mirada serena seguía grabada en su mente y el beso que compartió, el primero de muchos, le demostraron su valor como persona y el cariño que tanto había estado buscando en dos hombres que nunca la vieron más allá de una compañera a la que usar.

Su vida desde niña nunca fue sencilla, pero ahora tenía la oportunidad de redimirse y envejecer junto a la persona que ama. No quería admitirlo delante de las chicas, pero en las noches quería llorar por tanto amor y cariño, no solo por parte suya sino de ellas también.

Desde que Tohka regresó, aquella soledad que acompañó por años a Shidou murió y esa sonrisa con la que siempre soñaba ahora brillaba mucho más. Sentía celos por eso, pero también entendía que él siempre tuvo a [PRINCESS] en su corazón mucho más tiempo de lo que ella estaba.

-Y aún así, no puedo dejar de amarte. Eres la causa de que yo sea mejor persona y ella, ella es quien nos unió como familia-dijo en voz baja mientras terminaba por escoger una receta sencilla de panqueques con frutas para que las chicas dieran rienda suelta a sus antojos.

-Una familia a la que amo y con la cual también soy mejor persona-anunció una voz femenina que reconoció de inmediato-. Incluso si ella no hubiera vuelto, mi mundo ya cambio desde el momento en que tú regresaste a mi vida como esa misma Ellen orgullosa de si misma y con la que disfruto pasar las noches en vela para ayudarle con su trabajo.

Una pequeña sonrisa se esbozó en el rostro de la europea. Su mirada pronto se encontró con unos ojos caramelo con los que soñaba día y noche.

-Me sorprende que Sawa y su madre te dejaran bajar. Incluso yo no puedo ser capaz de librarme del amor de tu hija cuando me atrapa entre sus brazos-respondió ella evidenciando su estrecha relación con la primer hija que él tuvo junto a Tokisaki Kurumi-. Es gracioso, nunca creí ver a [NIGHTMARE] siendo madre, mucho menos espere que su hija causara toda una revolución entre las chicas.

-Sí, en verdad fue toda una revolución...

-Shidou.

-¿Sí? ¿Qué sucede?

-¿Por qué sigues transformado en Shiori-san? -preguntó ella sin rodeos mirando directamente a la joven cuya verdadera identidad era la de Itsuka Shidou.

-Es que Sawa y Kurumi me acompañaron al festival de arte de Shibuya para ver los preparativos del concierto de Miku. Mañana iremos, así que traje los kimonos que vamos a usar.

-Ya veo.

Ellen entendía muy bien a [DIVA]. Ella también sentía una gran emoción cuando Itsuka Shidou le daba ánimos y Miku, al sentir un profundo cariño por Shiori, daba lo mejor de sí al recibir no solo las porras de ella, sino también del resto de las chicas.

—Sawa aún es muy pequeña como para asistir a esos sitios—declaró en un tono calmado su preocupación por la seguridad de la niña—. Incluso si se trata de [NIGHTMARE], el cuidar de tu hija se vuelve una misión de riesgo alto. ¿O acaso olvidaron el incidente de Nia?

Shiori estuvo a punto de decirle algo, pero tales palabras parecían haberse quedado en un mero pensamiento.

Soltando un suspiro, agradeciendo que nada de esto se volviera una discusión, Ellen regresó a sus labores preparando así la harina y los demás ingredientes que vacío en un bol que su acompañante le pasó. Ninguna se atrevió a decir nada después de eso, no estaban molestas, pero el silencio a veces era algo que ambas amaban cuando estaban juntas dejando que sus acciones fueran las que hablaran.

Tomando la bolsa de harina entre sus manos, procedió a verterla en el bol tamizando así el polvo blanco. Unas manos pronto tomaron el tamiz, unas tan delicadas como las suyas, pero al mismo tiempo tan seguras y fuertes.

Sin pedirle ayuda, aún cuando no se sentía capaz de hacer todo por si misma, recibió la ayuda de Itsuka Shidou. Él, convertido en una chica, no debía medir más allá de su rostro, pero conociéndolo muy bien, supo de inmediato que su cuerpo creció unos centímetros más gracias al par de tacones que usaba siempre en casa. De esta manera, y sin objetar por sus acciones, un mentón descansó sobre su cabeza provocando en ella un estallido de alegría que se dibujó en una gran sonrisa.

Así siguieron por un rato más mientras ambos mezclaban los ingredientes dándose una que otra caricia.

—Es la primera vez que te veo cocinar con tanta alegría—dijo Shiori en voz baja antes de girar a Ellen para verla frente a frente—. ¿Acaso no es divertido esto?

—Si te refieres a cocinar, sí, es divertido; pero si te refieres a estar contigo mientras me abrazas, también es muy divertido—contestó ella sin más a la vez que disfrutaba mucho más la muestra de afecto que Shidou le daba.

Los minutos pasaron y el desayuno que tanto la impacientó se vio concluído con la ayuda de Shiori.

Dándose un pequeño momento para relajarse, Ellen pudo tomar un pequeño postre que compró la noche anterior mientras llevaba a Natsumi y Yoshino por los útiles escolares para el próximo ciclo escolar. Tan pronto el sabor a chocolate impactó contra sus papilas gustativas, aquel estrés que llegó a sentir en su momento se disolvía como el azúcar en su boca.

—No deberías comer eso, aún falta un poco para que las chicas vengan a desayunar—le recriminó Shidou, quien dejó de lado su apariencia femenina para así usar ropas más cómodas—. ¿No sabía que te encantaba la natilla de chocolate? Pensé que disfrutabas más la de vainilla.

—Es cierto. No sé exactamente el porqué, pero se me antojo comer chocolate y esto en verdad me ha relajado—respondió de forma simple mientras alzaba el bote cuyo postre degustaba—. ¿No quieres un poco?

—Creo que un poco de natilla no me hará daño.

—Ya sabía que no... ¡¿Qué haces?!

—Probar de ese postre.

Shidou, lejos de tomar una cuchara, sorprendió a Ellen tras abrazarla de cintura y besar suavemente su mejilla donde una pequeña porción de la natilla se había quedado. Antes de recibir alguna protesta por parte de ella, decidió seguir buscando sus labios hasta sellarlos en un tierno beso.

—Eres de lo peor, Itsuka Shidou...

—Por eso me amas, Ellen Mira Mathers...

—Al menos no me llamas Ellen-chi, es un comienzo.