6.¿Acaso merecemos ser felices?

8 0 0
                                    

Despierto otro día más con esta sensación de soledad, Ya ha pasado una semana de la muerte de Tobías me siento fatal, será que hice lo correcto con Valerio, acaso hice bien en alejarlo de mi ¡Maldita sea! Grito en la habitación ya no se que es lo que está bien o mal, asesine a tres personas en lo que va de mi vida, yo no quería esto para mí, las circunstancias me llevaron a esto quisiera ya no seguir asesinando a más nadie dejar está vida, pero la solución no es écharme a morir, Salir a luchar por ese amor, ¿Me merezco a Valerio realmente? muchas dudas me invaden, necesito resolver esto de una puta vez por todas, ahogare mis penas en alcohol a ver si logro olvidarlo para siempre y vivir mi vida en paz, son apenas las 10 de la mañana el sol está fuerte, la brisa está suave anunciando un día triste, este vacío emocional es como un cuchillo que corta la carne lentamente, se siente como un dolor pulsante interminable una lucha sin fin, en la esquina hay un bar que casi Nadie frecuenta, no quiero ir solo así que le digo a Tamara que me acompañe hicimos una buena conexión única
―Que tal Tamara¿Que harás hoy en la tarde?
― Por los momentos nada ¿Porque?
―sabes que hay un bar en la esquina de mi casa y quería saber si querías ir conmigo a pasar un rato de amigos, tomarnos algo¿te parece?
―Me parece perfecto un buen plan, ¿A qué hora sería?
―¿Te parece a las 3 de la tarde?
―Si claro me parece bien, te paso buscando a tu casa y de ahí nos vamos
―Ok ten linda mañana. Listo ya quedé con Tamara el resto de la mañana la voy a aprovechar durmiendo, a ver si olvidó un rato los problemas, me lanzó en la cama miró al techo un buen rato acomodando mis ideas, caigo rendido de una.

Valerio:

Ha Sido una semana de mierda como pude haber caído en la tentación de besarlo sabía que esto iba a pasar tarde o temprano y tenía que estar preparado, pero no fue así aquí estoy triste, decepcionado de la vida Seguro el y Tamara están juntos en este momento y yo acá como un tonto sufriendo por alguien que no me merece, llenando mi cabeza de ideas tontas, imaginándolos juntos, haciendo no se que Diablos, es tan difícil ser feliz, es un constante va y ven de emociones encontradas, ¿Acaso merecemos ser felices? Es la constante duda que me invaden, lo mejor es dormir para olvidar los problemas, te hace no pensar en eso, me recuesto en el sillón mirando fijamente al techo la tristeza me invade de nuevo ese nudo amargo en la garganta se hace más grande una lágrima corre por mi mejilla no puedo contarlo tanto tiempo y caigo en llanto porque la misma pregunta de siempre me invade de nuevo acaso merecemos ser felices, caigo en un sueño profundo.

Jhon:

Dios mío sentí que dormí demaciado diablos ya son más de las tres de la tarde Tamara debe estar molesta reviso mi teléfono y hay Muchas llamadas perdidas de ella y mucho mensaje marco su número para llamarla contesta de una.
―Hola digo apenado
―Bonita la hora de responderme
―Lo siento, solo que me acosté a dormir un rato para pasar mi dolor por lo menos unas horas
―Y funciono pregunta casi dudosa
―Solo se disimulo por unas horas, pero sigue igual mi dolor, ese dolor en el pecho, esa culpa que me invade
―Es Normal no se pasará de un día para otro lleva tiempo sanar el corazón, pero aún sigue en pies lo del plan inicial pregunta ansiosa
―Si respondo sin ánimos
―Perfecto, pero y si mejor traigo el licor a tu casa y bebemos ahí es más tranquilo y más seguro
―Me parece perfecto contesto-Bueno, te espero entonces.
―ok.

cuelga.

Espero que alcohol al menos disimule mi dolor me meto al baño y me echo un bañó largo solo dejo que el agua caiga por todo mi cuerpo aprovecho para echar una lloradita, termino de bañarme y me visto rápido escucho que tocan la puerta debe ser Tamara. Me dirijo a la puerta para recibirla, mi semblante no es muy bueno.

―Bienvenida, al hogar del dolor y la depresión eres mi invitada de honor digo bromeando
―Muchas gracias mi estimado responde riendo
―Pase adelante madan
Entra se instala en la sala me dirijo a la cocina para buscar vaso y a guardar lo que trajo para compartir.

Universidad sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora