Mi Mundo Lleno De Plumas→ Kosair Trovi ♪ EN EDICIÓN.

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Uno → Una reunión amistosa

Desde pequeña, la susodicha _____ Vikt es hermana melliza del emperador de Oriente, era demasiado propensa a decir cosas sin pelos en la lengua lo cuál disgustaba a la sociedad, sumado a su actitud despreocupada respecto a las normas de etiqueta, pero entre todas las cosas de las cuáles podías rumorear sobre la mujer; Las más destacada de todas era su inigualable belleza, ganándose el título de la noble más bella de todas aún estando fuera del imperio desde muy jóven, llevándose a la duquesa de Tuania entre las piernas.

Sus ojos cafés rojizos casi tirando a un rojo vino, su cabellera de negro azulado y sobre todo su tez pálida la cuál contrastaba con su pelo la hacían admirar a tener una apariencia sumamente bella. Debido a su apariencia que daba mucho de que hablar de solo ver un cuadro de ella ya sean aristócratas u pueblerinos con el paso del tiempo fue ganándose un' apodo ' en la sociedad, Rubí. Gracias al creciente dicho, ' La que es bella como un rubí ' Mayormente, eran los de la baja sociedad los que la llamaban así, debido a las malas apariencias que generaba llamar a alguien por un apodo en la alta sociedad.

Sin embargo, _____ no pudo estar por demasiado tiempo en el Oriente, sus padres, le inscribieron en un instituto de nobles en el Reino vecino, Occidente, debido a la fama del Instituto ' Velgod ' de ser el mejor colegio de nobles debutantes de la década.

Al pasar los años y dejar por fin de ser una "señorita" para pasar a ser llamada Mujer decide quedarse fielmente en el reino vecino a el imperio donde había nacido en cuna de oro, pues no tiene razones justas por las cuáles darse una vuelta de paso por el Oriente, simplemente, se queda por un tiempo más en el lugar donde había terminado de crecer.

Iba caminando por las calles de alta sociedad apreciando como diversas miradas se posaban en ella, algo a lo que estaba sumamente acostumbrada, ya sea por su gradiente belleza, por su elegancia y delicadeza a cada movimiento que daba, o por su buen vestir de seda, siempre robaba todo tipo de miradas en la calle. Se detuvo en seco antes de pararse enfrente de las rejas que protegían el castillo donde vivían los aristócratas más importantes del lugar, los reyes y sus descendientes.

Los caballeros que custodiaban la entrada la miraron con familiaridad.

- Lady _____, pase por favor. - Saludó el guardia regalando una amigable sonrisa boba, contraria a su rostro anterior totalmente neutral y hasta intimidante.

-Nikolas, que pases buenas tardes. - Deseé en cuánto me abrieron la reja que me apartaba de la entrada al castillo, pasé como es de costumbre.

-Igualmente, lady. -

En la entrada habían un par más de guardas, los cuales también me dejaron pasar con normalidad. Cruzaba los pasillos del castillo hasta llegar a la habitación de la persona a la que deseaba visitar, toque la puerta suavemente pero al no obtener respuesta la toque repetidamente hasta que unas manos tapándome los ojos de trás mío me dejaron llevarme una sorpresa.

- ¡Ah! . . . ¿Es enserio, Heinrey? - Pregunté indignada viendo al pelirubio quién me había echado el susto.

-Perdón, perdón. - Se defendió Heinrey levantando las manos en signo de inocencia.

Heinrey Alles Lazlo, el actual príncipe heredero al trono y yo nos conocimos gracias al instituto Velgod, al cual también estaba inscrito Heinrey debido a su hermano, el Rey de Occidente junto a su esposa, su majestad Krista. Desde que Heinrey y yo nos conocimos a los 12 años conectamos al instante, ahora siendo ya adultos somos casi como hermanos, hace tiempo dejamos las formalidades atrás.