Encuentro casual

II

Sousuke se quedó un momento en silencio tratando de ordenar sus pensamientos y de procesar las palabras de Makoto, ¿estaba insinuando lo que creía que estaba insinuando? Esperaba que así fuera.

Necesitaba aclararlo. Volvió a beber un sorbo de su cerveza y sonrió.

—Claro, me encantaría —habló con el tono más casual que pudo—. Pero no creí que recordaras que es mi cumpleaños.

—No olvidé la fecha, pero no recordaba que hoy es catorce, lo siento, te hubiera llamado o escrito antes.

—No te preocupes por eso —dijo, porque sabía que era verdad, el año pasado recibió un mensaje de felicitación de Makoto, lo que derivó en un intercambio de mensajes, no muy largo y algo espaciado, ya que se respondían en sus tiempos libres.

No tenían mucho contacto entre ellos, y era algo que Sousuke lamentaba, ya que Tachibana le agradaba, y, tal vez por eso, resentía de más la presencia de Nanase cuando se encontraban por casualidad.

Se sonrieron y, como si lo hubieran acordado, se apuraron en terminar sus bebidas.

*****

A paso lento y entre conversaciones amenas, llegaron al restaurante que Makoto conocía. Era sencillo, pero acogedor y bastante concurrido. Tuvieron suerte en encontrar una mesa para dos. Cuando apenas se estaban acomodando, Makoto se disculpó para ir al baño.

—Para mí, pide lo mismo que vayas a comer. Vuelvo en un minuto.

—Está bien.

Pasaron casi diez minutos, Sousuke ya había ordenado la comida y acababan de traer las bebidas —dos vasos de cerveza y dos de agua—, cuando Makoto apareció sonriente.

—Perdón por la demora. Atendí una llamada —hablaba mientras se acomodaba en la silla.

—Tranquilo, ¿todo bien?

—Sí, todo bien —su hermosa sonrisa se intensificó un poco—. ¡Oh! Pediste cerveza.

—Sí, ¿está bien? Si quieres te pido otra cosa.

—Cerveza está bien, no me gusta mucho, pero la bebo.

Sousuke sonrió, la verdad pensó que necesitaba embriagarse un poco para disminuir un poco las ansias en la boca de su estómago.

La mesera volvió con los platos de comida. Sousuke ya había terminado su cerveza por lo que pidió una más, Makoto solo bebió agua.

La conversación durante la cena fluyó con naturalidad, todo con él fluía con naturalidad. Como si se conocieran desde hace años —que más o menos era así —, pero también sentía que lo estaba conociendo por primera vez.

Makoto era más que agradable, era de mucho hablar, pero cauteloso con sus comentarios, siempre amable y de sonrisa fácil, también, a veces, algo coqueto en sus modos y en la forma en que lo miraba.

Las ansias cedieron y una sensación cálida se instaló en su pecho.

Sousuke terminó su segundo vaso de cerveza y antes que pida otro, Makoto le cedió el suyo.

—¿Quieres que te pida otra cosa? —preguntó Sousuke.

—No, así estoy bien. Pero ya no bebas más, mañana tienes clases.

—No pasa nada si falto a la primera —Sonrió con picardía, Makoto soltó una risa corta y se puso en alerta con el sonido de notificación de su celular.

—¡Oh, ya llegó! —murmuró para sí. Sousuke estaba empezando a temer lo peor. La batuta de la conversación la llevó Makoto, por lo que no tuvo oportunidad de indagar más en su propuesta de ir a su departamento.