Sin parar el destino: leyendo el alma dividida -COMPLETO-

Capítulo 8: Un plan revelado

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Percy Jackson y los Olympians o la serie Heroes of Olympus.

Historia: No detener el destino: leer el alma dividida

Capítulo 8: Un plan revelado

POV en tercera persona

Monte Olimpo – Sala del Trono – Un año antes del Lightning Thief

"Ahora para el resto del capítulo", comenzó Jason. "En Castra Semideus."

Scipio entró en la tienda de comando. Se paró alrededor de una gran mesa en el medio de la habitación mientras miraba la entrada. De repente, Lupa acechó seguido por Reyna y su hermano gemelo Bobby.

Espero que te expliques a ti mismo, Lupa dijo, mientras estaba parada sobre la mesa. Ella comenzó a brillar cuando se convirtió en su forma humana. Llevaba un atuendo de cazador de plata con un lazo sobre el hombro. El atuendo parecía casi idéntico al vestido estándar de los Hunter's of Diana. Uno que Lupa llevaba con respecto a la diosa de la luna.

Artemis sonrió a la descripción. "Gracias Lupa", dijo.

Apolo se rio entre dientes. "Ahora estás hablando con el libro", reprendió.

Artemis sonrió malvadamente mientras tocaba el cuchillo de caza atado a su cadera. Apolo tragó visiblemente antes de mirar hacia otro lado.

Scipio la miró por un momento, como si recordara algo sobre el atuendo. Sacudió la cabeza una vez, mientras miraba a Bobby y Reyna. Los gemelos se pararon al final de la mesa mirando entre Lupa y Scipio.

"Recuerda algo?" Piper preguntó.

Annabeth tenía esperanza en sus ojos. Ella miró a Thalia. "Podría recordarle a mí u otro cazador", dijo Thalia. Artemisa sabía quién era el otro cazador; miró el cuchillo de caza atado a su cadera, fue un regalo de Zoe.

"Explicar qué?" Scipio preguntó inocentemente.

Lupa dejó escapar un gruñido que sonaba sorprendentemente como el de un lobo, incluso en su forma humana. "Cómo rompiste las garras de ese hombre lobo y lo que le hiciste a los demás?" Lupa preguntó.

Scipio le dio una leve sonrisa. "Oh, eso", dijo.

Thalia sonrió. "Eso suena como Percy", observó. Annabeth le apretó la mano; esperaba que Percy todavía estuviera allí incluso sin sus recuerdos.

El ojo de Lupa se estrechó.

Jason levantó la vista del libro. "No es una buena idea enojar a Lupa", advirtió.

Escipión se aclaró la garganta mientras continuaba. "Lycaon no puede rascar a alguien que tiene la Maldición de Aquiles."

"Qué?" Bobby gritó.

Jason puso los ojos en blanco a su amigo. Era hijo de Minerva, pero a veces se preguntaba si eso era cierto o no.

Lupa le dio al joven romano un resplandor severo que lo hizo retroceder de la mesa.

"Tienes la maldición?" Reyna preguntó.

"Sí, lo hago", dijo Scipio.

"Cuándo lo obtuviste?" Lupa preguntó mientras miraba al hijo de Neptuno con una mezcla de curiosidad y respeto.

"Durante la guerra. Fue cómo pude enfrentar a Saturno y a los otros Titanes ", dijo Scipio.