🧵11🧵

186 27 1
                                    

Llegó el día prometido. Hanma había pedido un permiso nuevamente en el trabajo. Su compañero de la cafetería, Mitsuya, le había comentado a su jefe la razón por la que el bicolor solía estar algo ausente últimamente. No esperaba que fuera por algo tan cursi, pero solo lo dejaría ser. De todas formas los sábados no eran días muy ocupados, por lo cual Mitsuya podría ocuparse.

...

"Oye, grandote. No tengo mucho tiempo, hora de irnos" dijo Kisaki detrás de Hanma, quien se encontraba  sentado en uno de los asientos de un parque.

Hanma volteó rápidamente al oír la voz ajena y sonrió al ver de quién se trataba. "Kisaki! Si viniste!"

"Por quién me tomas? Eres idiota? Claro que vine." Suspiró y solo comenzó a caminar en dirección contraria. Un auto a lo lejos lo esperaba y Hanma adivinó de quien se trataba. Su mayordomo.

No le era difícil llegar a ese tipo de conclusiones sabiendo lo adinerado que era aquel chico.

"Koko, Hina y Takemichi nos están esperando en casa, será mejor que nos demos prisa. No sé qué tipo de cosas podrían estar rompiendo." Kisaki ya se imaginaba las miles de cosas que podrían estar haciendo esos 3 en su prestigiosa mansión al ver que su único mayordomo estaba fuera con él.

Ambos entraron al auto, mientras el conductor comenzaba a manejar hacia su destino. Hanma estaba algo nervioso. Miraba de vez en cuando a Kisaki como si tratara de decir algo, pero éste parecía arrepentirse rápidamente. Kisaki notó eso y lo miró de reojo.

"Si vas a hablar, hazlo de una vez, me pones ansioso" Dijo frunciendo el ceño y volviendo su mirada hacia adelante.

Hanma tragó saliva algo apenado y solo guardó silencio unos segundos, mirando su mano y la de Kisaki. El hilo era tan llamativo y solo provocó que un ligero sonrojo apareciera en las mejillas del mayor. Era inevitable sabiendo que el destino, de alguna manera, lo había emparejado con un chico tan hostil como Kisaki, quien ni siquiera se había atrevido a llamarlo por su nombre hasta ahora.

"No era nada.. solo estoy algo feliz" comentó con una pequeña sonrisa, mirando hacia la ventana para disimular aquella expresión de nostalgia.

"Sigues siendo tan raro.." Kisaki suspiró y casi como coincidencia, copió la misma acción que el contrario, mirando hacia la ventana de su costado.

...

No tardaron en llegar al lugar. El mayordomo bajó para abrir la puerta de su amo, quien salió del auto tranquilamente, mientras Hanma bajaba por la otra puerta sin esperar la ayuda del mayordomo.

"Por aquí, amigo del joven amo" indicó el de mayor edad, mostrandole el camino mientras seguía a Kisaki hacia la entrada de aquella mansión.

Hanma no solía estar acostumbrado a éste tipo de lujos y por alguna razón, se sentía incómodo siendo tratado con tanto respeto. Sin embargo, no lo rechazaría por cortesía.

El mayordomo abrió la puerta y permitió que ambos entren. Kisaki no había soltado ninguna palabra aún y solo se dedicaba a demostrar el camino a Hanma.

"Espérame aquí en la sala, en un momento regreso" Dijo Kisaki al fin, mirando a Hanma por unos segundos para luego caminar hacia las escaleras, subiendo al segundo piso.

Hanma solo se quedó quieto en su lugar, sin ninguna idea de qué hacer o decir, pues el mayordomo al igual que él, solo se había quedado a su lado y el silencio incómodo no ayudaba.

"Entonces.. usted es el papá de Kisaki?". Preguntó Hanma algo nervioso, dándose cuenta de la pregunta tonta rápidamente y corrigiendose. "Es decir... Usted lo cuida siempre? Pensé que conocería a sus padres hoy"

El mayordomo solo miró a Hanma unos segundos y habló "No tengo permiso para darle ese tipo de información. De todas formas, espero usted sea alguien de confianza. Hace mucho que el joven amo no traía a casa, a otros amigos que no fueran ese trío escandaloso que ahora mismo están en su estudio de arte".

El bicolor se quedó callado, tragando saliva y sintiéndose más incómodo aún, pero a la vez, una ligera esperanza topaba su pecho al haber escuchado que era el primero en visitar a Kisaki después de tanto tiempo. Sentia que al menos ya había ganado su confianza.

Kisaki llegó momento después y simplemente pasó de largo, solo llamando a Hanma éste vez.

"Hey, por aquí." Dijo, indicando nuevamente por donde ir, saliendo de casa mientras el más alto lo seguía, comenzando a caminar por el patio hasta cierta cabaña algo lujosa que estaba frente a su mansión.

"Es aquí". Dijo por último Kisaki, abriendo la puerta y mostrando aquel lugar lleno de pinturas, que ante los ojos de Hanma, era una belleza inexplicable. Para sorpresa de Kisaki, los 3 muchachos que habían llegado antes, solo estaban sentados en una esquina, leyendo libros que había encontrado por allí.

"Increíble.." dijo Hanma, entrando y comenzando a admirar las pinturas pegadas en la pared, mientras habían otros pocos amontonados en la pared. Era hermoso ver aquel talento en una sola habitación, sabiendo que detrás de todo ese esfuerzo, estaba un chico que no podía seguir su sueño a causa de la desaprobación de sus padres.

Kisaki miró a Hanma y solo sonrió de forma retadora, cruzándose de brazos y hablando algo altanero. "Veamos si esas manos tuyas son lo suficientemente buenas como para satisfacer mis ojos con algo de talento."

Hanma tragó saliva y tomando algo de valor, sonrió de la misma forma, tronandose los dedos para luego estirarse como un gato de forma relajada. "Prometo no decepcionarte, pequeñín"




...

(Vaya, hace años no publicaba. Espero les haya gustado. En fin... Esperen mil años más para el próximo capítulo😏)

Mi destino es contigo (Hankisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora