GP de España, 2022.
Max salió de la habitación con cuidado de que nadie lo viera, sería muy difícil explicar porque estaba saliendo tan temprano de la habitación de su compañero, esperaba que Hamilton hubiera sido tan cuidadoso como él, lo que menos necesitaban era que comenzaran a correr rumores sobre ellos.
Después de aquella noche en Imola las cosas habían regresado a la normalidad, no había sido incomodo con Sergio e ignoraba a Hamilton como siempre, el habría creído que no se repetiría, pero entonces Sergio se puso algo cariñoso con Sainz en la fiesta después del Gran Premio de Miami, el mexicano acostumbraba a tomar alcohol sin control y siempre actuaba de aquella manera, jamás le había afectado tanto como aquella anoche. Le bastó una mirada a Hamilton para saber que también estaba tan molesto como él por aquello.
Ambos esperaron hasta que vieron a Sergio dirigirse al baño y lo siguieron, habían tenido sexo en ese baño, algo rápido, después de esa noche vinieron muchas más, aunque fuera del sexo no había nada entre ellos, por lo menos no con Hamilton, Max sabía que su relación con Sergio era distinta, para ambos.***
La entrevista por fin terminó y Max pudo salir, casi se le sale corazón del pecho al ver a Hamilton en el pasillo junto a Russell, siempre trataba de evitarlo, pero en ocasiones le era imposible, sobre todo cuando estaba el resto de sus compañeros.
—¿Dónde está Checo? —preguntó el británico sin dirigirle siquiera una mirada.
—Creí que estaría contigo, no recuerdo en qué grupo lo pusieron.
—Checo se enfermó o algo así —dijo Russell— No se presentó, estaba en mi grupo.
No esperaron ni un segundo, ambos hombres salieron apresurados de regreso al hotel.
Max se detuvo maldiciendo, no tenía coche, alguien se había encargado de llevarlo ese día al circuito, tendría que llamar a algún chofer, solo esperaba que Christian no se enterara que había regresado solo para estar con Checo.
—Vamos niño —Dijo Lewis al darse cuenta del porque Max estaba dudando, el había llegado en su propio vehículo, algo no muy común en el británico.
—Ya te he dicho que no me llames así.
—Cuando estábamos follando no parecía importante.
Max estuvo a punto de irse por su cuenta, no quería tener que soportarlo todo el camino, pero quería llegar rápido y sin tener que dar explicaciones.
Lewis le arrojó las llaves cuando llegaron al estacionamiento donde estaba su coche.
—Tu conduce.
—Que... ¿no quieres que vea lo mal conductor que eres?
—Odio conducir.
Durante todo el camino Max estuvo quejándose hasta del aire, era la persona más quejumbrosa e irritante con la que Hamilton había tenido que convivir.
Llegaron al hotel y para su suerte no se encontraron a nadie en el camino, no era común que se les viera ambos juntos.
—¿Que hacen aquí?
Sergio estaba recostado, descansando un poco.
—Russell dijo estabas enfermo —Max se acercó a la cama— ¿por qué no nos llamaste?
—Tuvimos que enterarnos por alguien más de lo que pasaba contigo —Lewis se cruzó de brazos— tenemos derecho a saber.
Sergio se acomodó en la cama para quedar un poco sentado.
—¿Desde cuando hablan en plural para referirse a ustedes? —Sergio no pudo evitar sonreír, ambos estaban comenzado a adquirir un comportamiento peculiar con él y entre ellos.
—No lo hacemos —y dicho aquello Max se dio cuenta de que en realidad si lo hacían— mierda.
—¿Qué es lo que tienes? —Lewis decidió no darle importancia al asunto, últimamente pasaban mucho tiempo juntos y era normal que se sintiera como un "nosotros" para los tres.
—Intoxicación, pero ya estoy bien, solo necesitaba hidratarme, me pusieron una solución y medicamento hace un par de horas.
Max se sentó en la cama, cerca de Sergio y acarició su cabello en un acto cariñoso. Lewis pensó que aquella imagen era muy linda y tuvo que contener las ganas de sacar su móvil y capturar el momento.
—Te dije que no pidieras sushi para cenar —Max se giró para ver a Hamilton— es maldito pescado crudo, era cuestión de tiempo para que alguno de nosotros se enfermara y mira, ahora Sergio está sufriendo por ti.
—No estoy sufriendo Max, estoy bien.
Lewis también se acercó a la cama y se sentó del otro lado.
—¿Seguro estás bien? Odio decirlo, pero Max tiene razón, esto es mi culpa.
—Ya les dije que estoy bien.
Sergio tuvo que soportar que ambos estuvieran tratándolo como tuviese un pie en la tumba, incluso lo había alimentado, aun cuando el les había dicho que aquello no era necesario.
Ya había anochecido y ellos no parecían tener intención alguna de dejarlo.
—¿A dónde vas? —Max dejó de lado el control, llevaba cerca de dos horas jugando videojuegos con Lewis, quien también dejó de prestar atención a la pantalla para acercarse a Sergio.
—Iré a caminar —Sergio estaba comenzando a cansarse de ellos, se preocupaban de una forma exagerada— quiero estirar las piernas, estoy cansado de estar acostado.
—Es de noche —se quejó Lewis— no puedes ir solo.
—Soy un hombre adulto, no es como si nunca hubiese salido a caminar solo o como si no pueda defenderme.
—Pero estás enfermo —intervino Max— podrías sentirte mal o algo, iré contigo para asegurarme de que estarás bien.
—Yo también iré, no le puedo confiar tu seguridad a Verstappen.
—¿Que tratas de decir, idiota?
—¿A quién le dices idiota, niño?
—Ya te he dicho que no me digas niño, anciano.
Sergio se masajeo las cienes, parecía que en la única forma en la que esos dos no peleaban era durante el sexo.
—No podemos ir los tres, resultará raro. —dijo Lewis, cortando la discusión.
—¿Por qué? —Sergio ya estaba atándose los tenis— Max es mi compañero y tú has sido mi amigo por años, nadie lo verá raro a menos que ustedes actúen de forma rara.
La caminata fue tranquila, salvo por un par de discusiones entre Max y Lewis, algo que ya comenzaba a ser común entre ellos y a lo que estaba comenzando a acostumbrarse, Sergio no dejo de pensar cómo sería tener eso, a ambos, no solo en la cama sino así, pasando tiempo fuera de la habitación los tres, aunque sabía que si tener una relación con un hombre sería hundir su carrera, una relación con dos sería suicidio.
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Wildest Dreams.
FanfictionMax y Lewis se odian mutuamente, es por eso que nunca imaginaron que podrían compartir algo tan sagrado para ellos como lo es el amor de Sergio.