𝕹𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖆 𝕸𝖆𝖑𝖉𝖎𝖈𝖎𝖔𝖓 "𝒜𝓇𝓉𝒽𝓊𝓇 𝒫ℯ𝓃𝒹𝓇𝒶𝓰ℴ𝓃"

Capítulo 2

Eres tú?

Al llegar a mi habitación me quité la armadura y me di una ducha, ahora solo estaba junto a la ventana mientras pensaba en unas cuantas cosas asta que escuché el sonido de la puerta abriéndose, por poco olvido que Arthur y yo compartimos habitación. Me vio y sonrió mientras que en sus manos llevaba una bandeja.

— Te traje algo para comer—solo vi hacia la bandeja— Sólo son unos cuantos sándwiches y rebanadas de pastel para ambos— dejó la bandeja sobre la mesa que se encontraba en medio de la habitación— Y antes de que me digas algo como "quieres engordarme majestad" o "ni el entrenamiento me ayudará si cómo así", déjame decirte que eres muy hermosa, la princesa más hermosa que existe.

Mis mejillas enrojecieron, no importa cuantas veces pasen, se siente como si fueran las primeras. Tardamos mucho tiempo sentados mientras comíamos, asta que me dí cuanta de que había olvidado algo importante ... sanar las heridas de Arthur, ahora que estaba distraído comencé a hacerlo.

— Oye.

— Que, tenía que sanar a un rey después de todo— le sonreí mientras dejábamos los platos sobre la bandeja.

— Dime algo, lo que dijiste en Liones es cierto, de verdad volverás— suspiré.

— Sabes que pasé una parte de mi vida allí, además me gustaría ver a los pecados.

— Se que es tu deseo y por supuesto que no te lo impedire— Me puse de pie para pararme frente a él, acaricié su mejillas dulcemente, éstas se tornaron de un leve rojo. En un movimiento rápido me sentó sobre su regazo.

[Narradora]

—Si te vas yo seré quien más te extrañe— habló dulcemente, la chica no pudo contestar debido a que sintió como el joven rey posicionaba su rostro sobre su pecho— ¡Que te he dicho sobre hacer eso!— gritó pero fue interrumpida por unos golpes en la puerta, la cual se encontraba abierta desde que el pelinaranja habia llegado. Al voltear la pelinegra pudo ver a una Merlín con una ceja levantada y los brazos cruzados.

— Interrumpo?— soltó una pequeña risita— Por qué no me sorprende verlos así?— ambos jóvenes se sonrojaron al instante, la fémina fué quien reaccionó primero poniéndose de pie— Q-que sucede Merlín.

— El rey Bartra ya se encuentra mejor— se adentró a la habitación seguida del rey de Liones quien también la acompañaba para que pudiera ser visto por la pareja.

— Pudiste curarlo, como lo hiciste?

— Solo puedo decir que al fin pude probar una técnica que ansiaba desde hace tiempo.

— Di-dices que experimentaste con el rey— ambos se asustaron un poco pues en el pasado ellos también habían sido utilizados para algunos pequeños experimentos de la maga. Bartra caminó asta tenerlos enfrente.

— Cómo han crecido, están juntos no es así, era su destino después de todo— ambos se vieron sin entender.

— Que bueno que ya está mejor majestad—el mayor solo sonrió mientras se sentaba sobre la cama— Mis queridos niños, me temo que su travesía apenas comienza. Su amor prosperará pero también será probado, su pasado regresará pero mucho más fuerte.

Se quedaron en silencio, ninguno de los dos entendía aquello. Ambos se habían conocido siendo apenas unos niños, que pasado tan terrorífico podría perseguir a estos dos.