Erza x Mirajane Fairy Tail

Capítulo 9

-MIRA- la joven se lanzó a sus brazos, la chica respondió a su abrazo y noto como Erza lloraba desconsolada haciendo que sus lagrimas también salieran.

La joven se levantó con brusquedad limpiándose las lágrimas
-Voy a despertar a Wendy, debería de ver que esté todo bien-
Mirajane intento levantarse para detener a Erza pero sus piernas no respondían, cuando pensaba que iba a tocar el suelo noto los fuertes brazos de Erza abrazarla y como la pegaba contra su pecho.

-Estas bien, por favor no te levantes-
-Estoy bien, por favor quédate conmigo, solo necesito un poco de agua y dormir, mañana Wendy podrá mirar que estoy bien, - viendo que la joven dudaba insistió -Por favor Erza, quédate conmigo- la pelirroja asintió y le sonrió con cariño, la levantó con suavidad y volvió a dejarla sobre la cama.

-Voy a ir a por agua y a por algo caliente- se fijó en la cara de terror de la joven, Erza se sentó junto a ella agarrando su mano, -te prometo que no voy a tardar, ha sobrado cena voy a calentarla un poco, por favor tienes que comer algo - la joven del pelo blanco asintió en silencio y Erza salió.

Cuando se quedó sola empezó a recordar todo lo que había visto en sus pesadillas, recordó también como se manchaba con la sangre de Erza, se acordó de sus ojos totalmente abiertos, pidiendo explicaciones, sin entender porque había usado su espada contra ella y abrió los ojos de golpe sin querer recordar más, espero cinco minutos y empezó a ponerse nerviosa, se agarró al borde de la cama y se levantó con cuidado
-Donde se supone que ibas- la enfadada voz de Erza se escuchó en el marco de la puerta.

La joven sintiéndose pillada se volvió a sentar con el rostro enrojecido.
-Erza, siento mucho lo que te hice, no voy a perdonarme jamás, yo, podría haberte matado- en ese momento su voz se quebró y rompió a llorar.
Erza dejo los platos y se arrodilló frente a la chica que se tapaba la cara con las manos
-Mira, esto no es culpa tuya, es culpa de esos dementes, te usaron contra mí en todo caso, la culpa es mia- la joven la miró rota del dolor.

-Por favor Erza mírate, esa cicatriz enorme no es culpa tuya, es mía yo fui la que te clave esa espada- Mirajane la encaro enfadada -Deberias estar muy enfadada conmigo, no sé ni qué haces aqui-

Erza que no había dejado de sonreír le cogió la cara entre las manos
-Mirajane esto no es culpa tuya, soy tan feliz de que estés bien, preferiría tener el cuerpo lleno de cicatrices que pasar otro día más pensando que no ibas a despertar, no pienso permitir que te aparten de mí lado- ambas se quedaron mirándose a centímetros, aunque ninguna era consciente del peso de las palabras de Erza tampoco habían retrocedido.

Erza seguía cogiendo la cara de Mira entre sus manos, sus ojos se mezclaban y cuando estaban a punto de besarse el estómago de Mira rugió, al ser conscientes de lo que estaban a punto de hacer ambas retrocedieron avergonzadas y Erza se acercó a la mesa para servir el caldo aún caliente a la joven de pelo blanco.

Tras una cena silenciosa, Mira se acostó y sin mirar a Erza susurro
-Podrías quedarte, no quiero estar sola-
Erza poniéndose muy nerviosa asintió en silencio y tras recoger un poco la mesa, se tumbó junto a Mirajane, está le cogió la mano y enseguida Erza noto como su respiración era más pesada, la miro y la joven dormía plácidamente, ella sonriente se quedó dormida a su lado.

Notaba como la luz entraba a la habitación pero no quería abrir los ojos, hacia muchas semanas que no descansaba bien, noto un peso en su pecho y al abrir los ojos vio a Mirajane abrazando su cuerpo, con una de sus manos sobre su pecho y con su cara rozando el cuello de Erza, sus orejas se enrojecieron pero apenas se movió para no molestarla, acaricio su suave pelo blanco y se quedó un rato tranquila agradeciendo porque la chica estuviera bien.