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Demasiadas coincidencias 

Caunto pasó, no lo sabe pero estar en silencio tomando té escuchando anécdotas rusas de las que solo entendía que la época de antes era mucho mejor a la actual, le estaban trayendo las ganas de matarse. Pensó en llamar a su amigo o simplemente huir pero Inui fue su salvador cuando lo vio entrar a la habitación con un Takemichi con cara de culo... El hijo de puta intentó escapar y lo dejo ahí, lo mataba, lo mataba de verdad. De hoy no pasa el Hanagaki renegado.

Inui dio una gran reverencia y empujo a Takemichi de la cabeza obligándolo a que el tambien haga una, que se veía desde lejos que no quería. La mujer sonrió al ver a su nieto y cuando los dos se enderezaron Takemichi tenía un puchero e Inui se veía realmente molesto, mas lo estaba Chifuyu.

- Ahora que Takemichi-dono esta presente me retiro, Hanagaki-sama. - Otra reverencia y se fue luego de comprobar que el renegado estuviera sentado como se debe frente a la anciana y a un lado de su amigo. 

Chifuyu tenía tal enojo que dejaba expandir su olor haciendo pesado el aire pero así dejando a entender su descontento con su "hermanito mayor". Takemichi solo respondía con feromonas más suaves tratando de tranquilizarlo, cosa que obviamente no funcionaba. 

- Como puedes haberme dejado solo? - Le susurro en voz baja mientras que su amigo le evitaba la mirada.- Te escapas y me dejas como si fuera un cebo para los peces.

- No fue así. - Takemichi miro rojo de la vergüenza a su amigo que estaba tan enojado que si las miradas mataran Takemichi ya se estaria pudirendo bajo el suelo. - Es que me querían poner un kimono rojo y blanco y yo me negué... 

- Eso no te lo cree ni Dios! Mirate como vas vestido. - Señaló el kimono blanco y verde oscuro del chico y este solo frunció el ceño pensando en otra escusa. Pena que no se le viniera nada a la mente. - Me dejaste! Dejaste a tu hermano! - La paciencia terminó  y eso solo causo que empezara por gritarle haciendo que Takemichi frunciera más el ceño.

- No lo digas así! Suena como si te hubiera matado... 

- Y lo has hecho! Has matado nuestra confianza. - Takemichi abrió los ojos y miró a su amigo que ahora le daba la espalda intentando demostrar su indignación con todo su cuerpo y alma.

- Eeeeehhh?! Dale! Fuyu! - Se acercó a su amigo y le empezó a abrazar intentando que le perdone pero este solo lo empujaba mientras le decía insulto tras insulto.

Los chicos seguían en esa burbuja de pelea hasta que una risa los sacó de ella. Ambos omegas miraron al frente y vieron a la anciana Hanagaki riendo como una pequeña niña, aunque era todo lo contrario. Los dos dejaron su riña y vieron confundidos a la abuela.

- Kata-sama? Se encuentra bien? - Se arriesgo a preguntar Chifuyu y la mujer los vio para luego volver a reír dejandolos mas confundidos.

- Seguís siendo unos niños! - El acento ruso hacen confundir la pronunciación del japonés pero tuvo el mismo efecto porque los dos omegas se avergonzaron al ser igualados a unos niños.

Luego de esa vergonzosa escena Takemichi y Kata estuvieron hablando por un buen rato, en el  que Chifuyu no participó por darle "privacidad" a los dos familiares. Los aromas de la habitación estaban completamente combinados, como si fuera el de una madre y un hijo, ambos estaban tan bien mezclados que Chifuyu se estaba adormeciendo por la tranquilidad que ambos familiares demostraron con su olor, era como un veneno muy potente.

 Algo que todo el clan sabe es que Takemichi era la viva imagen  de la cabecilla del apellido. Kata Hanagaki era igual a su sobrino. Todos aseguraban que si Takemichi se esforzará más por su apariencia estaría al nivel de belleza de la anciana a su edad. 

Solamente tu [Omegaverse Miketake Bajifuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora