Capítulo 1. La primera impresión.

623 42 6
                                    

Notas: ¡Hola! He decidido comenzar a escribir esta historia, porque mi imaginación no se quiere quedar tranquila. Hace mucho que no hago capítulos, quiero ver como me va. Trataré de publicar lo más seguido que pueda, realmente me gustaría saber en qué va a terminar todo esto. Estoy nerviosa.

Sin nada más que agregar, espero disfruten este primer capítulo. Gracias por entrar a leer. ♡

.
.
.

Había llegado con el tiempo justo para montarme en el tren. Cuando fui al compartimiento de mi prima, ya estaba hasta el tope con sus maletas, y de paso estaban esos gemelos, los Frey, que vivían detrás de ella. Ni siquiera lo intente, no estaba de humor. Seguí caminando hasta encontrar un compartimiento vacío, o al menos eso creí.

Cuando abrí la puerta, había alguien, un chico pelirrojo, tenía pocas cosas y una cara parca.

-Disculpa, ¿Puedo sentarme?- Le pregunté.

-Dudo que quieras sentarte con alguien como yo...- Me respondió a penas girándose, sin dirigirme la vista.

-¡Claro!- Le respondí de inmediato. - Prefiero estar las mil horas que tarda el viaje de pie.- Termine con sarcasmo mientras entraba al compartimiento. -No hay más asientos vacíos.- Añadí acomodando mis maletas en la rejilla de la parte superior y me senté.

Él no se inmutó. Regresó a su posición, y continuó observando por la ventana del tren con su cara inexpresiva. Yo tomé mi conde de Montecristo que había traído y me puse a leer. Parece que sería un viaje largo y aburrido.

Después de algunas horas, paso el carrito de los dulces, compre algunas cosas.

-Ten...- Le dije al chico aventándole una rana de chocolate, cuando volví a entrar al compartimiento. - Para que te endulces un poco.-

Él la cacho entre sus manos, estaba un poco sorprendido -Gracias...- Dijo bajo.

-De nada... Si quieres algo más...- Le ofrecí mostrándole lo que había comprado, mientras me sentaba de nuevo. El chico me parecía muy melancólico, desde que inicio el viaje, no ha dejado de ver por la ventana.

-No, gracias...- Me respondió escudriñándome con la vista. Era la primera vez que veía bien su cara y sus ojos, era lindo. No me pude contener y le dije mi nombre.

-Mucho gusto... - Respondió presentándose también. -Daniel Page.-

-Igual, es un gusto. - Le respondí. Y luego me volví a perder tras mi novela. No quería ignorarlo, pero tampoco era como que él se viese muy entusiasmado o dispuesto a tener una conversación.

Cómo era costumbre, cuando ya estaba por llegar el tren a Hogwarts, fui a cambiarme para ponerme mi uniforme. Cuando volví, él también se había puesto el suyo.

-Slytherin....- Dijo mirándome de nuevo. -Nunca lo hubiese imaginado.-

-Gryffindor... - Le respondí un poco molesta -Tampoco lo hubiese adivinado.- Tomé asiento de nuevo. -Pensé que eran más bulliciosos y amistosos.-

-Y yo creí que los Slytherin, eran más calculadores y odiosos.- Me respondió de vuelta.

Me encogí de hombros. -Astutos, querrás decir. -

-Hablando en serio. Realmente no pareces de esa casa, ¿Te lo han dicho?-

-No te lo voy a negar- Comencé encogiéndome de hombros -Un par de veces me lo han dicho - Le respondí.

Él me dio una media sonrisa. -¿Nunca has pensado cambiarte de casa?-

-El hecho de que no tenga algunas actitudes de un Slytherin, no me hace menos Slytherin, el sombrero te coloca en la casa que explote más tus cualidades. - Le dije y él me miró un poco incrédulo.

Me levanté de mi asiento para sentarme junto a él, comencé a pasear mi dedo índice desde su pecho, pasando por su cuello hasta su barbilla, y allí lo dejé, sosteniendo su cara.

-Ves como si me lo propongo, puedo obtener lo que quiero. - Le dije con una sonrisa pícara. -Ahora tu cara combina con tu uniforme.- Añadí en tono juguetón mientras de fondo comenzaba a escucharse el silbido de los frenos del tren. Él me miraba sorprendido y con un adorable rubor en sus mejillas. -Parece que hemos llegado...- Le dije sonriendo, y me levanté tomando mis cosas para salir de allí. Él salió un poco después, supongo que le tomo algo de tiempo procesar lo que había pasado, yo me reía internamente.

Él había llamado mi atención, era lindo... ¿Cómo no lo había visto antes?, ¿De qué año sería?. Me hacía todas estas preguntas en mi mente, hasta que oí que alguien me llamaba, devolviéndome a la realidad. Era mi prima, Cassandra.

-¿Dónde estabas?, por un momento creí que no habías venido este año.- Me pregunto guindándose de mi brazo.

-Conseguí un lugar para mí sola...- Comencé mirando a los gemelos. -Te vi muy ocupada y no quise molestar - Me encogí de hombros.

-Por favor, hubieses tocado y los echaba a patadas si era necesario.- Dejo salir con un movimiento grácil de su mano y yo reí un poco, así era ella, todo siempre se tenía que hacer como ella dijese.

Terminamos de bajar del tren para subirnos a una de las carrozas que nos llevarían hasta prácticamente las puertas del castillo. Subí con ella y los gemelos Frey. Me preguntó sobre mi viaje y yo le dije que estuvo bien, bastante normal, aunque para variar había conocido a alguien que era nuevo para mí.

Una vez en el rellano del castillo, mientras tomaba mi maleta, lo vi, por el rabillo del ojo. Esa melena rojiza, paso cerca y llamo mi atención de nuevo, estaba con algunas chicas, de todas ellas, solo ubicaba un poco a la de cabello blanco, aunque solo la conocía de vista por mi prima, ya que Cassi me había contado que siempre estaba en un problema o resolviendo algo y no le agradaba para nada. Entonces, él estaba un curso más arriba que yo, por eso no lo conocía.

Él se quedó un momento solo, parece que las chicas se retiraron a buscar algo, no pude evitar acercarme.

-Entonces eres de 6.º año...- Le dije y él dio un respingo volteando a verme. Retrocedió unos pasos. -Tranquilo, no voy a morderte - Le dije a modo de broma. - Pero oye... Si este año decides meterte en otra aventura... búscame... Me encantaría meterme contigo. - Le dije con una sonrisa pícara y luego me despedí de él moviendo mi mano a la altura de mis hombros.

De nuevo se había quedado estático, y es que, lo que le dije, sabía que había sonado tan mal de varias maneras, pero lo dije con toda la intención. Ver de nuevo su cara de desconcierto y roja, me gusto, creo que se podría volver mi nuevo pasatiempo.

-¿Qué hacías hablando con Page Daniel?- Me preguntó Cassandra cuando regrese a su lado.

-Fue la persona que conocí en el tren... Creo que es lindo - Le dije encogiéndome ligeramente de hombros.

-¿Lindo? ¡Ay por favor! No te juntes con él, hace rato, descubrí que viene de una familia de criminales. -

-No me digas eso... Sabes que amo a los chicos malos.- Le respondí jugando. -No sé si me gusta en serio, pero quiero jugar con él un rato...- Le dije a mi prima, restándole importancia a sus palabras. Tengo ganas de volverlo loco. De las mejores maneras, claro está.

-No me vayas a dar problemas, por favor, ya te lo advertí. - Me repitió mi prima, pero no me importaba, quería un poco más de él. ¿Un criminal en Gryffindor, he? Me parecía muy interesante.

Entre pociones y caricias.  (Daniel Page x Reader.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora