Después de hablar ese día con Page y explicarle la situación, sus amigas por fin habían dejado de seguirme, cosa que agradecía mucho. Si hubiese sabido que así solucionaría ese problema, habría hablado antes con él. Aunque la verdad, no tenía ni idea de cómo abordar ese tema, supongo que lo mejor fue lo que sucedió.
Por otra parte, cómo ya lo había decidido, ya que al parecer, mis palabras e insinuaciones eran de broma. Iba a ser mucho más directa con Daniel.
Durante las asesorías, a veces llegaba en silencio y lo abrazaba por la espalda, pegándome a él lo más que podía, dejándole sentir mi cuerpo perfectamente.
Cómo lo desestabilizaba eso, comencé a preguntarme si reaccionaba así con cualquier chica, o si era porque no le soy indiferente, no lo sabía. Él todavía es muy hermético. Sin embargo, no podía negar, que era divertido verlo molesto, pero con su cara completamente roja.
Ese día, cuando llegue al aula de pociones, no me estaba dando la espalda. Así que a penas abrí la puerta, él levantó la vista.
—Hola... — Me saludo con una sonrisa victoriosa.
—Hola... ¿Decidiste cambiar de Lugar? Qué extraño...— Le dije sonriendo con cierto cinismo. Sabía muy bien, por qué se había cambiado de lugar. Me pare a su lado. —¿Qué haremos hoy, profesor?— Le pregunté invadiendo su espacio personal. Había vuelto a decirle de esa forma, ahora que sabía que no estaba con nadie.
Él dio dos pasos hacia atrás y yo sonreí. —Creo, pequeña alumna, que ya puedes preparar algo más elaborado. Así que hoy haremos un filtro de paz. — Me informo.
—Está bien...— Acepté Mientras me colocaba mis guantes de piel de dragón.
Comenzamos a preparar la poción, y cada vez que debía añadir un ingrediente, me pegaba a su lado, "para ver mejor cómo debía realizar el siguiente paso".
Se ponía tan nervioso, incluso tartamudeaba. Pero bueno, él se lo busco, pensó que yo bromeaba. Vamos a ver si estás "bromas" son de su agrado.
Cuando estaba tan cerca de él, a veces se alejaba y a veces, se quedaba en el sitio, supongo que cuando se quedaba, era porque no quería ser grosero, pues yo me acercaba de forma tan natural, mientras trataba de mezclar un ingrediente o tomando algún apunte, que me imagino que no sabía con qué intención, prácticamente, me montaba sobre él. Lo cual era mi objetivo. Voy a desesperarte mucho Page.
Finalmente, por ese día terminamos la poción, nada mal para ser yo, solo la repetí una vez.
Cada oportunidad que tenía, realizaba estas interacciones con él. Si lo veía solo por el pasillo, le tomaba la mano y pegaba todo mi cuerpo a su brazo, le susurraba un "Hola" y luego me iba.
Él quedaba tan desconcertado. A veces volteaba para ver, como se quedaba parado estático con su cara roja, como procesando lo que acababa de pasar. No podía evitar reírme. En serio estaba disfrutando esto.
Un día, mientras iba caminando hacia mi torre, pase por un pasillo que daba a uno de los patios exteriores. Page estaba sentado de espaldas en el suelo, y al frente de él estaba su amiga Ivy. Ella me vio llegar, yo junté mis manos en súplica y luego, le guiñé un ojo y puse mi dedo índice sobre mis labios, en señal de que no dijese nada. Y no pude creer que ella aceptó. Así que me acerqué a Daniel silenciosamente.
—Hola Page...— Le susurré muy cerca de su oído, dejándole sentir mi aliento.
Él brincó tapando con su mano su oreja con prisa y volteándose rápidamente hacia mí. Su cara estaba rojísima y tenía una expresión de desconcierto, mientras su amiga Ivy estallaba en risas.
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Entre pociones y caricias. (Daniel Page x Reader.)
RomanceDurante el viaje de regreso al colegio Hogwarts para comenzar mi quito año de estudios, conocí a un chico llamado Daniel Page, quien iniciaría su sexto año y pertenecía a la casa de Gryffindor. ¿Cómo no lo había visto antes? Me gusto en seguida que...