Hyunjin no para de encontrarse con una hermosa chica que lo trae loco de amor. Haría lo que fuera por ella.
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Y Jeongin ama usar faldas, peluca y maquillaje; también otro nombre. Pero es un secreto revelar su verdadera identidad a Hyunjin. Y al mund...
Al llegar a casa, abrió y cerró la puerta lo mas silencioso y cauteloso posible. Todo mientras sostenía con sus labios la bolsa de Doritos y fruncía sus cejas, concentrado.
En el momento que pasó las llaves con extremo cuidado pudo respirar de nuevo y sacar la bolsa de su boca; sonriendo embobado recordando la belleza que se encontró hace menos de media hora. Dios, gracias por aquella bendición. Quedó de espaldas sobre la puerta en total oscuridad, abrazando a los Doritos risueño.
ㅡAfrodita hace bendiciones ㅡmurmuró para sí mismo.
Suspiró distraído. Cerró sus ojos por sonreír tan lindo y soltar pequeñas risitas nerviosas.
Sonó el interruptor situado a su lado y la luz de la sala se encendió.
ㅡ¿Qué? ㅡpreguntó extrañado una voz gruesa y rasposa. Se dejó ver una persona pelinaranja con suéter gris y mirada fulminante. Sosteniendo sobre su hombro un bat de béisbol.
ㅡ¡AH! ¡CARAJO! ㅡgritó dejando caer los preciados Doritosㅡ. ¡Maldita seas, Ji! ¡Casi me da un infarto!
Resulta que lo espantó la presencia de su amigo y compañero de apartamento, Han Jisung; sus ojos bien abiertos con ojeras y cabello tan alborotado que parecía haberse electrocutado. Su cara hinchada y ceño fruncido.
ㅡ¡¿Y tú creíste que yo vine a abrazarte con el bate?! Pensé que eras un ladrón, maldita sea... ㅡreprochó bajando el bate para no golpear a su amigo con él. En cambio, usó la palma de su mano y la estampó ruidosa contra la nuca contraria, haciendo estremecer dramáticamente a Hyunjin.
ㅡPor lo menos no te espanta Chucky a las dos y media de la madrugada con un bate ㅡse agachó recogiendo sus frituras. Rodando los ojos.
ㅡPues tú con tu cabello de príncipe encantador no dudaría en golpear a Samara Morgan ㅡcontestó igual de sarcásticoㅡ. ¿Para que diablos saliste a estas horas? Sabes que entrar en silencio no te servirá, recuerda que soy de sueño ligero.
ㅡBastante, creo que deberías ir a un neurologo. Además, se me antojó ir a comer algo.
ㅡNo es antojo, Hyun. Eso es estrés ㅡbostezó dejándose ver tan pequeño con la ropa tan ancha que solía usar como pijamasㅡ. No te preocupes sí no te alcanza el tiempo para terminar tu proyecto. Siempre puedes hacer una excepción si repruebas.
Hyunjin suspiró pesado. Cierto, el proyecto. La carrera de Artes lo mantenía en un estrecho recargo de tareas. Solo debe esperar dos años más para graduarse. O eso dice Google.
ㅡ¿Cómo cuál? ㅡcuestionó sin interés.
ㅡDejar la uni y formar parte del grupo ㅡJisung solo logró hacerlo reír, haciendole saber que dijo algo bastante estúpidoㅡ. ¿De qué te ríes idiota?
ㅡMejor vuelve a dormir. Ya empiezas a decir ridiculeces ㅡrespondió haciendo ademán de irse a dormirㅡ. Nos vemos dentro de unas horas, cariño.
Hyunjin se detuvo en seco cuando escuchó a su amigo decir en voz alta: ㅡ"Afrodita hace bendiciones". ¿De que carajos estabas hablando?
Han se cruzó de brazos. El más alto sonrió recordando lo ocurrido. De repente se escuchó desde el techo del departamento unos golpes, parecían ser los vecinos que pedían callarlos.
ㅡLo contaré mañana. Los dos tendrán que escuchar esa historia.
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