SPRING LOVE˖⁠♡hopemin

16. EL DÍA SIGUIENTE

Su cuerpo le dolía tanto que apenas podía moverse, su cuerpo quería seguir descansando pero la mente de Park Jimin necesitaba respuestas de donde estaba, escucha una música débil qué provenía fuera de donde él se encontraba, con esfuerzo pudo abrir los ojos, vio a su alrededor, no conocía la habitación en la que estaba, su cuerpo está cubierto de varías mantas qué lo mantenían caliente, al momento en el que se levantó de la cama, noto que no traía su ropa de la noche anterior, llevaba un conjunto de pijama qué le quedaba grande, salió de la habitación arrastrando las sandalias qué le habían dejado a un lado de la cama. Salió a lo que era un pasillo, se extendía de ambos lados, por el que el se encontraba en medio, había dos puertas a la derecha y uno a la izquierda, después el pasillo se abría, a una sala de estar y lo que se escuchaba una cocina, de ahí venía el sonido del radio, además de que se percató de otros sonidos, como platos chocando, algo cocinándose en la estufa, se fue acercando hacia el ruido, arrastrando los pies. Una persona mayor estaba haciendo algún tipo de baile dentro de su cocina, andaba de la barra donde acababa de cortar ingredientes girando hacia la estufa qué estaba detrás de ella, la música que salió del radio, el cual estaba en la ventana arriba de la estufa, se sincronizaba con con los sonidos qué hacían los ingredientes en la sarten, además ahora que Jimin estaba cerca, los ruidos de afuera, como los perros vecinos y el canto de los parajos, se unían a la sinfonía qué aquella pequeña cocina, sonaba la cafetera anunciando qué estaba listo, la arrocera hacia tik tak, y aquella señora que fue tan amable en hospedarlos tarareaba algún tipo de canción, la cual no era la que se escuchaba en el radio. 

—buenos días — se anunció Park Jimin 

La dueña de la casa giró hacia él, con la sartén en la mano 

— buenos días, corazón — comenzó a servir el platillo en la loza qué ya había puesto la barra de la cocina — el desayuno esta listo, toma asiento — señaló la mesa que dividía de la cocina y la sala de estar dando a entender que ese era el comer.

Jimin tomó asiento, en la mesa ya estaban las guarniciones en el medio de la mesa, había dos tazones con caldo de res, y unas pequeñas tazas, la mujer dejó los platos con arroz y verduras a lado de los tazones de caldo y se llevó las tazas.

—¿qué tal dormiste? — dijo la mujer regresando a la mesa 

—excelente, gracias por dejarme dormir aquí — Jimin hizo un pequeño gesto con la cabeza a modo de reverencia 

—claro que te iba a dejar dormir aquí, no te iba a dejar en medio de la nada en medio de una tormenta, eres casi como un hijo para mi, tu y tus hermanos — al escuchar lo último Jimin vio a la mujer un poco confundido — creo que aun no terminas de despertar — la mujer rio 

Jimin se frotó los ojos y volvió a mirar a la mujer, apenado por no saber quien era, trato de hacer memoria, pero ni siquiera podía recordar como llego a su casa anoche 

— me recuerdas a tu padre, siempre metidos en el trabajo, amables, pero no se dan tiempo de ver a su alredor, desde que eras pequeño le dije un día a tu madre, tiene toda tu belleza y carisma, pero en cuanto a personalidad es igual a Kang.

Jimin estaba perplejo de que incluso conociera a su madre.

— disculpe no es mi intención

— por supuesto que no lo es — la mujer le sonrió — vamos desayuna

Jimin y la mujer de la que Jimin no recordaba nada comenzaron a comer, en silencio 

— disculpe como es que llegue a su casa anoche — preguntó Jimin después de un rato

— deja de disculparte — dejo sus palillos a un lado — había salido del pueblo muy temprano, y regresó casi al anochecer, tomé un taxi, el cual se había lado donde están todos esos restaurantes pretenciosos donde la gente rica se suele esconder, un poco más adelante te vimos, sentado cerca del puente el taxista se asustó, penso que ibas a saltar por lo que se detuvo e iba a llamar a emergencias, pero luego te vi cuidadosamente, y te reconocí, le dije al chófer que sabía quien eras y que me ayudara a subirte, en ese momento la lluvia era muy fuerte, cuando nos acercamos y te sentí el rostro estabas completamente frío y casi inconsciente, el conductor te subió y nos trajo aquí, te abrigue muy bien y dormiste hasta ahora