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Por primera vez en esa noche me permití sentarme en una silla. Desde que habíamos llegado Nick me había tenido de un lado a otro, presentándome a sus amigos y mostrándome como si yo fuera un jodido trofeo. Ví como Kate se acercaba a mi con dos copas, entregándome una y bebiendo de la otra. Acerque mi nariz para oler el contenido.

—Champagne. ¿Acaso tienes permitido beber?—pregunte, tomando un poco de la copa. La verdad es que no importaba si lo tenía permitido o no, solo me gustaba molestarla.

Me dió una sonrisa divertida.

—¿Eso acaso importa?—pregunta con diversión, mientras yo negaba riendo—esto está más aburrido que un velorio.

—Oye, al menos en los velorios dan comida y no solo alcohol. ¿Cuando pensaran alimentarnos?

Ella río, regando un poco de su bebida, haciendo que yo también riera. Pero lo divertido acabo cuando Nick apareció otra vez, con media sonrisa me tendió la mano, invitamdome a qué me pusiera de pie. Lo mire enarcando una ceja de forma acusatoria.

—Querida, ven conmigo, quiero presentarte a alguien.

—Nicholas, me haz tenido caminando mucho, estoy agotada y tengo hambre.

Se hecho a reír, tomándome de la mano y levantándome de mi asiento.

—Te aseguro que esta es la última vez que te presento a alguien. Linda, es alguien muy importante para mí que lo conozcas, es un socio muy importante mío y por él hicimos está reunión, para celebrar nuestra unio. Kate, también puedes venir a conocerlo.

Rodé los ojos.

—Bien, me presentas a ese señor y me largo de aquí.

—Como órdenes.

Sonrió, agarrando mi brazo con el suyo, para así poder caminar hacia su dichoso socio. Mire de reojo a Kate, tenía la misma o peor cara aburrida que yo; y en verdad no la culpo, hubiese preferido ir a la iglesia que estar aquí, estaba más que segura que hubiese sido más divertido que esto. Kate me devolvió la mirada, rodando los ojos.

—¿Por qué me tenías que arrastrar a esto?—pregunto a centímetros de mi oído, para que nadie más que yo la escuché, y claro, Nick, quien le dió una sonrisa divertida.

—No te desesperes, Kate, de seguro Katherine te ofreció algo a cambio de que vinieras está noche.

Reí sin una pizca de gracia, aveces me molestaba el hecho de que supiera mis movimientos.

Nos dirigimos hacia un hombre y una mujer rubia. La chica era hermosa, podía estar en sus 40's, pero de igual forma se conserva muy bien. Y con respecto al hombre, no podía verlo, puesto a qué estaba de espaldas y no podía ver su rostro. La mujer al ver cómo nos acercabamos, esbozo una sonrisa dulce, haciéndole señas al hombre de que volteara. Lo mire sorprendida, vaya que el mundo era un pañuelo. Era el hombre con el que me había acostado hace un par de días atrás. Jamás pensé volver a verlo, y menos en estás circunstancias. Nick sonrió, poniendo una mano en mi cintura.

—Tom, ella es Katherine, mi prometida...—no le prestaba total atención al hombre a mi lado. Mis ojos no podían abandonar sus ojos cafés. Él se veía desconcertado, pero sin abandonar esa sonrisita maliciosa.

Pude ver qué se hizo un pequeño silencio, todos nos miraban, pero más Kate, que me hacía señas para que reaccionara, así que lo hice. Él no dió el primer paso, así que lo di yo, extendiendo mi mano para que él la tomara, y así lo hizo. Agarró mi mano de forma suave, para después llevarla a sus labios y depositar un suave beso en ella, sin despegar su mirada de la mía.

Tom.

—Mucho gusto, señor kaulitz—dijo con una pequeña sonrisa coqueta. Ella no parecía nada sorprendida al verme, al contrario de mi, que no me imaginé ni en un instante en que podía encontrarla ahí. La chica que desde que la había tenido no podía salir de mi cabeza ni siquiera estando dormido.

—El gusto es mío—le sonreí de la misma manera, repasando mi mirada por todo su cuerpo de una manera discreta, para que nadie se diera cuenta de nada.

Heidi agarró mi brazo, obligando a separarme de esa hermosura. Extendió su mano hacia ella, estrechandola con una sonrisa.

—Soy Heidi, su esposa.

Ella apretó sus labios de color rojo carmesí, mirándome de reojo.

—Mucho gusto, Heidi.

—En verdad tenía muchas ganas de conocerte. Nick me ha hablado mucho sobre ti y ya estaba ansiosa de conocer a la linda chica que tanto hablaba—la miró de arriba a abajo, aún sin quitar su sonrisa. Resople cansado—pero, hay algo en lo que se equivocó.

Katherine se cruzó de brazos, retando con la mirada, cosa que me hizo recordar muchas cosas.

—¿Ah si? ¿En qué?

Heidi también se cruzó de brazos.

—En que no eres linda. No—hizo una pausa, llevando por un momento su mirada hacia Nicholas, para después regresarla hacia Katherine quien ya no se esforzaba en sonreír—,eres mucho más que eso. Eres preciosa.

Ella entrecerró los ojos, sonriendo de una manera falsa.

—Oh, gracias, tú tampoco te quedas atrás—responde, aún con la misma mirada—.Y dime, Heidi, parece que conoces muy bien a mi prometido. ¿Pasan mucho tiempo juntos?

Heidi rio, agarrándome nuevamente de la mano.

—La verdad es que no, solo hablamos lo necesario cuando va a casa a visitar a Tom, pero nuestras conversaciones siempre terminan en ti, en cómo Nick está tan enamorado de ti.

—Si. Me lo dice cada mañana.

Hubo un silencio incómodo, en los que se sentia un ambiente se puso muy tenso. Heidi y Katherine a la simple vista de todos parecían llevarse bien, pero yo que las tenía a unos centímetros podia notar la cortina tensa que las envolvía.

Nick carraspeó, tomando la cintura de Katherine y separándola unos centímetros de Heidi.

Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no rodar los ojos por tal acción.

—Tengo sed, iré por algo de tomar, ¿quieres algo, cariño?—habló Nicholas, mirando a la linda rubia a su lado. Ella negó, luciendo fastidiada.

—Yo también tengo sed, ¿Me esperas, Tom?—me informa Heidi, pasando una mano por mi hombro. Le sonreí asintiendo—Bien, iré contigo, Nick.

Nick le sonrió, ofreciéndole su brazo, mientras Heidi lo recibía gustosa.

No era estúpido, sabía que esos dos tenían algo desde hace mucho. Las miradas, los coqueteos "discretos", la manera en que se hablaban. Yo sabía que Heidi no me era fiel, pero vamos, yo tampoco le era fiel a ella, y la verdad no tenía ningún derecho a reclamarle cuando yo también hacia lo mismo. Nuestro matrimonio fue arreglado, y no me importaba con quién se metía y con quién no, la cosa es, que ella no sabía que yo sabía que se estaba follando a Nick.

Nick y Heidi se fueron, dejándome solo con las dos chicas.

—¿Podemos hablar, señor kaulitz?—pregunto ella con una sonrisa ladina—yo asentí, sintiendo mis palabras atascadas en mi boca.—Esperame aquí, Kate. Ya regreso—le informo a la chica a su lado, quien la veía de forma interrogante.

Ella comenzó a caminar, haciendo señas para que la siguiera, y así lo hice.

Está iba a hacer una noche interesante.

[…]

¡Holis! Nuevo capítulo por aquí.

Uff, lo que se le viene a Tom. Lo mejor es que se agarre, porque Katherine viene con todo.

No sé olviden de votar y comentar que tal les pareció el capítulo, ya que sus comentarios me ayudan a seguir teniendo fuerzas para escribir.

Espero con todo mi corazón que le haiga gustado mucho este capítulo.

Los quiero...
Ari 💖

05/09/2023.

Provocative Game; Tom Kaulitz PAUSADA TEMPORALMENTE ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora