Flor morada [NxUzi]

[Capítulo 1]

Flores moradas saltan de la Bugambilia

Seguramente fue porque me vieron llorar

La primera lágrima cayó en la página 76 del libro "La enciclopedia del Golden Retriever" que estaba leyendo.

Por lo general iba a la biblioteca cuando siente que toda su realidad se le viene encima y necesita un momento para pensar las cosas.

Justo como ese día.

Su mejor amiga Vivian (también su crush desde hace ya más de diez años) le había dicho que saldría con los de su facultad a una fiesta a la cual Neo, por obvias razones, no estaba invitado ya que no pertenecía a dicha facultad.

La facultad de diseño de modas era de las más extravagantes y sus fiestas rebasaban el nivel de lo normal por mucho. Neo estaba orgulloso de Vi por lograr calificar para esa carrera de alto prestigio, fue el primero en enterarse que accedió y el primero en felicitarla por tal suceso.

Ella también fue la primera en felicitarlo cuando él logró quedar en la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Pero había algo que era como un código en esa universidad (o al menos así se lo plantearon a N y a Vi en el primer momento que entraron) los de diferentes facultades no se juntan para fiestas ya que existe cierta rivalidad y todos se querían creer superior a todos. Generar lazos de amistad los ponía en el mismo nivel y era algo que no podían permitirse.

Vi mandó al carajo tal código y no le dejó de hablar a N por algo tan absurdo. Igual Neo no se dejó llevar por ese código tonto.

Los dos años de carrera que llevan fue testigo que su amistad no flaqueó por ningún motivo.

Algo que fue contradictorio para N ya que pensó que podría declararse a su crush para ver si podía devolverle los sentimientos que con tanto anhelo ha guardado en su interior durante tantos años.

Pero hoy fue un día bastante cargado de emociones para Neo que simplemente no soportó el rechazó de Vi para ir por un helado como lo hacían cuando uno de ellos se sentía muy mal emocionalmente.

Su carrera era bellísima, él lo admitía, pero era desgarradora en partes iguales. Veía más animales morir de los que él podía salvar. Su maestro lo regañó y le puso mala nota, Cyn se enojó con él por algo que ya no puede recordar y Vi terminó por romper su estabilidad con su rechazo.

Ese rechazo se sintió peor cuando los amigos de la facultad de Vi empezaron a decirle que no se juntara más con el granjerito de quinta. Vi les calló la boca a sus amigos, pero N simplemente no soportó, le deseó un buen día a Vi, le dijo que se cuidara y corrió fuera del alcance de Vi, aunque ella le gritaba que volviera.

Y ahora estaba en la biblioteca releyendo uno de sus libros favoritos mientras lloraba.

Neo no sabe cuándo empezó a sollozar y dejar que sus lágrimas se deslizaran fuera de sus ojos.

Una chica lo observaba desde lejos con una expresión complicada en su rostro. Ha visto a ese chico ir a llorar a la biblioteca como unas cuatro veces en los pocos meses que lleva como bibliotecaria obligatoria.

Observa el empaque de toallas que hay en el escritorio de la bibliotecaria y se muerde el labio inferior. ¿Podría ser...?

Bueno, a la mierda. Arranca un pedazo de toalla y con decisión se acerca al joven que se ha hecho bolita en el rincón donde está leyendo.

—Toma—Uzi llegó y le arrojó un pedazo de papel. —No preguntes, solo acéptalo. Se ve que te hace falta más ti que a mí.

N giró su mirada a la chica de pelo morado. Agradece con un gesto de cabeza y toma el pedazo de papel para limpiar sus ojos llenos de lágrimas.