¹𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔 ✧ ཻུ۪۪˗ˏˋ៚┋𝖼𝖺𝗋𝗅𝗂𝗌𝗅𝖾 𝖼𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇

𝒖𝒏𝒐 !

—¡Dante! De verdad lo siento, entre en pánico, mi costurera siempre me hace comentarios sobre lo jóven que me veo y... también en el trabajo no me creen acerca de mi "edad"—dijo con preocupación queriendo rodear con sus brazos el cuerpo de Dante que la miraba atento, todo bajo la mirada sería de un Carlisle detrás de él —estoy llamando mucho la atención aunque lo evite...

Dante, sin embargo, se armó de valor para tomar los inquietos brazos de la vampiresa, y le dio una sincera sonrisa —Está bien, Alice, lo entiendo... solo que no se vuelva a repetir, me asusté mucho— la nombrada soltó un grito emocionado ignorando la pesada presencia del mayor para abrazar al azabache.

—Lo prometo— cuando se separó, le ofreció su meñique, Dante la miró confundido —Pinky Promise ¿jamás lo hiciste?— él solo negó mirando su propio dedo, Alice los juntó —Es una promesa de meñique— más sin embargo, la azabache después de prometerlo tomó lugar entre Jasper y Emmett empujandolos hacía él.

—Lamento haber usado mi don en tí, siempre hay que ser precavidos con los neófitos— dijo Jasper siendo un hombre de pocas palabras.

—Ya dije que estaba bien.

—Alice me obligó.

—¡Emmett!

—Tenía esperanzas de intervenir para ver que tan fuerte eres— sin culpa alguna se cruzó de brazos mirando con orgullo, Dante se sintió incomodo, no quería imaginarse que le hubiera hecho al pobre cartero —¿Qué?— inocente se encogió de hombros mirando a Carlisle, Dante se giró a verlo, quien tenía una expresión de enojo puro, que hizo temblar a Dante, con pequeños y timidos toques tomó su mano tratando de tranquilizarlo. Sintió una mano pesada en su cabeza, sintió que el mayor se tensaba bajo su mano —lo hiciste bien pequeñin— Emmett revolvió delicadamente los cabellos de Dante y pronto, sintió una sensación de hermandad que había sentido con Charlie cada que este lo abrazaba. Dante sonrió ante el lindo recuerdo.

—Edward ha llegado— Esme avisó al entrar al estudio.

Todos estaban reunidos en el largo comedor, en un eterno silencio, por costumbre, Dante mordió levemente la carne de su mejilla, sintió la mano de Carlisle tomar la suya, el menor la apretó sin fuerza manteniendola cerca de su regazo.

—Bien, ante el anterior incidente y demás rumores en el hospital acerca de mi extraña juventud, considero que es hora de que volvamos a mudarnos... pero me gustaría saber su opinión— Carlisle toma su puesto como patriarca de la familia iniciando la conversación. Aunque el mayor lo pidiera, nadie habló, era obvio que era muy necesaria la mudanza desde el minuto uno de sospecha, aunque Carlisle estaba siendo un poco descuidado por proteger a Dante.

—Creo que no hay mucho que decir, Carlisle, es lo mejor para todos— El rubio le sonrió a Esme, el patriarca no dudaba en que su personalidad apacible ayudaba mucho a calmar las aguas y funcionaban realmente bien como familia. Dante lo notó aunque no supo a que correspondía eso, en su familia solo había gritos y llantos.

—Esta bien ¿A donde iremos?— Emmett preguntó pasando su brazo por los hombros de Rosalie quien solo se mantenía neutro. El ambiente volvió a quedar en silencio.

—Me gustaría llevar a Dante a Londres, el clima es parecido y quiero que este en mi país natal— Dante miró atento a Carlisle, quien le sonrió enamorado. Dante abrazó la mano del rubio más cerca de él —Pueden venir con nosotros.

La reunión fue breve y sin muchos diálogos, la mayoría de los Cullen prometió pensar acerca de ir a vivir en Londres, porque ciertamente querían darle espacio al mayor de ellos para vivir con su alma gemela.

El resto de los días siguientes, los Cullen se dedicaron a empacar sus cosas, contratar empresas de mudanza. Carlisle junto a Dante, estaban empacando cada uno de los libros en la cajas, pero el mayor notaba la mirada del azabache sobre él, incluso su boca se abría para decidir decir algo pero se retractaba, realmente el rubio quería ayudarlo a tener iniciativa, pero realmente él tampoco estaba teniendo suficiente paciencia, deseaba saber que era lo que le preocupaba a su alma gemela.