Una vez terminó de cocinar los tres nos sentamos a ver una película mientras él y yo comíamos Crême Brûlée y Miu tenía trocitos húmedos. Nathan amaba las películas argentinas, yo amaba la comida y Miu amaba sus trocitos así que no hay más que decir que fue una muy buena tarde para los tres. Como hacía frío los tres estábamos sentados uno al lado del otro en el sillón del living era lindo por más que no era completamente fan del contacto físico con gente. Había vendado mi herida así no había posibilidad de que al tocarla él se contagiara, era muy incómoda y hacía que estuviera todo el tiempo pendiente de mi brazo pero prefería eso a arriesgarme que mi mejor amigo se infectara con la misma porquería que me sucedía a mi. Nathan había puesto su brazo al rededor de mis hombros lo cual era lindo pero parecía que era su novia así que eso no era tan lindo y todo empeoró cuando de la nada él toco mi pelo.
—Me gusta pasar tiempo con vos —susurró mientras se acercaba más a mi, lo vi unos segundos y tenía una hermosa sonrisa "Nathan... Vos me".
—Me gustás —susurré mientras veía a Nathan acercarse, él se detuvo unos segundos, pero después sonrió.
—Es bueno saberlo, también me gustás —dijo sonriendo.
Se siguió acercando y no sé porqué no lo detuve pero ahora nos estábamos besando, Nathan besaba muy bien y fue eso lo que hizo que notara lo mucho que realmente me gustaba. El me agarró de la cintura y estuvimos demasiado cerca, no sabía cómo sentirme porque era lindo pero Nathan era quien estaba tomando la iniciativa y eso me ponía nervioso en el mal sentido.
Me acercó más a él y ahora estábamos recostados en el sillón, se sentía del asco y esperaba que Nathan no se diera cuenta. Supongo que no sé dió cuenta porque las cosas escalaron un poco y Nathan no parece del tipo que nota la incomodidad de alguien y que continúa. Tenía sentimientos encontrados con todo esto. Nathan dejó de besarme y me avergüenza aceptar que esperaba que continuara.
—Dylan —dijo para llamar mí atención, aunque ya tenía toda mí atención puesta en él— No me hubiera imaginado que te gustan los chicos
—Nathan —dije esta vez— calláte ¿Querés?
Nathan rió y volvió a sentarse en el sillón, estaba tan aliviado por eso. Di una gran bocanada de aire y me senté en el sillón a su lado. Ahí fue cuando la realidad calló en sobre mí.
—Mierda —murmuré nervioso, comencé a buscar mí teléfono por todo todos lados con desesperación.
—¿Qué pasa? —preguntó Nathan.
—Mi celular —dije a lo que él me vió confundido— necesito encontrar mí celular Nathan es urgente
—¿Por qué? —preguntó él confundido.
—Mi novia, Nathan —dije nervioso, notando como toda la vibra cambiaba— esto está mal, tengo que hablar con ella
—"Esto" —dijo Nathan, podía notar que se había enojado— nunca me habían llamado "esto" —soltó una carcajada pero obviamente era de molestia.
—Esto no es sobre vos Nathan —dije estresado mientras seguía buscando mí celular.
—Acabo de meter mí mano en tu pantalón Dylan —dijo Nathan a lo que me quedé quieto— estoy muy seguro que esa conversación con tu novia será sobre mí
—Bien —dije dejando de buscar y pata acercarme a él, estando de pié frente a Nathan— voy a hablarle para terminarle, ya que no importa que pase de ahora en adelante, le acabo de meter los cuernos con mí compañero de casa
—Al menos llamáme amigo, ¿No? —dijo él, no sabía si enserio estaba herido o si solo estaba siendo caprichoso— No sé que tan normal es besarte y dejar que te
—Calláte —dije avergonzado ya que no quería escucharlo, él rodó los ojos antes de hablar.
—Entendés mí punto —dijo él.
—¡Bien! Le diré "hey Sol, sé que estamos casi a un año pero ¿Sabés que? Acabo de besuquearme con mí mejor amigo así que lo siento"
Mientras hablába comencé a caminar dramatizando lo que decía. Nathan estaba en silencio.
—Esto, esto está mal —dije sentándome en el sillón otra vez y cubriendo mí cara con mis manos— primera vez que tengo una relación sana que recuerdo y lo echo todo a perder
—No voy a pedir perdón —dijo Nathan, voltee a verlo y él se acercó un poco más a mí— pero lamento que te esté pasando esto
Me quedé el silencio, él se acercó aún más y yo apoyé mí cabeza en su hombro. Me abrazó por los hombros.
—Puedo llamarte si querés
—Si porfavor
