17

1.6K 134 1
                                    

Último mes.

Jungkook caminaba apresurado por la calle, había dejado a su pequeño omegita con una enorme pancita dormido en casa, él salió para comprar unas fresas frescas a sus bebitos... Y ¿porqué? Porque su pequeño omegita en la mañana decía entre ronquiditos y murmullos;

Al-alfa... Jungkookie, quiero... ~Mmm fresitas... Muy rojitas grr y frescas... Grr.

Luego de escucharlo se levantó de la cama, se puso lo primero que encontró y salió a comprar las fresas de su Jimin y su pequeña cachorrita, porque si, era una hermosa cachorrita la que tendrían pero no habían decidido el nombre aún.

Llegando, lo primero que vio fue el pequeño cuerpo del omegita con su enorme pancita parado viéndolo con una cara neutra y sus bracitos cruzados.

"¿Dónde estabas alfa?" interrogó.

"Mi amor, buenos días corazones." dió un beso en los esponjosos labios rosaditos de Jimin y escondió su rostro en el cuello de este, oliendo el delicioso olor de su pequeño omegita mezclado con el olor a leche de su bebita.

"¡Alfa contestame...!" chilló el menor con su voz de omega más dulce de lo normal. "Yo quiero fresas y no hay en casa... ¡Alfa comprame fresas!"

"Cielo, ya compré tus fresas." el omega lo miró confundido. ¿Cómo el alfa sabía que quería fresas? ¿Era un brujo apuesto acaso? "No, mi amor no soy brujo, lo que pasa corazón es que hablas dormidito." el alfa escucho todo por medio de su marca y luego volvió a besar los labios de Jimin.

Luego de lavar, y limpiar las fresas enormes, dulces y frescas de el omega se sentaron en el sofá a comerlas, Jungkook mantenía a Jimin sentado en su regazo mientras le daba de comer viendo los hermosos gestitos que el pequeño hacía cada que su hermosa boquita recibia la fruta.

"Kookie, tu qué quieres que sea nuestra bebita ¿alfa u omega?" inquirió viendo los ojos negros de su alfa brillar.

"Lo que sea, solo quiero que se parezca a ti, pero que no tenga muchos alfas o omegas a su alrededor o los mataré." gruñó luego de imaginar esa escena. No quería que nadie se le fuera a acercar a su bebita, era suya. Solo de él.

"¡Alfa! No seas celoso, que hubieras hecho tú si mi padre no te hubiera aceptado para mi alfa y me alejara de ti?"

"¡No! Él tenía que aceptar, porque sin ti yo me moriría, eres una cosita hermosa, y salvaste mi vida de soledad, eres lo mejor que me ha pasado... Mi pequeño osito a pesar de que no querías aceptarme, mi alfa y yo sabíamos que tu ya tenias mi corazón en tus manos." expuso para luego darle un beso ala pequeña nariz del omega viéndolo sonreír y sus ojitos brillar... "Te amo Jimin."

"Yo también te amo, Koo."

Hora del parto.

Jungkook caminaba por el pasillo de el hospital comiendose las uñas, algo que jamás había hecho pero los nervios le ganaron en ese momento, incluso el era el más nervioso del lugar incluidos Jimin, él estaba tranquilo y feliz, mientras el alfa emocionado y nervioso.

¡La espera lo estaba matando! Su tigre no aguantaba más, quería tener a su Jimin y a su bebita en brazos ¡ahora!... Y joder tener que esperar para ello lo mataba, ¿ya habrá nacido? ¿Qué será alfa u omega? ¿Se parecerá a Jimin o a él? Ojalá a Jimin.

Luego de dos horas más... Ya eran las diez cincuenta y seis de la noche y por fin el doctor Choi dejó a Jungkook pasar a la habitación donde estaba Jimin y su niña, él se aseguró de que sus bebés estuvieran en una de las mejores habitaciones del hospital, llevó todo lo necesario para estar preparado.

Entró lentamente a la habitación y encontró a Jimin dormidito y a una enfermera con una pequeña mantita de girasoles en donde estaba su pequeña hija dormida con su manita en sus pequeños labios de corazón y bien rosaditos... Jungkook luego de su osito, jamás creyó ver una belleza tan fuera de este planeta, era simplemente perfecta... Sus mejillas eran gorditas y rosaditas tenía unas pestañas largas y espesas sus cejas levemente pobladas pero iban acorde a su medio alargada carita y tenía un lunar en la frente justo como Jimin.

Poco a poco su bebita fue despertando y... ¡Oh por la luna! Que ojitos tan bellos eran igualitos a los de Jungkook, eran negros, tan hermosos y brillosos que Jungkook se perdió totalmente en ellos.

La pequeña tenía un olor muy delicioso a leche que con el tiempo desapareceria, que pena... Pero el aroma verdadero de su pequeña belleza saldría a flote,ella al sus ojitos percatarse de que el que ella pudo reconocer como su papá la tenía en brazos extendió sus bracitos y cuando Jungkook le dió su mano se aferró fuertemente a un dedo de su padre alfa ey suspiro aliviada al sentir el rico aroma de su papá alfa; chocolate amargo y licor.

"Osito... Mi amor, nuestra bebé es hermosa, se aparece a los dos mi vida... Descansa para que no te desmayes con su belleza cuando la mires~" susurró dejando un beso en la frente del omegita que yacía profundamente dormidito en la cama del cuarto de hospital.

Luego de una media hora aproximadamente Jimin despertó su atención total se posó en el alfa grandote que se reía y jugaba con su bebé casi recién nacida y escuchaba pequeños casi llantitos de la pequeña acompañados de pequeñas risillas.

"Al-Alfa." susurró lo suficientemente audible para el alfa.

"Mi vida, tienes que ver a nuestra hija... Es hermosa." dijo mientras posaba ala hermosa bebé en los brazos de su osito.

Jimin derramó lágrimas... Vaya que su bebita era una belleza y sí se parecía bastante a ambos... La belleza deslumbrante de la pequeña, la pequeña bautizada por sus padres; Man-wol, Jeon Man Wol.

OSITO.

𝐎𝐒𝐈𝐓𝐎 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora