Capítulo 12: Los suegros.

854 99 37
                                    

Domingo en la tarde noche.

En el departamento.

—¿Vieron sus caras? Estaban felices cuando les dijimos —la primera en entrar al departamento y tirarse al sillón fue Jennie.

Se habían levantado muy temprano para ir a despertar a los chicos del convento con un desayuno sorpresa; cortesía de Gongyoo y Jihye Kim, y se quedaron durante todo el día hasta que la Hermana Ana las echó.

—Sophie no lo podía creer, preguntó si era cierto como veinte veces y cuando la hermana Anna se lo confirmó, saltaba en la cama —Jisoo siguió a su amiga en el sillón.

—Sí, ella y Rosie ¿Cuál de las dos saltaba más alto? —preguntó Jennie, mirando a su amiga

Jisoo sonrió sin darse cuenta mientras recordaba los saltos en la cama de Sophie y Rosé.

—Es cierto...

La verdad era que, desde que Gongyoo consiguió por medio de sus contactos el permiso para que tanto Sophie como Rhode pasaran un fin de semana en el departamento que habitaban las cuatro chicas, lo único que la empresaria había hecho era imaginar la cara de Rosé cuando lo supiera. Tanto Jennie como ella, y hasta la misma Lisa, habían decidido que lo mejor era decírselo a las tres juntas y así fue. Antes de irse del hogar lo hicieron y el número de risas que soltó Jisoo fue incomparable con la cantidad de veces que Rosé la abrazó en agradecimiento.

—Me gusta tu cara cuando piensas en Rosé —soltó Jennie.

Jisoo solo la miró.

—¿Qué cara? —preguntó, haciéndose la tonta.

—Cara de boba, es una cara que nunca antes te había visto poner —contestó.

Lejos de cambiar de tema, Jisoo decidió ser sincera.

—No sé qué me pasa con ella, Jendeuk...

—¿Estás segura? —le refutó la bailarina—. Yo creo que sí lo sabes —le dijo.

La empresaria sacudió su cabeza.

—Lisa tiene razón, somos muy diferentes, tenemos vidas diferentes. Nosotras nos vamos dentro de poco...

—¿En serio, Jisoo? —la bailarina la miraba seriamente—. ¿De verdad vas a seguir los consejos de alguien que está tan aterrada de tener una relación que todas las noches se inventa una enfermedad distinta para que me quede con ella en vez de dejarme salir con Jongin?

Jisoo rio cuando se acordó de la supuesta "clítoritis" que Lisa se había inventado la noche anterior para evitar que Jennie saliera con el tatuador. La tailandesa alegaba que su supuesta falta de sexo estaba ocasionando que su clítoris se apachurrara y perdiera vida. Cuando Jennie le recordó que el día anterior la había visto salir del departamento de la vecina del primer piso, Lisa tuvo que cerrar la boca y aceptar la salida de su ex amante.

—Pero Jen, ninguna de nosotras está capacitada para las relaciones. Mírate a ti, saliendo desesperada con el primer chico que mata de celos a Lisa —la chica agachó la cabeza, avergonzada—. Y luego estoy yo, tres años de novia con un estúpido a quien no veo hace meses y lo cual no me importa en absoluto —al menos lo reconocía—. Y luego está Rosé... Rosé es tan... tan... tan...

—Rara —ambas rieron ante lo que agregó Jennie, tal como lo hubiera dicho la tailandesa.

—Sí, pero también es adorable. Tiene millones de caras que me derriten o que me hacen reír, además está muy buena... —Jennie asintió rápidamente—. Y me protege. Dios, ¿viste cómo me agarraba del brazo cuando íbamos a cruzar una calle? Me corre la silla, me abre la puerta del auto, me trata como una princesa —otra vez cara de boba—. ¿Y cómo juega con Rhode y Sophie? ¡La adoran! —otra vez la bailarina estuvo de acuerdo.

No soy para ti | ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora