Lauren POV
Hace 2 años que Lucia y yo estamos divorciadas. Tenemos una preciosa hija llamada Karla Camila Jauregui Vives de la cual compartimos custodia, yo suelo tenerla ciertos dias de semana y algunas fechas festivas. Mi linda hija que ahora tiene 16 años se encontraba en casa con Lucy esperando que vaya por ella para pasar nuestro fin de semana juntas.
Camila es una chica hermosa, rasgos latinos, piel acanelada, unos bellísimos ojos color chocolate y un cuerpo en desarrollo jodidamente ardiente. A pesar de ser mi hija desde que entró en la pubertad comencé a verla con otros ojos, ha sido la protagonista de muchas fantasías eróticas. Suena enfermo, lo sé, pero esa niña juega sucio, y esa carita de inocente solo me tienta a romperle el coño a embestidas. Estacione el auto frente a la casa y luego de apagarlo baje para ir hasta la puerta principal y tocar el timbre, un agudo "voooy" se escuchó a lo lejos. La puerta se abrió y allí estaba con una radiante sonrisa.
—¡Mami!— dijo feliz y me abrazó.
—Hola bebé— sonreí respondiendo al abrazo y dejé un beso en su frente —¿Lista para nuestro fin de semana?— se separó mirándome y asintió —Bueno ve por tus cosas— cerré la puerta tras de mí y se dió la vuelta para subir las escaleras a su habitación. Me detuve a observarla, llevaba un pequeño short que se ajustaba a sus esbeltas piernas, su enorme trasero y una pequeña blusa que definía perfectamente su cintura. Desapareció por el pasillo y me senté en el sofá de la sala a esperarla.
—Lauren, pensé que vendrías más tarde por ella— escuché a mi ex-esposa y me levanté para saludarla. A pesar de nuestro divorcio quedamos en buenos términos.
—Hola Lucy, bueno terminé antes en el trabajo y pensé en venir antes para ir por un helado— me alcé de hombros y oí a Camila bajar con un bolso en su hombro y ahora una blusa diferente.
—¿A dónde piensas que vas con esa ropa señorita?— dijo Lucy mirando a nuestra hija vestida con ahora un crop top que llegaba poco más abajo de sus pechos y el mismo short solo que un poco más arriba.
—Pues a casa de mamá— dijo con total inocencia. Dios, ten piedad de mí.
—No saldrás así Camila, por favor ve a cambiarte. Además, Lauren te llevará por un helado— dijo Lucy en tono serio y mi hija me miró con un tierno puchero.
—¡Mamá, es solo ropa! Además estaré con ella y no dejará que me hagan algo, ¿Cierto mami?— dijo tomando mi brazo abrazándose a el.
—Solo es ropa Lucy, además solo iremos por un helado y nos iremos a casa. Déjalo pasar solo por hoy, si?— miré a mi ex-esposa esperando una respuesta positiva. Suspiró apretando sus labios.
—Esta bien, pero solo por hoy y porque sé que estarás con Lauren— advirtió y Camila aplaudió feliz abrazando a su madre y dejando un beso en su mejilla.
—Gracias mamá, nos vemos el Lunes te quiero— Salimos de la casa, nos subimos a mi auto lo encendí y arranqué. En el camino Camila iba pasando cada estación de radio deteniéndose en varias para cantar, tiene muy buena voz aunque es un poco tímida para hacerlo en público. Me pregunto que tal se escuchará esa vocecita en medio de gemidos.
Al rato me estacioné frente a su heladería favorita y bajamos del auto, cuando entramos había fila para pagar así que Camila fue a pedir nuestros helados mientras yo esperaba.
—¿Mantecado?— me miró y asentí.
Se fue al mostrador de helados a esperar que la atendieran, yo mientras esperaba que la fila avanzara saqué mi celular para mirar algunos mensajes que tenía. Me percate que se amontonó más gente para pedir helados y escuché una voz igual a la de Camila reclamar por algo.
"Joder quítate de encima"
Me acerque y la escena que ví me encabronó de una manera inexplicable, un tipo le estaba restregando la entrepierna, aprovechando que todos estaban amontonados mire cuando le puso la mano en el trasero y sin esperar lo tome de la camisa jalandolo con toda la fuerza posible haciendo que cayera al suelo.
—¡Que la dejes en paz cabron!— grité, la sangre me hervía, a ella nadie la iba a tocar.
—Tranquila vieja— dijo en un tono burlón levantándose —A ella le gustó, ¿Verdad preciosa?— insinuó tratando de acercarse a Camila que estaba a mi lado, apreté mi puño y se lo estampé contra la mejilla haciendo que cayera sobre una mesa, me voltee y miré a Camila preocupada.
—¿Estas bien mi amor?— acaricie su brazo y asintió evidentemente incómoda.
—Estoy bien mami... solo que me ha tocado mucho— dijo nerviosa y noté sus ganas de llorar. Salimos de la heladería y la abracé.
—Tranquila pequeña, estoy aqui— acaricie su cabello y me separé un poco para mirarla —Vamos a casa y pedimos una pizza ¿Quieres?— asintió con una sonrisa.
Cuando llegamos a casa Camila subió corriendo a su habitación y yo tome mi celular para llamar a la pizzería, al pedir la comida me senté en el sofá de la sala encendiendo la TV mientras esperaba la pizza. Al rato Camila bajo y se sentó a mi lado.
—¿Que miras mami?—
—Las noticias cariño— la miré —¿Quieres ver otra cosa?— negó y se recostó en mi hombro colocando su mano sobre mi pierna. A los pocos minutos tocaron el timbre ¡Gracias a Dios! Me levanté y fui a abrir.
—Hola— saludé
—Hola, son 4,50$— le di el billete y tomé la pizza.
—Quédate con el cambio— cerré la puerta y me di la vuelta —Tu prefe... ¿Camila?— fui a la cocina y dejé la pizza sobre el mesón —¡Camz llegó la pizza!— dije alto. Pasó un rato y no bajo, suspiré y subí las escaleras para ir a su habitación, al abrir la puerta la abrazando un peluche y con su celular en la mano mientras lloraba. Me acerque y enseguida dejo el celular tratando de secar sus lágrimas —¿Cariño que sucede?— me senté a su lado.
—Es solo que mis amigas me hacen burla por no haber besado a un chico aún— sollozó y negué.
—¿Por esa tontería? Camz, no tiene nada de malo el no haber dado tu primer beso. Se supone que se lo das a la persona que te hace sentir segura para dar ese paso tan importante... no como las putas de tus supuestas amigas que se meten lengua hasta con un vagabundo—
—¡Pero ya tengo 16 años y no he besado a nadie!— reclamó —Soy una estúpida— me dolía ver a mi pequeña así, y no sé quién sería la idiota que le metió esa idea a la cabeza.
—Bebé escucha, no tienes que ser como tus amigas solo para ser popular o agradarles. Así como eres, hayas o no besado a alguien eres perfecta mi vida, todo llega a su momento nena... además créeme, pronto alguien bueno se fijará en tí, eres una preciosura de chica— sonreí y acaricie su mejilla. Limpió sus lágrimas y comenzó a jugar con sus manos sin apartar su mirada de mí.
—Mami, ¿Tu me enseñarias a besar?—