*Lauren POV*
¿Alguna vez les ha pasado que encuentran el amor en el lugar más inesperado?
Yo no podría llamarlo amor, pero desde que mis ojos se fijaron en esa preciosa rubia, mi paso por ese lugar se volvió más constante de lo habitual.
Y todo empezó semanas después de mi divorcio.
Miami FL 11:30 p.m 2 meses atrás
- Mamá escúchame, hice todo lo que me pidieron para mantener el perfil de la empresa por todo lo alto, y recuerda que ustedes fueron quienes hicieron hasta lo imposible porque Verónica y yo nos casaramos para poder hacer tratos con su padre... No, me tienen harta, hace apenas 3 días tú y papá firmaron para cederme completo control de la empresa... ENTONCES DEJEN DE TOCARME LOS HUEVOS Y SUPEREN QUE ME HE DIVORCIADO- colgué tirando el celular sobre la mesita y suspiré tomando un poco de mi whisky.
-Vaya... Hasta diría que te ves sexy encabronada, Jauregui- miré a Dinah quien estaba en la entrada de el salón mirándome y no pude evitar sonreír con una pequeña risita -¿Estás bien?- asentí y termine mi trago.
-Sabes que siempre les importará más la puta empresa- dije ya sin interes.
Después de tantos años aguantando lo mismo, deja de doler en algún momento.
-Tu solo sigue concentrandote en ser la jefa sexy que todos quieren comerse- me guiñó -¿Ya estás lista?- asentí -Entonces vamos, te llevaré a tener la mejor noche-
Mi amiga y yo salimos de casa para subirnos al auto y recorrer las calles de Miami, nos detuvimos en muchos bares a tomar algo, nos encontramos con muchos amigos quienes se unieron a nuestra "pequeña" fiesta. Pasadas las 2 de la madrugada terminamos en un club de strippers, pero este no era un club cualquiera, era uno de los más costosos y más concurridos por las élites empresariales.
Al entrar al lugar la energía que emanaban aquellos cabrones ricachones era asquerosa para mí, y aunque no me gustaba ser parte de una pirámide como esa trataba de fingir. Lo que me diferenciaba de toda esta gente, era que yo si tenía humanidad.
Saludé algunas caras conocidas en nuestro camino hacia la barra, al llegar Dinah fue la que pidió los tragos mientras yo hablaba con nuestros demás amigos. Mi amiga me dió un trago y nos fuimos a una mesa grupal frente al escenario donde estaban las strippers, dos mujeres semidesnudas dando un completo espectáculo. Chicas recorriendo las mesas con charolas llenas de cocaína, éxtasis y quién sabe que otras drogas.
La noche parecía prometedora.
Dinah se había ido a un privado con una de las chicas, y nuestros demás amigos estaban dejando todo su dinero en la pista, me levanté y fuí a la barra para pedir algo de tomar, todas parecían ocupadas así que revisé mi celular para esperar que alguien me atendiera.
-¿Que te sirvo?- escuché, y al levantar el rostro se me activaron todos los sentidos.
Menudo mujerón estaba frente a mí.
Labios carnosos, unos ojazos oscuros que podía sentir que leyeron hasta mi más profundo secreto, estaba tan embobada viendo a la chica que ví como solto una risita y relamio sus labios.
-¿Te comió la lengua el ratón?- levanto una ceja y negué espabilandome.
-Un bourbon en las rocas- dije observando como preparaba el trago, al minuto coloco el whisky frente a mí y le pagué, me quedé allí observándola como una completa idiota.
Pero que coño te pasa Lauren.
-¿Se te ofrece algo más?- dijo.
Definitivamente que te vayas a casa conmigo.
Iba a responder cuando sentí que alguien me tomo del brazo, al ver quién era no pude evitar reírme. Dinah estaba demasiado drogada para darse cuenta la pinta que tenía. Quise decirle algo a la chica pero cuando me percaté ya estaba atendiendo a otra persona, tomé mi trago y a mi amiga de la mano para ir al baño y arreglarla un poco.
Pero que forma de festejar.
*Fin Lauren POV*
*Camila POV*
-Oye Camila, ¿puedes cubrirme en la barra hoy?- escuché a Amanda tras de mi mientras me maquillaba.
-Amanda no puedo, hoy debo atender las mesas junto con las demás-
-He hablado con Jerry y dice que con las que están será suficiente- bufé y no me quedo de otra que aceptar, odiaba trabajar en la jodida barra. Solo estaba como idiota sirviendo tragos con un vestuario que nadie iba a ver.
Hoy la noche estaba muy movida, había mucha más gente de lo habitual, muchos rostros nuevos. Después de tanto tiempo trabajando aquí, me he aprendido los nombres y los rostros de muchas personas. Las horas pasaban y ya me dolían los jodidos pies de tanto dar vueltas por la barra sirviendo tragos, llegó un grupo del cual ningún rostro se me hacía conocido, una chica pidió varios tragos y al ver a la gente me fijé en na pelinegra que estaba hablando con sus amigos.
Pero que mujer.
Atendí a la chica pero la pelinegra nunca miro hacia donde yo estaba, cuando tomaron sus tragos y la chica pagó se alejaron para ir a una mesa. Si hubiera cubierto el turno que me correspondía hubiera atendido esa mesa toda la noche.
Puta Amanda.
Las horas pasaron y ya estaba por dejar la barra cuando ví a la pelinegra acercarse, sonreí y me acerqué.
-¿Que te sirvo?- cuando levantó su rostro y la miré más de cerca, joder, joder, joder.
Benditos ojazos tenía esa mujer, ese cabello negro azabache y esos labios. Sin mencionar el porte tan elegante e intimidante que tenía.
Ella solo se quedó observandome, ¿Acaso era muda?
-¿Te comió la lengua el ratón?- levanté una ceja y nego, me pidió un whisky y mientras lo preparaba podía sentir sus ojos sobre mí, al darle la bebida tome el billete y aún esperaba que dijera algo.
-¿Se te ofrece algo más?- ví como una chica se le acercó bastante borracha y drogada y se fue con ella. Salí de la barra y me fui a mi camerino para tomar mis cosas e irme, de repente sentí que alguien me tomo del brazo, iba a darle un buen puñetazo cuando me di cuenta de quién era.
-Perdon por aquello, es solo que me pareciste demasiado sexy y no se que me pasó que ni siquiera pude reaccionar- vaya vaya.
-Y yo que pensé que eras muda- se rió y se acercó un poco más a mí.
-¿Ya te vas?- dijo con una jodida voz ronca que me hizo mojar.
-Si, ya mi turno terminó... ¿Que haces aquí? ¿No deberías estar cuidando de tu novia?- frunció el ceño.
-¿Novia?... Oh te refieres a Dinah, es solo mi amiga... Sino, creeme que no estaría aquí contigo- dijo con una sonrisita muy lasciva, seguí su juego.
-¿Ah si?- me recosté contra la pared tras de mí y jale su corbata haciendo que se acercará aún más -¿Que es lo que estás buscando cariño?- sentí su mano sobre mi pierna y relamio sus labios.
-Te dare una pista-
Tomó mi mano y la colocó sobre su entrepierna.
Puta.mierda.