Todo se fue al carajo.
El día había iniciado bien, las mañanas eran maravillosas dentro de la comunidad Upeksa y finalmente sería el día en el que lanzaríamos el primer vuelo estratosférico del planeta tripulado con cámaras de criogenización1 para explorar el borde del universo conocido por un cuerpo a base de carbono.
Yo me había encargado de la preparación de los equipos operativos y computacionales personalmente, Udirksa se encargó de preparar a las tripulantes desde hacía más de 2 años y a Laminsca se le había asignado la tarea de trazar el curso estelar que permitiría transportar a nuestras valientes voluntarias.
Mi primera tarea del día antes del despegue era la clase matutina de las Hypatias, había muchas jóvenes preparándose para ser las nuevas maestras de los centros formativos Upeksa, al haber finalizado mis tres ramificaciones, ahora debía colaborar en todas.
Mi investigación de la comunicación telepática2 había marcado un precedente en la comunidad. Originalmente mi idea había sido la de lograr localizar las partículas que se hallaban en entrelazamiento cuántico3 alrededor del universo, pero lo único que logré fue generar sistemas cerrados de mecanización basados en las señales eléctricas del cerebro. Un traductor verbal del electroencefalograma4. Pero luego, logré hacer que estas señales tan débiles, en un rango de milivoltios fueran legibles y distinguibles, quitando todo el ruido aleatorio. Más adelante, cuando finalmente conseguí que, no solo fueran legibles verbalmente, sino que, además, no hubiera necesidad de traductor externo, desarrollé un proceso telepático unilateral. En el que, implantaba un microsistema en la base del cerebro que tenía una antena, además de que este sistema podía reconstruir la información en un vocabulario entendible, ya fuera en imágenes, sonidos, palabras, sensaciones, olores o gustos. La comunicación telepática multisensorial bilateral me valió una entrada a la facción más hermética.
Apenas hacía algunos años del éxito de mis investigaciones, y ahora era un tema fundamental que debía ser explicado de primera mano por mi persona a las demás en los centros de formación abierta, las Hypatias eran quienes se empapaban de cada investigación nueva que se hubiera realizado para luego hacerlas parte del conocimiento impartido a las niñas.
Explicar mis éxitos era algo que me encantaba, pero a la vez me sentía muy arrogante al necesitar ser tan específica, las jóvenes me entendían a la perfección, el sistema formativo que teníamos era maravilloso y todo estaba personalizado para cada una, lo cual era muy beneficioso para nuestra pequeña comunidad.
Luego de la visita a las Hypatias, fui al banco de fluidos. Esperaba que Milicent, mi compañera, hubiera tenido éxito con su fecundación, pero al llegar, la genetista me dijo que había problemas con sus óvulos y que aún no habíamos logrado una buena concepción. Le sonreí con un gesto alicaído.
- Está bien, Dara – Mili estaba sentada en la camilla con los pies flotando -. El próximo será el bueno.
- ¿No crees que deberías cambiar de donante? – le dije mientras la acercaba en un abrazo.
- ¡No! – ella se mantenía negada – quiero que mis hijas tengan tus genes, tú eres maravillosa, no te enfermas, eres brillante, fuerte, hermosa, eres todo lo que todas deberíamos aspirar a ser.
Me sentí alagada, pero pensé en cómo había sido mi infancia y lo que en realidad me costaba ser como era, las cosas de las que me había privado para conseguir lo que soy y darme cuenta de que el tener las cosas que ella veía como dones no eran más que máscaras para ocultar mis frustraciones de juventud.
- Lo dices como su fuera omnipotente5 – intenté desairarla -, no sé distinguir entre derecha e izquierda, tú misma te quejas de mi desorden en casa, no tengo sentido común para el aseo doméstico, a veces se me confunden el orden de las palabras y tartamudeo cuando tengo conversaciones casuales. Mili, el que sea una sabelotodo que no coge gripas no me hace ser una super persona, de hecho, no sé de una sola persona a la que realmente le agraden las sabelotodo.
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El Triunfo de Eva (+21)
Science FictionEn un mundo distópico y post apocalíptico, donde el género masculino ha sido erradicado por un virus letal que se desató al intentar extraer petróleo de los glaciares, la sociedad se ha reorganizado en agrupaciones de mujeres, quienes han logrado ma...