"Corre, Tuko. Corre".
Eso había dicho Tanka, mi hermana era una desgraciada, en especial porque ella sí formaba parte de la luminaria, mamá la amaba y auténticamente eso hacía que fuera incómodo vivir en casa a veces.
Como la menor de la luminaria, debería ser mi deber el haberme unido a Tanka, pero Tanka no me gustaba, era 4 años mayor que yo y muy alta y delgada para mi gusto. Fue una suerte que mi madre decidiera abrir la relación que mantenía con mi tía para así incluir a mi hermana.
Pero por el momento, no debía enfocarme en el hogar ni en la luminaria, debía correr al muelle, correr tan rápido como las piernas me lo permitieran. En la carretera a la lejanía un vehículo pasó de largo a alta velocidad, no me voltee, por el sonido que producía el motor, podía adivinar perfectamente que se trataba de un vehículo Upeksa. De seguro alguien se dirigía a la base para el lanzamiento que habría en la noche. Teníamos poca información al respecto, nada se nos había informado explícitamente, solo sabíamos que por la noche quizá sintiéramos el suelo vibrar y el cielo iluminarse, pero nos indicaron que no nos preocupáramos.
El borde del muelle estaba roto, quedaban pocas tablas y todas estaban mohosas, el mar no era el medio predilecto de movimiento de ninguna comunidad, aunque había barcas pescadoras, todas las lideresas habían firmado el pacto del "no motor", así que incluso la comunidad proveedora, usaba barcas a remos, lo que hacía que el agua fuera tan absurdamente clara que se pudieran ver varios metros debajo del agua. Ojalá eso me ayudara a encontrar a Cepha más rápido, pero él aún no entendía que no debía temer estando cerca de la superficie, por lo tanto, se camuflaba en colores y texturas.
Para hacerlo salir, me quitaba el turbante café que cubría mi cabeza y sumergía la punta de una de mis trenzas, sentía el tirón de los tentáculos que él tenía como dedos y entonces procedía a escalar en el muelle hasta subirse a mi lado con la ayuda de las ventosas de sus tentáculos.
- Tuko – decía con su voz áspera y ronca, aún con su "burbuja" pulpoide sobre la porción superior de su cuerpo.
- Cepha – cuando él me saludaba primero, sentía cosquillas en el estómago, significaba que él estaba aprendiendo de mí y podía retener información.
Cepha era un híbrido no determinado que tenía un enorme porcentaje de hibridación humana, pero cuyo habitad siempre había sido acuático. Este ser era el único con 4 corazones que pudiera moverse tanto y tener conciencia. 3 cefalópodos y uno humano.
La anatomía a primera vista de Cepha era... extraña. Encorvado, parecía un pulpo con piernas humanas, guardaba en su porción posterior debajo de lo que sería una nuca humana el cabezón pulpoide, ahí estaban la mayoría de sus órganos, o al menos los que le permitían moverse dentro del agua como un ser acuático. Cuando se encontraba encorvado, tenía un total de 8 tentáculos que salían de su cabezón, ahí estaban sus 3 corazones, uno para el cabezón y su sifón y el resto para sus elongadas extremidades.
Lo más extraño que me había tocado descubrir de él era que su cabezón servía como una bolsa de oxígeno para su rostro humanoide. Lo que significa que él usaba esa parte de su cuerpo para crear un vacío, dejando su cerebro humano y sus órganos en un letargo de sueño mientras que su parte pulpo tomaba el control debajo del agua. Era impresionarte cuando se transparentaba al entrar al agua, podía apreciarse perfectamente como por el cambio de presión su cabeza reorganizaba sus órganos para adaptarse una y otra vez.
Al salir del agua, Cepha se erguía, dejando caer su cabezón hacia atrás, escondiendo su sifón hacia adentro, y mostrando su rostro, con una nariz romana, ojos con iris verdes, la sobrelevación donde deberían estar sus cejas (aunque Cepha no tenía un solo pelo en todo el cuerpo, créanme, le busqué), sus pronunciados pómulos, una mandíbula dura, labios delgados, un cuello muy bien definido y fibroso, un torso perfectamente humano, a excepción por las ventosas junto a su tórax de lado izquierdo.
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El Triunfo de Eva (+21)
Science FictionEn un mundo distópico y post apocalíptico, donde el género masculino ha sido erradicado por un virus letal que se desató al intentar extraer petróleo de los glaciares, la sociedad se ha reorganizado en agrupaciones de mujeres, quienes han logrado ma...