Al día siguiente, Diana despertó por el ruido del exterior, ella casí no se podía mover por su ardiente noche de bodas, ella aún recordaba como apesar de que Dion era ajeno a las mujeres, el era extremadamente bueno en la cama, ella recuerda ver la cara de Dion mientras el la embestia fuerte y profundamente hasta llegar a su punto máximo de placer, ella no le agradaba él, pero no pudo evitar disfrutar cada momento en el que él la llenaba de satisfacción y placer total, cómo él besaba y lamia su cuerpo desnudo mientras cada vez bajaba cada vez más y más, Diana al recordar lo de aquella noche no pudo evitar sonrojarse, su cara parecía la de un tomate, totalmente sonrojada hasta las orejas.
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En ese momento entraron las criadas para ayudar a Diana a alistarse.
- Mi Lady hemos venido para ayudarle/ dijo una de las criadas mientras daba una reverencia.
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Diana intentó pararse y al intentar levantarse casi se cae pero por suerte una de las criadas la ayudó a sostenerse.
- Muchas gracias, ¿mm...?/ dijo Diana a una de las criadas mientras la miraba en busca de una respuesta.
- Mi nombre es Amber, mi Lady, es un placer ayudarle/ dijo la críada.
- Oh, gracias, Amber, es un gusto conocerte/ le respondió Diana con una sonrisa en su rostro.
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- El gusto es mio Mi Lady, es mejor que empezemos ya, para que no se le haga tarde, espero entienda/ dijo Amber con una sonrisa en respuesta a la de Diana.
