Skates ❆ Sunsun

Four

Esa noche, Sunghoon estaba realmente emocionado. No tenía la valentía para escribirle a Sunoo, pero gracias a su mejor amigo pudo.

Sunghoon trabajaba como barista en una cafetería en el centro. Era bastante concurrida, tenía a su compañero, Ni-ki, que al igual de Sunghoon iba a patinar sobre hielo.

Sunghoon estaba trabajando como cualquier otro hasta que chocó con Ni-ki. Esto provocó que el contenido de la taza de el azabache cayera sobre él.

— ¡Ni-ki! Te dije varias veces que pasaras con cuidado.

— Yaa, es un poco de café, no seas dramático. — espetó Ni-ki tomando una servilleta para poder ayudar a Sunghoon a limpiarse.

— Sunghoon, ¿Has hablado con ese chico que me nombraste?

— Mm, sí, pero no hablamos mucho.

— Dios, no lo entiendo. Te gusta, o supuestamente dijiste que te "Atrae." Pero ni un hola le escribís. — Ni-ki se levantó y se fue diciendo eso.

Sunghoon se puso a pensar. ¿Realmente le gustaba Sunoo? ¿Solo le atraía?

Unos chasquidos lo hicieron despertar.
— ¡Sunghoon! ¡Ponte a trabajar Holgazán!—  Ni-ki gritó desde la caja ya que vio a Sunghoon perdido en sus pensamientos.

— ¡Voy!

— ¿Es enserio Heeseung? No tengo ganas de salir hoy. — Habló Sunoo, estaba realmente cansado.

— ¿Tú creés que me importa? No sales nunca, y hoy vas a salir conmigo.

Sunoo no dijo más nada, sabía que cuando su mejor amigo se ponía firme, no había nada mejor que callarse.

Recorrieron bastantes lugares, y fueron a buscar algo que Heeseung había encargado.

— Oh, mira aquí al lado hay una cafetería ¿Vamos? — Habló Heeseung esperando la aprobación de Sunoo.

— Claro, vamos.

Sunoo y Heeseung entraron a la cafetería, y fueron hasta la caja para ver que podían pedir.

— Umm, un café americano, porfavor.

— Y para mi un cappuccino.

— Perfecto serían 10 dólares. Pueden ir a sentarse mientras tanto — Les dijo el chico sonriendoles.

Los dos chicos fueron a sentarse como les indicó el chico esperando sus bebidas. Sunoo se percató de algo esa cara la conocía del algún lado.

— Sun, ¿Qué tanto miras? Parece que te lo vas a comer con los ojos.

Sunoo pensó un poco más y recordó que ese chico era Sunghoon, imposible, ya estaba alucinando con ese chico. Se estaba robando todos sus pensamientos.

— Hee, él es Sunghoon, mira allí. — Dijo Sunoo algo sorprendido, realmente le cayó como balde de agua fría.

— ¿Enserio? ¿Quién?¿El pelinegro de allá? ¡Que buenos gustos tenes! ¡Esta re bueno! — Gritó Heeseung, golpeando la mesa.