Skates ❆ Sunsun

One

Heeseung estaba arrastrando a Sunoo para ir a patinar en hielo, eran vacaciones de invierno y no tenían nada mejor que hacer.

— Heeseung, sabes que me voy a hacer mierda acá, ¿Para qué venimos?

— Cállate, me dijeron que va a venir un chico que estuvo en las olimpiadas.

— ¿Y eso a mi que me cambia? Aún asi me voy a morir.

— Exagerado, anda camina — habló tirando más a Sunoo.

Al llegar en la Puerta había una multitud de gente, pues estaba entrando ese tal patinador.

— ¡Ahí esta! Vamos — Dijo corriendo Heeseung tomando de la mano a Sunoo.

Heeseung lo intentó llevar, hasta que Sunoo vio unos asientos y se sentó, solo veía a la gente mientras Heeseung intentaba convencerlo a que vaya a patinar.

— ¡Vamos Sunoo! ¿Vas a estar ahí sin hacer nada?, si no quieres patinar, al menos ven a ver al patinador que te nombre.

Sunoo solo respondió con un suspiro que ya dijo todo, estaba harto de escuchar a su amigo asi que decidió pararse e ir.

— Bueno, vamos, me tienes cansado de verdad, no sé que hacerte asi que ni modo.

Heeseung entusiasmado se puso los patines y luego empezó a trasladarse por la pista de hielo, ni le dio ni tiempo a Sunoo de ponerse los suyos, lo dejo sólo poniéndolos mientras se iba.

Heeseung se habia mezclado entre la gente y Sunoo lo perdió de vista, asi que sólo optó por moverse en la pista sin tener un lugar definido a dónde ir, aunque también quería ver a ese patinador que tanto nombró Heeseung.

Pasó minutos sin saber que hacer, mientras patinaba insultaba en todos los idiomas posibles a Heeseung, no era tan bueno patinando pero sabía lo simple. Se estaba aburriendo hasta que vio a un chico que le llamó la atención, no era ese tan nombrado patinador, pero patinaba demasiado bien, Sunoo quiso acercarse para verlo más de cerca, ya que había pocos hombres patinando de esa manera, y aparte, con apariencia tan linda no se veían todos los días.

Pero al estar cerca de el chico se cayó frente a él.

Por suerte, el chico lindo que estaba patinando paró de hacerlo para sujetar a Sunoo, que aparentaba estar bien pero se moría por dentro.

El silencio de ambos fue interrumpido en cuanto al chico se le ocurrió dar las primeras palabras:

— ¿Estás bien? — Preguntó, con la respiración un poco agitada, ya que habia patinado por horas.

Tenía la voz muy linda, Sunoo tardó en responder ya que estaba ocupado viendo el pelo negro del chico, y esos ojos que brillaban y reflejaban el celeste de la pista.

— Si, estoy bien, gracias.. — dijo sunoo un poco tartamudeando, estaba muy nervioso pero no entendía porque, el simple hecho de ver esos ojos lo ponía así.

— ¿Cuál es tu nombre?

— Sunoo —  dijo, sin sacarle la vista de los ojos.

— Lindo nombre Sunoo, el mio es Sunghoon

— gracias.. — murmuró bajo Sunoo. Estaba nervioso y no sabía la razón.

— No es nada, lindos patines ¿Donde los compraste? — Preguntó Sunghoon mirandolo a los ojos.

Fue una pregunta que Sunoo no se esperaba, aparte de que se los habia dado Heeseung y ya, asi que no sabia que responderle, no le queria decir "No  sé". Tenía miedo de quedarse sin tema de conversación con él y que todo quede como un accidente en la pista de hielo.

Milagrosamente, en la que Sunoo abría la boca para decir que no tenia ni idea de dónde los saco, vino Heeseung por atrás que lo agarro del brazo y lo llevo con el mientras decía: "¡Ya lo encontré, ven Sunoo!"

Sunoo tampoco quería irse así, lo dejó a Sunghoon parado queriendo escuchar una respuesta, estaba enojado con Heeseung pero al mismo tiempo no, ya que lo salvó de quedar como un tonto que no sabia ni de donde sacó lo que tenia puesto en los pies, asi que intentó mantener una conversación con él normal.

— ¿Qué encontraste?

— Al patinador, estúpido. Ven, ¡vamos!

— ¿No era ese que estaba allá?

— ¿Cuál? ¿El qué estaba contigo? ¡No! El que te digo yo es mejor.

¿Mejor? Era traído por los dioses entonces, pensaba Sunoo.

Al llegar, toda la gente de alrededor estaba gritando locamente, pero a sunoo no le llamó  la atención cómo le llamo el otro chico.

— Sunoo, ¡reacciona!, ¿Qué opinas? Esta re lindo.

— Ajá, ¿Y qué quieres que haga? ¿Le aplaudo?

— No sé, pidele el número.

— ¿Qué?, Estas loco pero bueno. Cambiando de tema, ¿De dónde sacaste mis patines?

— Ah, esos los compre por la tienda online que compramos siempre ¿Para qué quieres saber?

— Nada, nada, nomas preguntaba.

Sunoo le dijo a Heeseung que iba a ir al baño, pero realmente fue a dónde Sunghoon para decirle lo de los patines.

— ¡Sunghoon!

— Sunoo, ¿Pasó algo?

— Sí, perdón por lo de antes, los patines compré en una tienda online, ¿Quieres qué te pase el link? — Aprovecho eso para pedirle el número, no sabía ni que página era, pero después se lo pedía a Heeseung y ya.

— ¡Si, gracias! Ya traigo mi teléfono, para lo del número y eso, espérame.

— No, no, voy yo, quédate tranquilo.

— No, mira si te caes como antes- dijo entre risas.

Sunoo no sabia como reaccionar, porque por un lado le estaba preocupando al chico lindo, pero por otro lado quedó identificado como el chico de la caída, así que se empezó a ilusionarse.

— ¿Te preocupo?

— Si, quiero esos patines, si te caes no me podes pasar la tienda.

— Bueno, te espero. — Dijo, decepcionado.

Asi fue, Sunoo le paso su número a Sunghoon, que lo anotó en su teléfono.

— ¡Gracias Sunito! Adios — Dijo el pelinegro, que una vez que dejó el teléfono volvió a patinar como lo estaba haciendo antes de que llegara el pelirosa con lo de la caída y lo de los patines.

Sunoo volvio con Heeseung, con muchas emociones a la vez, vergüenza, por lo de la caída, y felicidad, ya que consiguió su número, y también porque chico lo habia llamado Sunito, casi nadie lo llamaba así, y que lo haga ese chico lindo le generaba felicidad.