Resumen: Intentas decirle a tu novio Kun que estás embarazada, pero no puedes decir nada. Género: relación establecida AU, angustiado Número de palabras: 0,5k
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Tienes un gran secreto.
Estas embarazada.
Esta noche tienes que contárselo a tu novio Kun, que está ensayando con su banda de rock, Dreamerz.
Kun te interrumpe antes de que puedas hablar. ""¡Vamos a abrir para Nell, cariño!" Sus ojos brillan febrilmente. "¡Están hablando de una gira mundial!"
Mientras habla, el Kun ni siquiera te mira.
Sientes que tu frustración llega al punto de ebullición. Te duelen los pies, hueles a avión y has estado luchando contra oleadas de náuseas toda la noche.
Parado en el borde del escenario, viendo a Kun correr escaleras abajo, haces algo de lo que te arrepentirás durante mucho tiempo.
"¡Estoy embarazada!" gritas.
Kun se congela.
Está de pie, escultural, con los hombros encorvados.
Cuando se gira, toda la historia de la humanidad es visible en su rostro.
Vuelve a subir las escaleras hacia ti, con los ojos puestos en tu vientre.
Un paso. Otro. Tu corazón late con fuerza en tus oídos.
"¿Cuánto tiempo?" él respira.
"Un mes", respondes.
"¿Por qué no me lo dijiste?" él dice. Las lágrimas caen silenciosamente por sus mejillas.
"Lo intenté", dices.
Kun apoya su cabeza en tu vientre y cierra los ojos, sus lágrimas mojan tu camisa. Un sonido animal grave sale de su garganta, una emoción demasiado fuerte para describirla con palabras.
Acunas su cabeza entre tus manos y retuerces su suave cabello entre tus dedos. Nunca querrás dejarlo ir.
"Lo siento", dices, tratando de no llorar. "Sé que este no es un buen momento, tu gira mundial..."
Él te mira con el rostro en blanco. "¿Qué?"
Te ríes entre lágrimas. "Ibas a ir de gira, p-pero no creo que puedas..."
Kun sonríe. "A la mierda la gira mundial". Luego, vuelve a romper a llorar. "¡Voy a ser padre!"
Da los siguientes dos pasos de un solo salto, apretándote fuerte contra él en un abrazo sin aliento. Sus fuertes brazos te hacen sentir ingrávido, como si pudieras levantar los pies del suelo y aún estarías a salvo.
"Tranquilo", te ríes entre dientes, cuando su agarre no muestra signos de aflojarse. "Bebé, ¿recuerdas?"
Él jadea, dejándote libre. "Oh, lo olvidé."
Te ríes del total desconcierto en su rostro. "¿No estás molesto? ¿Sobre la banda? Pensé que esta gira sería decisiva para tu carrera".
"No quiero nada más que conocer a nuestro hijo". Kun besa tu mano. "Si me dijeras que dejara la música, ahora mismo lo haría. Lo siento si no lo he dejado claro".
"Nunca te pediría eso", dices atónito.
"Lo sé", dice, sonriendo. "Eres demasiado amable para eso". Se ríe para sí mismo. "Y si nuestro bebé recibe aunque sea una fracción de tu amabilidad, tu brillantez, tu belleza... estará bien".
Le devuelves la sonrisa.
"Yo diría lo mismo".
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