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Nota: Song-fic inspirado de 00:00 de Siddartha; Reclamo esa canción como el himno de Manny y Merche. 

(No encontré nada de ellos aquí en Wattpad, entonces... dije "Hey ¿por qué no?")

Les dejo la versión en piano de la canción, para amenizar la lectura, pueden empezar a reproducirla en la parte donde encuentren estas flores:

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Si tienen la oportunidad, busquen la original, la recomiendo mucho. Ahora sí, con ustedes: ¡EL FANFIC!


El sonido chirriante de la trituradora de coral, había terminado por ahogar el grito de agonía de Domino, dejando en su lugar el chasquido de cada uno de sus huesos siendo reducidos a polvo. La pesadilla aún no terminaba, Manny estaba a punto de sufrir el mismo desafortunado destino, luchando por alejarse de las fauces de la hambrienta máquina, retrocedía de espaldas, aferrándose a los restos del submarino que se hundía segundo a segundo.
Desde el barco con la trituradora por motor, Merche miraba atónita hasta dónde había sido capaz de llegar el agente de viajes Calavera por cumplir su palabra de sacarlos a todos de esa isla que no era más que una prisión.

Libertad.

Glottis habría corrido con frenesí hacia la sala de controles del barco, para apagar la máquina de no ser por qué no podía despegar la vista del posible destino de su jefe y mejor amigo. El resto de los pasajeros, paralizados por la escena se limitó a observar.
Entre tanta conmoción, un par de aleteos se abrió paso rápidamente para acercarse a Manny, sin perder el tiempo, los angelitos llegaron para levantarlo por los aires y devolverlo a la seguridad del barco.

Jadeando por el esfuerzo, Bibi y Pugsy soltaron a Manny en cuanto sus pies tocaron cubierta, cayendo este de espaldas, justo al lado de Merche. Ella lo recogió entre sus brazos, lo abrazó con júbilo y lo cargó fugazmente, rotando sobre su propio eje, dejando escapar risas y vítores.

Manny, confundido y torpemente ahogado en esa cálida sensación, no advirtió el golpe de realidad que lo abatió en cuanto Merche lo soltó bruscamente para ir a atender a los niños. Ambos, además de exahustos, parecian felices de reunirse una vez más con quien había sido lo más cercano a una madre que podrían tener.
Glottis se acercó a Calavera, feliz de que estuviera bien, sin notar como la mirada de su colega se había perdido en la escena protagonizada por la señorita Colomar y los angelitos. Sacándolo del trance con un:

—¡MANNYYYYYY, LO LOGRASTE!—

— ¿Lo logré? Aún no, amigo mío... Pero estamos muy cerca—

Sonrió para si, sacudiéndose el polvo y levantándose. Dirigiendo sus pasos a la proa.
Frente a ellos el profundo azul del mar de los lamentos y el tenue brillo de La perla, si olvidaban los múltiples naufragios y la plaga de monstruos marinos al fondo del mismo, transmitía una paz increíble, respirando la brisa entre los pulmones que ya no tenía, Manny tomó una bocanada de aire salino y exclamó:

—¡Proxima parada, Puerto Zapato!—

—¡A la orden, Capitán!—
Respondió Glottis.

La tripulación del "La Mancha" rompió en una ovación para el capitán Calavera.

Merche, volvió su mirada hacia él, con los angelitos jugueteando y volando en círculos a su alrededor, sus risas se oían lejanas. Ahogadas por la multitud que festejaba su nueva libertad... ¡Todo se sentía tan vivo!
Mercedes por un momento se transportó a aquellas memorias remotas, de cuando trabajaba como voluntaria en refugios, aún estaba viva. Destellos de esperanza en las voces de la gente... Después de tres años horribles, volver a abrazar el sabor de la esperanza era casi celestial.

00:00 [Al final del camino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora