La convención. Julie vestía un disfraz inexacto de enfermera, hecho con cuero negro, cuyo escote era imposible de cerrar; cualquiera podía ver su brazier a juego. También pensaba que la falda era algo corta, raro, pues Julie era bastante pequeña. En el letrero junto a ella se leía, te piso por $$$. Y una serie de precios. Pao le había dicho que sería un buen negocio, y la llevó consigo. Esperando su regreso de cambiarse, Julie aún no estaba convencida. Un robusto hombre estaba mirándola desde hace rato.
—Diez minutos —le pidió —. Ah sí, oh bien, muévete.
Julie tenía problemas. Con cada pasó que daba escuchaba tronar algo, le preocupaba lastimar al hombre.
—Señor. ¿No soy muy pesada?
—Todo lo contrario, tienes la estatura y peso ideales. Hace tiempo que necesitaba que alguien me caminara en la espalda, no sabes lo mucho que me ayuda. Ah jaja que rico —dijo cuando Julie pisó el centro de su espalda. Sintiendo como se acomodaba deliciosamente en un tronido de alivio. Dió gracias a los cielos por encontrar tan buena oferta que le ayudaba con sus problemas de espalda.
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Cuento(s) ( Agregue juego de palabras aquí) ó The Cuento(s)
RandomPesadillas nacientes, fractales en la demencia. Entretenimiento humano de emergencia, con rápido acceso. Posibilidades.
