En el desván de la casa Black, un Giratiempo olvidado aguardaba en silencio. Cuando Reyulus y Lyra lo descubrieron por casualidad, su vida dio un giro inesperado.
En un parpadeo, se vieron transportados al pasado, a la época en que sus padres, Viol...
A la tarima subió un hombre con calzado de cuero, era alto y tenía unos hombros muy gruesos.
—Esto sera divertido.—dijo y se quitó la capucha.
Todos se sorprendieron ese hombre tenía marca Weasley definitivamente y nadie le iba a quitar lo atractivo
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—Hola a todos, creo que algunos ya saben de que familia vengo.—Vio a sus padres y a su mini el y le sonrió.—Me llamo William Arthur Weasley o como todos me llaman Bill. Soy el primer hijo de, matrimonio, así que soy ese pequeño que está ahí.
Dijo y se señaló a el pequeño.
—Seré muy alto.—dijo el pequeño Bill.
—Así es y también estarás en la casa de Gryffindor, sera Perfecto y premio anual y nada más ni nada menos que un rompe maldiciones que trabaja en Egipto con las momias y se divierte mucho.
—Cool.—dijo El Niño con una sonrisa.
—Nada de eso, es demasiado peligroso.—dijo su madre.—De una vez te lo prohibo,
—Créeme mami, tú ismo está plática mucho en el futuro y no pudiste hacer que cambiara de opinión...claro otra cosa, tampoco me cortaré el cabello me gusta mucho tenerlo así, es mi estilo. ¿Alguna pregunta?
Varias manos se levantaron el eligió a su padre
—Dime papá.
—¿Tu edad y tus padrinos?
—Claro, tengo 29 años y mis padrinos son el tío Fabián y la abuela.
—Hijos tienes hijos?—pregunta su madre.
—No mamá, aún no eres abuela y tampoco estoy en una relación.—nadie más tenía más preguntas.—Por último les mostrar un recuerdo, que fue un acuerdo al que llegamos todos. Mi recuerdo es sobre mi último día en casa antes de ir a Egipto.
Tomó su varita y sacó una pequeña cuerda y la proyectó para todos.
Bill Weasley sostenía en sus manos un antiguo y desgastado objeto: un trozo de madera tallado a mano que representaba a dos jóvenes montados en escobas. Eran él mismo y su hermano Charlie cuando eran niños.
—¿Recuerdas esto, Charlie?- Bill preguntó con una sonrisa mientras pasaba el objeto a su hermano.
Charlie tomó el tallado con cuidado, sus ojos se iluminaron de recuerdos.
—¡Claro que sí! Papá nos ayudó a hacer estas miniaturas para que pudiéramos jugar a las carreras de quidditch en el jardín trasero. Pasábamos horas compitiendo, ¿recuerdas?
Bill asintió con cariño.
—Sí, y siempre decías que serías el mejor cazador de dragones y que yo sería un gran auror.
Charlie rió entre dientes.
—¡Vaya, cómo han cambiado las cosas! Pero esos eran tiempos especiales, ¿verdad?
Bill asintió, recordando los días soleados en los que volaban alrededor de su casa y soñaban con sus futuros.
—Sí, lo eran. Aunque hayamos seguido caminos diferentes, siempre he valorado esos momentos que compartimos, Charlie.
Los hermanos sonrieron con complicidad, sabiendo que, a pesar de las vueltas que había dado la vida, seguían siendo una familia unida por lazos indestructibles.
La nube se esfumó.
—Ese es mi recuerdo y todo de mi pro el momento, solo les dire que nos presentaremos por edades. Así que el siguiente.
El se fue asentar a su mesa en donde su madre lo abrazó, ya en la mesa Violett Pevensie le pregunto algo.
—Disculpa Bill, ...¿como llegaron a esta época?
El se rió con ganas ante la pregunta.
—Luego lo sabrá señora...Violett—dijo rápido para no revelar la verdad aunque todos supiera ye Violett sería la señora Black.
