O4.

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Sit down and take a look, little baby boy

Ahora mismo Jake se sentía como los niños de primaria que cometían una falta, y eran castigados en la esquina de los perdedores con un gorro ridículo para ser avergonzado delante de sus compañeros.

Aunque nada era más vergonzoso que haber sido pillado por su mejor amigo en una... Emm, incómoda situación. Al principio ninguno se dio cuenta de la sorpresiva llegada de Yang, no fue hasta que este tuvo el tiempo suficiente de dejar las compras en la mesa y sentarse el sofá de al lado con una extraña aura negra rodeándolo.

"—¿Ya terminaron?"

Y fue lo suficientemente repentino como para casi matarlos del susto. En especial a Jake, quien se separó tan rápido que casi cae al piso, de no haber sido por unas ágiles manos que lo sujetaron de la cintura antes de que cayera al suelo. Heeseung tenía buenos reflejos para su buena suerte.

Tampoco hace falta mencionar que luego de haberse ido Lee, la represalia, y las dos horas en el verdadero infierno estaban por comenzar para Shim.

—Lo que viste tiene explicación —trata de excusarse luego de ver a Jungwon cerrar la puerta del departamento con un fuerte estruendo.

Yang casi echa a Lee a patadas. Pero no lo hizo, probablemente por la profunda mirada amenazante que este le dedicaba. Esa sutil mirada de, te atreves a tocarme y soy capaz de llevarte al mismísimo infierno a conocer a Satanás.

Era obvio que a Heeseung no le importaba lo pudiera pensar de él. Y por esa razón no pensaba permitirle que lo tratara de intimidar con la mirada, porque eso no funcionaba con él, ni eso, ni ningún otro tipo de amenaza.

—Jake, de verdad estás buscando que te rompa las piernas. —soltó una vez que se dio vuelta para encararlo— "Solo hemos intercambiado miradas", "Él está concentrado en sus cosas y yo en las mías", "No voy a meterme en su departamento, ni pasará nada mas" Claro, porque se te olvidó un detalle súper importantísimo. ¡Que iba a ser en nuestro departamento!

Jake mostró una sonrisa llena de culpabilidad. Él le dio su palabra y le falló. Lo peor de todo, y quizá lo más vergonzoso que había hecho en algún momento frente a Jungwon, era haberle dado una película completa.

Quien sabe hasta que punto los alcanzó a ver. Pero fuese como fuese, seguía siendo lo suficientemente vergonzoso como para verlo directamente al rostro. Por lo que, intentaba esconder inútilmente su rostro en una de las almohadas del sofá.

—Pudiste haber tocado antes...

—¡Se supone que es nuestro departamento!, ¡¿Cómo por qué demonios debería tocar antes de entrar?! Ni aunque estuvieras en paños menores debería ser así.

—... ¡Pero pudiste hacer ruido o algo para avisar que ya habías llegado!, ¡No ir a sentarte al sofá, y esperar quien sabe cuanto tiempo viéndonos! —exclamó sonrojado a más no poder.

Si bien la confianza que tenía con Yang era parecida o incluso igual a la de verdaderos hermanos de sangre, eso no quitaba lo incómodo que fue ser pillado en medio de una escena subida de tono.

Sí, en algún momento de su vida tuvo momentos incómodos con Jungwon, como cualquier relación de amistad, pero este nunca lo había sorprendido encima del regazo de un chico, besándose descaradamente. ¿Qué tan inmoral era eso?

—Quería ver si realmente se habían dado cuenta de mi presencia o solo fingían. Pero al ver que estaban a punto de follar con la ropa puesta, decidí que era momento de intervenir. No quiero estar presente en una escena de porno casero en mi propio departamento, ni conseguir traumas por eso. Aprecio mi salud mental, gracias.

𝟭𝟮𝗧𝗛 𝗙𝗟𝗢𝗢𝗥 𝗕𝗢𝗬'𝗦 𝗔𝗣𝗔𝗥𝗧𝗠𝗘𝗡𝗧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora