▪︎°• 𝐀𝐋 𝐂𝐀𝐄𝐑 𝐄𝐋 𝐅𝐑𝐈𝐎 •°▪︎

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Todo estaba en puro silencio, Leo y Martina estaban en el cuarto de ella chusmeando y hablando del futuro de él, este era su ultimo año de secundaria y aun no sabia que carrera estudiar.

­­­  —Vamos leo, estuviste como... uno, dos... ¡tres años para ver y fijarte en que estudiar para la facultad! ¿ahora me decís que no sabes que estudiar? por dios -Se quejaba martina.

Aunque su hermano era bastante inteligente y podía elegir cualquier cosa, no lo hacia, era "cabeza dura" para su gusto. Seguían hablando de más cosas sobre el en su colegio, y uno de los temas tocados es sobre que tiene que lidiar con sus compañeros ruidosos, mientras que martina con sus compañeros del trabajo. Ella ahora estaba en vacaciones de la facultad, así que tenia tiempos libres de vez en cuando
—Que onda con el "delincuente", ¿ya te animaste a hablarle? -Dijo en bromas leo con una sonrisa ladeante, claramente no obtuvo respuesta, ya que la pena que sentía no le permitió hablar con él muchacho.
—tu ya sabes que no... Pero tengo pensado ir a la cafetería mañana!— Hizo una pausa mirándolo a su hermano con una sonrisa de oreja o oreja—Y vos me acompañarás!- la chica se cruzo de brazos orgullosa, mientras que Leo entrecerró los ojos por el cansancio de tanto estar ayudando a su hermana en cosas tan básicas como hablarle a un chico.

  —Ay, por favor Martina!! Tenes 22 años no podes ser asi —Dijo enojado, ella rápidamente le interrumpió con un "ssh".
—Baja la voz, nene, que tu padre te va a escuchar.
—Nuestro padre dirás..
—Esa cosa ni se que es realmente, ni sentimientos tiene.
  Leo ríe por esa reacción, es verdad que no tienen una linda relación, pero era su padre al fin y al cabo entonces tendría que aceptarlo tarde o temprano.

Ya eran como las dos de la madrugada, pero seguían hablando mientras escuchaban música, con un volumen bajo para no despertar a su padre.
   —¿Y otra cosa que quieras contar, hermanito? ¿una chica o chico que te interese?- Volvía a sonreír coqueta, pero leo miraba el techo, como si estuviera desconectado, pensado si hay una manera de no ser tan directo a lo que quiere decir realmente.
   —No, todas son ridículas y falsas- no pudo ser más directo...
   Martina lo miro seriamente, y sin sacar su mirada a la de su hermano, puso the man de taylor swift, leo solo se tiro rendido, enojado de ser tan patético al igual que su hermana, ella rió pero las risas se desvanecieron en el aire sin poder disfrutarlo por mucho tiempo... De la nada esto se volvió una historia de terror.

   —¿Que hacen despiertos a esta hora? ¡LEO! no podes estar en la pieza de tu hermana, vete ahora mismo!
   Con cara de odio martina miro a su padre, leo se fue con su notebook mirando hacia abajo, algo molesto y frustrado por saber que no puede hacer nada.
  —Es mi hermano, y si el quiere puede estar en mi pieza todas las veces que se le cante el culo...- murmuró

  —A ver, que andas susurrando señorita?! soy tu Padre, y vos- dijo levantando mucho la voz- me respetas porque este es mi techo, y se hace lo que yo diga!! Cuando tengas tu casa podrás hacer lo que quieras- exclamó, Martina solo pudo rechistar del enojo mientras veía a su viejo dar un portazo a la puerta, quedó en silencio sentada en su cama mirando la puerta, se lanzó a la cama pero reventó su cabeza contra la madera de la cama, rechinando en silencio y empezando a llorar por todo lo ocurrido.
  —Idiota de mierda ya veras que pronto me voy de acá con mi hermano- Susurró en lagrimas para cerrar sus ojos y dormir