LLYLM || Pedri González // Ferran Torres

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Mientras las manos escurridizas de Ferran se introducían en mi ropa interior y en mi blusa, su boca atacaba mi cuello. Se sentía tan bien volver a ser tocada por él, no voy a negar que en cierto punto lo extrañé y claro, la mayoría de los mejores polvos de mi vida han sido con él. Pero, en un momento de lucidez lo recordé; Pedri.

- No, no, no.  -separo a Ferran de mí-  Ferran, para. No puedo.  -saco sus manos de mi ropa-

- ¿Qué pasa?  -me mira con esos ojos oscurecidos-

- Fer...yo...yo estoy con Pedri.

- No tiene porque enterarse...compláceme...una última vez.  -se acercó sutilmente a mi cuello para devorarlo nuevamente-

- No puedo. -me salgo de encima de su regazo y me siento a su lado apoyando mis codos sobre mis rodillas y metiendo mi cara entre mis manos- Por primera vez en mucho tiempo siento que por fin estoy comenzando a hacer las cosas bien Fer. Estoy en algo con Pedri, quiero estar con él y él conmigo.

- Ya...entiendo...

- Ferran, mi consejo es que busques ayuda. Puedes ir a terapia, te puedo pasar el contacto de Ruth, mi terapeuta, estoy segura que puede ayudarte mucho.

- No estoy loco.

- Yo no dije eso. Pero si piensas un poquito, lo más lógico que reconocer que no estás bien. Necesitas la ayuda, hazlo por mí ¿sí?

- No te quiero perder.

- No lo harás. Te quiero y no podría sacarte de mi vida así y ya. Eres importante para mí Ferran. ¿Buscarás la ayuda? -él asiente y limpia algunas lágrimas que caían de sus ojos-

- ¿Te puedo abrazar?

- Ven aquí. -lo tomé de los hombros y lo abracé fuerte durante unos minutos- ¿Está bien si me voy? ¿Puedes quedarte solo o prefieres que me quede?

- Puedes irte tranquila, estaré bien.

- Vale. Descansa. -lo abracé nuevamente y deposité un beso en su coronilla antes de salir de la habitación que en algún momento compartíamos-

Salí de la casa de Ferran con muchos sentimientos encontrados. Por un lado me sentía bien porque por fin sentía que estaba poniendo todo en orden, que pude al fin soltar todo ese pasado con Ferran, que ahora lo ayudaría a recuperarse y todo estaría bien. Por el otro lado me sentía mal porque siempre pensé que era la única que lo pasaba mal, nunca pensé en el daño que causé yo, el daño que le hice a él. Eso hacía que sintiera que era necesario hacerme responsable de mis actos y ayudarlo a estar bien.

...

paulasofiaa   pau pau laborando, si señor👩🏼‍💼

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