"De los besos que llevo conmigo, que son solo tuyos y nunca te di"...
Tal vez un desconocido conocido fue el motivo que llegaría a su vida para que esta estuviera completa, se siente tan real, como si de alguna parte tu ya existieras.
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Histo...
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Si le hubieran dicho a Mitsuya que gran parte de su tiempo en futuro se resumiría en estar encerrado en su habitación, se hubiera burlado de la mayoría, porque el odiaba estar en casa, odiaba quedarse bajo ese perfil falso que su padre le había enseñado a manejar de maravilla.
Y aunque no se acostumbraba al hecho de que su apellido había cambiado tras que su madre ganará su custodia, ya le sonaba más normal el complemento de su nombre, aunque si se lo preguntan prefería volver al anterior, pues siempre que intentaban explicar con Draken su parentesco siempre era enrredado de entender, además qué por la aparecía de ambos, muchos decían que no tenían un parecido de hermanos.
Bueno tal vez en eso estaban equivocados, tal vez era por el color de cabello, aunque originariamente los dos eran peli negros, pero para Draken tener ese tono de cabello era un recordatorio bien marcado de su padre, mientras que para Mitsuya el negro era aburrido, reflejando más su personalidad en ese platinado alocado.
Ahora que estaba estudiando, parte de su apariencia era bastante acordé con lo mismo, porque uso el negro mientras estudiaba leyes y eso era aburrido, por otra parte, colgar luces hacer murales y cambiar completamente el estilo de su habitación era otro tema, amaba la libertad que Ken le proporcionaba.
Era como si no necesitara un filtro con su hermano, como si cualquier tontería que pudiera hacer o hacer no afectará, no necesitaba aparentar, porque él lo aceptaba tal cual era, aún siendo mayor solía jugar con él a esos tontos juegos de adolescentes que le gustan, platicar incansablemente de un tema no específico y de vez en cuando tomar una cerveza en compañía del otro, solo para olvidar las penas. Y a eso no le podía poner precio.
Y parece que lo había llamado con la mente cuando unos golpes leves se escucharon en su puerta, soltando un "Pase" el más alto hizo aparición, agradecía también que Draken respetará su privacidad. Y que no fuera como sus padres, que serían capaces de tumbar la puerta para entrar.
—Toc toc...—El de cabellos rubios entra mientras trae con él una bandeja que aparentemente es la cena.
—Ha ya era hora—Se estira en su asiento, mientras quita una parte de libretas y lápices para abrirle espacio.
—Se dice gracias —El de trenza rueda los oídos mientras pone la bandeja en ese lugar y mira la cantidad de hojas que su hermano ha puesto en la habitación.—Parece tendedero con tantas cosas colgadas...
—No me gusta ningún diseño —Termina por decir mientras toma el plato con comida que le han traído—La verdad me desespera bastante no tener una pieza digna para comenzar...
—Dijiate que la evaluación es hasta fin de mes—Lo mira de lado observando que ni le está poniendo atención.
—Aun así no me agrada, no tener ni una pequeña idea de como desarrollar...se que hemos estado viendo más cosas en clase pero no puedo dejar de pensar en que puede ser una buena oportunidad...
