"De los besos que llevo conmigo, que son solo tuyos y nunca te di"...
Tal vez un desconocido conocido fue el motivo que llegaría a su vida para que esta estuviera completa, se siente tan real, como si de alguna parte tu ya existieras.
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Histo...
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Al final después de una muy larga explicación del porque, de parte del más bajo, que Hakkai solo logro entender hasta la mitad, el de ojos morados estaba esperando la respuesta del peli azul.
-Claro-Dijo cuando el chico se quedó en silencio.
-¿De verdad?- Takashi no podía creer que había funcionado, después de todo el había tomado unas clases de derecho en un principio así que sabía que la actitud de esos estudiantes era un poco reservada (De algunos).
- Por supuesto -Hakkai le dice con una sonrisa tranquila-Toma-le extiende su teléfono celular- Estaré un poco ocupado está semana, pero podemos comenzar este fin de semana, haré un espacio...
-Si-Le contesta tomando el celular y tecleando su número de teléfono, haciendo una llamada para registrar en el suyo el número del chico- Entonces te escribiré...gracias...
Le dice caminando un poco, Hakkai solo le regala otra sonrisa, una que Mitsuya puede describir como una de las más calidad que jamás había sentido de parte de una persona. Claro está fuera de sus familia, así que se despide con una mano y voltea al final del pasillo notando que esté sigue ahí, al final termina por volver pues tenía clases poco después de eso.
Hakkai por su parte cunado este se va, mira su teléfono, mirando el número registrado, sonríe al celular y lo lleva hasta su barbilla, es se chico tenía algo que sin duda había despertado su interés desde hace bastante tiempo, pero parecía que Mitsuya no lo recordaba, tal vez era porque se había dejado crecer el cabello. Quien sabe.
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Ese día se terminó, así que estaba en la entrada esperando por Draken, enlista di mentalmente que hoy le tocaba hacer la cena, así que trataba de recordar que había en el refrigerador, para preparar, si bien no tenía un talento para las labores del hogar, se molestaba con el mismo por cargarle la mano a Draken, pues sabía que este tenía suficiente con su trabajo, como para todavía esperar que hiciera más.
Así que aunque el mayor no estaba muy contento, había logrado que dividieran las tareas del hogar, al menos una parte, donde Draken le dijo que solo serían lunes y jueves los días que lo dejaría hacer la cena, pues el salía un poco más tarde del trabajo.
