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Sus ojos iban de aquí para allá, tratando de adivinar con la mirada quién entre toda la multitud de gente era el responsable de aquella amenaza.

Aunque observó muchos rostros nada le garantizaba que el extorsionador fuera alguien de su entorno. Aún así Fourth llevó su paronia desde el baño de su universidad hasta las mesas del restaurante, miraba a los clientes intensamente provocando que muchos se sintieran incómodos.

"¿Te pasa algo? Estás como ido." Love, su compañera de trabajo, susurró a su oído. "Espero que no estés tomando de lo que se mete Mark."

Fourth negó con la cabeza pero en ese momento sentía que necesitaba justo eso, algo que lo dejará en transe para que su mente pueda descansar.

No era como si el extorsionador lo estuviese hostigando, pero aquel número desconocido en su bandeja de entrada era suficiente tortura, la ansiedad lo carcomia desde adentro. Temía hacer algo mal, no conocía al chico del video o si merecía ser defendido pero Fourth sentía que una vida dependía de él, no podía ser cómplice tampoco héroe, pero al menos quería hacer todo lo posible para que la amenaza no se cumpla y el muchacho del video no resulte dañado.

"¿Puedes cubrirme? Tengo algo que hacer." Sus cejas elevadas y una mirada desesperada buscaban en el rostro de la chica una respuesta.

"Claro, pero me tendrás que pagar con un café." La muchacha sonrió aunque sabía que algo no estaba bien.

Y estaba tan en lo correcto.

Mientras Fourth caminaba en los pasillos de su universidad teniendo como destino la sala de computadores, volvía a leer el mensaje del extorsionador en su celular, una y otra vez, para encontrar algo que lo guiara a alguna pista. Pero ninguna de esas veces reprodujo el video, la única vez que lo vio fue suficiente como para dejarlo grabado en su memoria y repetirlo se sentía perturbador.

Por estar tan concentrado en su móvil, no se percató de la persona que venía caminando en su dirección. "Auch." Apenas pronunció el chico al que golpeó con su hombro.

"Mierda, disculpa. No te vi." Se disculpo inclinando su cabeza hacia abajo como un signo de vergüenza.

"Hey, está bien. Yo también me distraje." El chico habló sonriente, siguiendo su camino.

Fourth suspiró aliviado dispuesto a seguir con lo suyo, pero se detuvo en seco. Se dió cuenta que esa voz era la misma del video.

Inmediatamente volteó para ver de quien se trataba pero se encontró con una multitud de estudiantes, decir que maldijo mil veces en su cabeza era poco, quería darse un puñetazo a si mismo por ser tan despistado.

blurry | gemfourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora