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Llegó al bar con la misma ropa que llevaba horas antes, no pensaba esforzarse sobre su apariencia, su único y más llamativo accesorio era la expresión de cansancio en su rostro demostrando el obvio fastidio que le causaba el solamente estar ahí.

Apenas entró, el delegado del curso agitando su mano lo llamó por su nombre. Fourth tomó un profundo respiro y se armó de valor para caminar hacia esa mesa llena de hombres que hablaban entre sí, y de los cuales ninguno de sus rostros se le hacía familiar, se veían como una manada de lobos, aterradores.

"¡Fourth! Que bien que te animaste a venir con nosotros." Habló el delegado dándole una palmada en la espalda tan fuerte que lo hizo tambalear.

Fourth no dijo nada de vuelta, solo se sentó y trató de no tomar más que un par de sorbos de aquel gigante vaso de cerveza que le pusieron al frente.

Fue cuando varios de su mesa ya habían caído dormidos cuando el chico pudo levantarse de la mesa huyendo al baño en busca de alivio. Llegó, no fue difícil, pero al tratar de empujar la puerta se encontró con algo pesado al otro lado que le impedía entrar.

Empujó un poco más y por el pequeño orificio ahora se dejaba ver una porción del interior, Fourth asomó su cabeza para observar que era lo que le complicaba el acceso. Resoplo con hastío, era un borracho tirado solamente.

Volvió a empujar, esta vez con toda su fuerza, logrando abrir la puerta lo suficiente para entrar, el golpe fue tan fuerte que el muchacho tirado que parecía inconsciente se quejó con balbuceos.

Ahí fue cuando Fourth tuvo un deja vu, miró hacia abajo, esa voz ya la había escuchado. Aún no tan convencido pero con miedo de volver a perderlo, se agachó y trató de mover al chico para que le dijera algo.

"Oye, ¿estás bien?" Le decía mientras lo samaqueaba de los hombros, al no obtener respuesta con una de sus manos le dió suaves golpes en su mejilla. "Oye, necesito que despiertes."

El borrachín entre quejidos abrió los ojos frunciendo su entrecejo y apenas pudo modular. "¿Qué pasa?"

No sería exagerado mencionar que el corazón de Fourth se detuvo unos segundos, pasaban tantas cosas por su cabeza pero lo que más resonaba en sus pensamientos era lo lindo que el chico se veía aún en ese estado, y lo dulce que sonaba su voz.

Lo vió a los ojos y sintió un flechazo.

blurry | gemfourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora