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Abrió sus ojos rápidamente, todo a su alrededor era silencio, el clima era frío, ¿Dónde estoy? Se preguntó a sí misma tras no identificar nada después de que sus ojos se ajustaran a la oscuridad, sólo había adivinado que estaba en una habitación gracias a una muy ligera luz que entraba por una ventana y sobrepasaba aquella cortinas negras transparentes.

Lentamente se puso se pie, su mirada fue a cada rincón del lugar, había cosas que no podía reconocer, un gran objeto plano en la pared, algo igualmente plano pero doblado sobre un escritorio, otro objeto por supuesto también plano encima de un mueble junto a la cama. Inmediatamente comenzó a asustarse.

Esto es un sueño, intentó convencerse.

Caminó hasta la ventana, mirando por ésta y observando el cielo de un tono ligeramente claro, todo se veía... Muy diferente. Antes de poder calcular la hora, un pequeño sonido hizo que soltara un brinco, había sido aquel aparato plano junto a la cama, apenas se acercó cuando la pantalla se encendió un poco, dejando a la vista una fecha junto a una hora.

Martes 18 de Agosto de 2020.

—¿2020? —murmuró—. ¿Esto es un sueño? ¿Estoy inconsciente? —tocó sus mejillas con ambas manos—. Algo debió salir mal... —comenzó a caminar por aquella habitación intentando encontrar una respuesta lógica—. Quiero despertar... Vamos Lisa, ¡Despierta! —aún más desesperada empezó a golpearse suavemente su rostro.

Se giró al oír la puerta abrirse y retrocedió. pero se detuvo al sentir el mueble frente a la ventana, la chica pelinegra que había entrado alzó su vista y al hacer contacto visual también se detuvo.

Lisa notó que la forma de vestir de la chica era muy diferente a como ella vestía y como vestían todas las chicas que conocía, lo cual sólo la aterro muchísimo más.

—¿Quién eres tú? —la menor no respondió—. ¿Cómo entraste? —otra vez silencio, eso le frustró más así que frunció su ceño algo molesta y Lisa al notar esto, se asustó—. ¡Responde!

Dio un leve brinco ante el grito de la pelinegra y comenzó a tartamudear en busca de una excusa o mejor, una explicación. Sus ojos comenzaron a recorrer cada rincón de la habitación y cuando el ajeno se acercó, Lisa rápidamente corrió a la puerta para salir por ésta teniendo que empujar a la chica. Al salir era un pasillo... Miró atrás, nada.

Corrió hacia enfrente y encontró unas grandes escaleras, se detuvo ahí por lo enorme que era la casa ya que desde ahí pudo apreciar una parte de ella; Pero al ver que la chica se acercaba a ella con rapidez de inmediato comenzó a bajar las escaleras y buscó alguna salida. En la planta baja había muchos aparatos que no conocía, no conocía nada, no lograba identificar absolutamente nada. Las ganas de llorar llegaron a ella, no era un sueño, era una pesadilla.

Corrió a la que creía era la puerta principal e intentó abrir ésta pero estaba cerrada, todo seguía oscuro así que buscar otra manera de salir ahora le era imposible ya que también la chica la había alcanzado. Lisa se pegó a la puerta cuando la chica se acercó en demasía a ella, y puso sus brazos arriba, cerrando sus ojos también.

—Por favor déjeme... —murmuró con temor y antes de que la contraria dijera algo—. No sé dónde estoy, qué hago aquí, no sé nada... Por favor no me haga daño. —sollozó apretando los ojos, podía oír su corazón latir con fuerza y miedo.

La otra pelinegra frunció su ceño, ¿Hacerle daño? Creía que sería al revés. Pensaba que era una ladrona, pero... La mas alta estaba asustada, temblaba, lloraba, no parecía ser alguien peligroso. Tenía muchas preguntas, y una de las primera era, cómo entró a su casa, si a los alrededores habían guardias de seguridad; Sin embargo, parecía que no era la única que tenía esa misma pregunta.

chica rara ଓ lisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora