Capítulo 17

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— ¿Por qué no me esperaste? —. Dijo mientras se agachaba un poco y ponía sus manos en sus rodillas mientras respiraba agitado.

— ¿Tenía que hacerlo? —. Le pregunté mientras lo miraba cruzada de brazos.

— ¡Pues si! Siempre nos íbamos juntos —. Dijo aún agitado.

— Tú lo dijiste, "nos íbamos", ya no —. Mire a otro lado.

— Eres mala —. Lo escuché decir.

— Lo se, y créeme que estoy muy orgullosa de eso —. Me giré a mirarlo de reojo.

Él me sonrió.

— Bien bien, vamos para que me ayudes, malota —. Paso por mi lado, no antes de darme una nalgada.

— Maldita sea, ¿No habías dicho que no me molestarias? —. Dije enojada mientras lo miraba caminar.

— Nunca dije cuando dejaría de hacerlo, bonita —. Giro su cabeza y me sonrió.

— Bien, pues ve a buscar quien te ayude con tu trabajo —. Le sonreí.

Él se giró por completo y me miró.

— Ja, anda ven —. Me hizo una seña con su mano de que fuera.

— No, aquí estoy cómoda —. Seguí sonriendole.

Borro su sonrisa y paso su lengua por el interior de su mejilla.

— Ven —. Repitió.

Arrugue mi nariz y negué.

Suspiró profundamente y camino hacía mí.

— Eres tan difícil, mujer —. Dijo ya frente a mí.

— También lo sé —. Levanté mis hombros y los baje.

— ¿Vienes o... —. Lo interrumpí.

— ¿O que? —. Lo miré seria—. No pienso moverme de aquí.

— Bien, así lo quisiste —. Se agachó y agarró mis piernas para después ponerme como costal de papás sobre su hombro.

— Maldita sea Jungkook, ¡Bájame! —. Comencé a patalear.

Me ignoro y camino dentro de mi casa.

— !Jeon Jungkook suéltame yá! —. Grité.

No le importó y siguió caminando.

— Ya cállate —. Dijo para después darme una nalgada.

Me quejé pero simplemente me ignoro.

Subió las escaleras y después abrió la puerta de mi habitación.

Entramos a esta y cerró la puerta.

Camino hasta mi cama y me lanzó a está.

— Eres un idiota —. Dije enojada mientras lo miraba desde la cama.

— Tranquila bonita —. Se inclinó hacia mí dejando un brazo a cada lado de mi cuerpo—. No te haré daño.

Me miró a los ojos y después bajo la mirada a mis labios.

Tragué saliva con fuerza.

Pero no aparte mi mirada de él.

Él sonrió.

— Anda, ayúdame —. Se apartó de mi dándole unas palmaditas a mis muslos para después alejarse.

Mordí mis labios enojada.

Me levanté de la cama y caminé hacía mi escritorio.

— Ven aquí —. Dije mientras aún caminaba a la silla.

Yo Tengo El Control ⛓️🥀• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora