Siendo hija del legendario rey de los piratas y pese a su corta edad Gol D. Ruby ya tenía una gran recompensa por su cabeza. Roronoa Zoro el cazador de piratas en busca de otra recompensa la puso en la mira, sin pensar que al conocerse los sentimien...
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Arlong había lanzado a Luffy al mar sabiendo que como usuario de la fruta del diablo no podría salvarse de morir ahogado, lo que el hombre pez no sabía es que el sombrero de paja contaba con buenas amistades, dispuestos a lanzarse al mar solo para rescatarle, verdaderas amistades.
Sanji el cocinero de El Baratie sin pensarlo se quitó su camisa y se lanzó al rescate de Luffy, el sombrero de paja no comprendía porque Nami había hecho lo que había hecho pero sabía que en el fondo debía haber una buena razón. Luffy ya sabía que Nami no hacía las cosas sin tener un motivo por lo que su siguiente orden como el capitán fue averiguar hacía donde se fué la peli naranja.
— Luffy.. Nami nos traicionó, le entregó nuestro mapa a ese maldito hombre pez y se fue con el -dijo la peli negra notoriamente molesta
— Se que debió tener una buena razón para hacer lo que hizo, y quiero que sea ella quien me lo diga -dijo el sombrero de paja con determinación
— No puedo cuestionar las órdenes del capitán -dijo la peli negra yéndose sin más a su propia habitación- pero que sepas que no creo poder pasarlo así como así
Para ella la lealtad era lo más importante y Nami, a quien creía su amiga la había traicionado. Pese a la razón que tuviera nada justificaba lo que hizo, Ruby no podría perdonarla con tanta facilidad.
Cómo cada día, Luffy después de aquel enfrentamiento con el hombre pez decidió ir a hablar con Zoro contándole lo que había sucedido recientemente.
Todos seguían al pie de la letra las indicaciones de Zeff de hablarle y contarle historias.
— Hasta hoy.. no sabía exactamente que era lo que debía decirte pero ahora lo sé, Zoro.. te necesito aquí conmigo, necesito a mi primer oficial así que por favor despierta
Luffy cerró sus ojos fuertemente manteniendo la fé en que Zoro podría despertar, sabía que aún era pronto para que lo hiciera pero era lo único que todos querían para poder zarpar e ir en busca de Nami.
— Que ni siquiera pueda dormir en paz..
— ¿¡Zoro!? -dijo el sombrero de paja subiéndose sobre el para verle
Zoro tenía sus ojos abiertos al fin.
— ¡Zoro no estás muerto! ¡Ah qué alegría te quiero tanto! -dijo Luffy abrazándole con fuerzas
— Ay, ahora creo que me gustaría estar muerto -se quejó el espadachín por el dolor en todo su torso
Ante el grito de Luffy todos corrieron hasta la habitación en donde se encontraron con la sorpresa de que Zoro había despertado, todos estaban felices y ahora podrían iniciar la siguiente aventura para ir en busca de su navegante.
— Tuve un sueño extraño.. Nami se iba -dijo el peli verde casi apenas
— No fue un sueño, Nami se fue -dijo la peli negra de pie a los pies de la cama- le entregó nuestro mapa a un tal Arlong y no sabemos a dónde se fue
