Quizás I.

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―¿Te sientes mejor?― Strade correspondió al abrazo y aún cuando se separó seguía acariciando el pelo de Renny mientras dibujaba burbujas con sus dedos hasta llegar a los cachetes de su mascota.

Aunque el frío volvió a florecer en el cuerpo de Ren al separarse del abrazo,
las caricias de su amo le daban la vela que alumbraba este túnel adónde él había echo su casa, aquella "casa" dónde estaba seguro que nunca podría salir, nunca podría arreglar el desastre de su vida, ese espacio donde había olvidado lo que se sentía la calidez de la alegría.

―¡Sí, mucho mejor!― Afirmó entusiasmado y reposó su cabeza en la mano de su amo, este estaba acariciando su mejilla con movimientos circulares y suaves.

A Strade le agradaba la delicada piel de su mascota, así que se quedó unos momentos haciendo esto y luego decidió volver a poner las cosas en su lugar.

―Vamos.

Strade arrastró a Ren hasta las puertas del sótano. Los tironeos de la correa impidiendo que pudieran avanzar continuamente hicieron que este apriete un familiar botón.

―¿No quieres estar en el sótano? detente, no llores, me desesperas. Te dejaría atado a un árbol en el patio trasero, pero, no quiero que te vean...

Ren sostenía la correa por si tuviera que volver a tironear, y Strade solo lo miraba con esa falta de empatía característica de él... cómo si todo esto fuera normal y él estuviera muy confundido por la extraña reacción de Renny.

―¿Puedo quedarme aquí arriba? Prometo no salir.

Las lágrimas no paraban de brotar y ensuciaron su camisa, con sus ojos cristalinos y rojos miró a Strade... el acto sorprendentemente lo enterneció y luego de sacar las lágrimas del chico recordó que el solía ver a un perro que siempre que lloraba lo dejaban hacer lo que quería, Ren se veía igual.

―Me recuerdas a un caniche consentido, así que en ese caso.

Strade agarró las orejas de Ren y lo dejó en una de las sillas de la cocina, mientras revisaba sus cajones buscando un collar de castigo para perros.

―Si intentas salir las cadenas te detendrán pero, en el caso que se te ocurra forcejear las púas se enterraran en tu piel, luego en tus músculos, y sí aún eres lo sumamente fuerte para aguantar ese dolor e intentar llegar a la puerta tu traquea empezará a sufrir lesiones al igual que todos los tejidos del alrededor.

A Strade le brillaban los ojos por las palabras que relataba, cada una con más entusiasmo que la anterior y junto a su sonrisa cínica cortaban el aire de Ren.. cada palabra venía acompañada de los gestos de sus manos, Strade había agarrado las manos de Renny y las guiaba en esto, sus uñas simulaban las púas y la presión en su cuello era ejercida por el empuje de Strade contra el cuello de Ren y el paladar de la silla, luego de que Renny asintió repetidas veces lo soltó.

―Bien... está bien, Strade― dijo entre tos y gemidos mientras sobaba su cuello. Parecía que él disfrutaba de ver en los ojos de su mascota el miedo que tenía.

―Aún así solo lo usarás mientras no este en casa, en cuanto llegue puedo soltarte.

Los ojos de Ren se iluminaron y asintió entusiasmado esta vez.

―Debo irme a hacer algunas cosas, tardaré algunas horas... para no aburrirte tienes algunos libros, o si prefieres ordenar. Puedes dormir en mi cama hasta que encuentre algo en lo que duermas, también hay comida en la heladera.

Strade se despidió y al salir cerró su puerta con llave.

Ren se despidió de él con un saludo desde la cocina y luego examinó su cadena, era bastante larga así que podría caminar por todo la casa sin mucho problema. A pesar de que se puso a investigar un poco el lugar en busca de un televisor o aparato eléctrico no encontró nada.
Las paredes descuidadas y el piso de madera rechinando le causaban cierta inquietud, el baño se veía un poco sucio, pero, había un espejo. Este se miró y cuando intento moverlo un poco se cayó, algunos pedazos de vidrios quedaron plantados en los pies y piernas de Ren, y otros sólo estaban desparramados por toda la habitación.
Aunque entró en pánico logró limpiarlo y también trató de curar sus heridas. Atrás el espejo había unas cajas con diferentes medicamentos, medicinas y algunas vendas.

―¿Aripiprazol? Pastillas para tratar... la esquizofrenia, trastorno bipolar, irritabilidad...

Ren sostenía en sus manos una pequeña caja rectangular de color amarilla y con franjas negras, a pesar de que leyó con dificultad lo que decía en ella, encontró muchos más medicamentos Valium, guanfacine...

―Una receta médica de hace 2 años... con todos estos medicamentos.

Ren empezó a darse cuenta que Strade no se encontró o no se encuentra muy bien.

― Tal vez deba ayudarlo.

Pasaron algunas horas y a Renny se le había ocurrido meter una de las pastillas de la caja de guanfacine en un vaso con agua, también había preparado una pequeña cena, solo para agradecerle a Strade su "amabilidad", entre todos los preparativos para que la mesa se viera bonita escuchó la puerta.

―¿Te gusta, Strade? Lo hice para tí.― Ren le contaba a su amo todo lo que había echo mientras él revisaba su cuello para ver sí había algún signo de qué había intentando irse.

―¿Estás feliz ó por qué mueves la cola de esa forma?
Strade terminó de sacarle el collar a Ren y finalmente se sentó a comer.

La mesa estaba decorada con algunas servilletas qué tenían forma de rosas, Ren solía hacer muchos origamis en sus tiempos libres, así que aplicó esto aquí, en el plato había un pedazo de carne asada y arroz con verduras.

― Mi cola se mueve sola en realidad, y sólo estoy muy emocionado.

La cola de su mascota se movía de un lado a otro y a veces chocaba con algunos muebles, su carita se mostraba muy feliz, sus ojos achinados y esa sonrisa qué pocas veces solía aparecer... era la favorita de Strade, no sabía porqué pero, le agradaba, supone qué es porqué es contagiosa, o sólo porqué Ren le daba risa a Strade, entonces cualquier cosa que hiciera sería un motivo para poder burlarse o reírse de él.

Strade probó la comida y lo hizo recordar que hace no comía algo tan rico, Ren aún lo miraba enardecido y los dos intercambiaron sonrisas, luego de algunos bocados más Strade tomó un poco de agua de el vaso en la mesa.

―¿No crees qué el agua sabe un poco rara, Ren?









Hola, mi gente. 👋🏻
Me olvidé de aclarar algunas cosas...
1. Ren tiene 19 años, y Strade 21 a parte de qué aún conserva su figura ya que bueno, fue a una escuela militar (esto lo hice así por sí llegará a hacer una 2da historia que sea continuación de esta).
2. Esta es la 1ra parte, pronto escribiré la 2da parte.
3. Todos los medicamentos nombrados no se usan para tratar la psicopatía, solo los puse para qué la historia tuviera sentido (en los próximos capítulos lo entenderán), la psicopatía es un trastorno sobre el desorden de la personalidad, a pesar de que se pueden llevar terapias y otros tratamientos a cabo, no utilizan medicamentos.
4. Subo la historia ahora así no se sientan colgados por la gran diferencia de fechas de publicación de los demás capítulos, aún así estaré editando este capítulo ya que hay cosas qué me gustaría agregar, pues siento que han quedado muchos huecos por rellenar y demás.
5. Mi socio (ClusterDynamight) anda mimido, así que puede que la historia presente algunas fallas ortográficas... él suele revisarlas ya que yo no suelo darme cuenta. 😞

Sin nada más que decir, o si en el caso que me haya olvidado algo lo pondré en el cosito de mi perfil... no recuerdo como se llamaba pero, seguro saben de lo que hablo.
Besos, besos, y espero les guste este capítulo. 🫶🏻
(Voten, me motiva mucho).

Nuestro secreto. (Strade x Ren - Btd).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora