Blue lock School

5. Ensayo, apuesta y tentación

Los días fueron pasando y llegó el día en el que Isagi se sentía muy ansioso. De hecho, él había contado los días en el cual tendría su primer ensayo con Bachira, ambos acordaron en primero juntarse ellos para para practicar a solas, pues los ensayos con el resto del elenco serían en unas dos semanas más. Y a Isagi se le ocurrió ese maravilloso pretexto no tan pretexto para reunirse fuera de clases con el omega.

Se reunieron en la casa de Isagi, él sabía que sus padres llegaban tarde los sábados, pero no. Bachira no. Y así es como debía ser, según Isagi. Eran alrededor de las tres de la tarde, hora acordada por ambos para que Bachira fuera a su casa. Isagi lucía como si fuera a una cita, todo arreglado, se había bañado, puesto ropas sencillas y cómodas, etc. Y se sentó en el sofá de la sala de estar a esperarlo. Estaba nervioso, y nadie podía negarlo. Pero respiró hondo y exhaló.

Ding-dong.

Y justo en ese momento, el timbre sonó. Cielos. Isagi se levantó muy rápido y abrió la puerta de forma inmediata. Algo que no pasó desapercibido para Bachira, quien vestía ropa casual, una camisa a cuadrille de tonos sepias y unos jeans azulados. Llevaba su bolso pues ahí traía el libreto.

一Qué rápido 一dijo Bachira a modo de saludo, mientras le sonreía.

Isagi se ruborizó por completo, lo dejó pasar.

一No fui tan rápido 一dijo Isagi negándo lo obvio.

一Ay, sólo estoy bromeando, I-sa-gi 一dijo Bachira canturreando su nombre, a la vez que entraba al domicilio y miraba el interior de su casa.

Sin embargo, las bromas se podían jugar de dos ¿no? Entonces, Isagi actuó. Aprovechó que Bachira estaba distraído mirando todo y lo abrazó tras la espalda susurrándole al oído:

一Al fin mío.

Bachira se sonrojó por completo y quedó sin habla. No sabía si era por las feromonas que provenían de Isagi, o la posición comprometedora en la que estaban o bien, lo inesperado de sus acciones, pero estaba preso de los nervios. De un momento a otro se sintió liberado.

一Era broma, Bachira 一dijo Isagi sonriéndole一. Pero si quieres no es broma.

Pero Bachira no reaccionó.

Isagi le tocó el hombro y quería verlo a su rostro, pero Bachira miró hacia otro lado.

一¿Estás bien? 一dijo Isagi.

一Sí, pero no hagas eso. Es malo para mi corazón 一dijo Bachira con sus manos sobre su pecho.

Isagi encontró muy tierna la expresión de Bachira y sonrió.

一Esta bien 一dijo Isagi一. ¿Vamos a mi habitación?

Bachira como había recobrado la compostura, reaccionó a tiempo a dicha pregunta.

一No, Isagi 一dijo Bachira con solemnidad, pero sonrojado hasta la coronilla.

一¿Por qué no? 一dijo Isagi.

一Porque tu habitación debe estar llena de tus feromonas y perderé la cordura si estoy expuesta a ellas en un lugar cerrado 一dijo Bachira con honestidad.

Isagi se sentía feliz y frustrado. Feliz, porque eso significaba que Bachira no era inmune a sus encantos, y frustrado porque él no lo iba a negar, él quería llevarlo a la cama, pero todo a su debido tiempo.

一Bien, ensayemos aquí 一dijo Isagi entendiendo las circunstancias. Y no dijo nada al respecto, pues sabía que sólo lo incomodaría con preguntas comprometedoras, sólo había que mirar su rostro, parecía como si tuviese fiebre.