8. El celo de Bachira

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La respuesta jamás llegó. Y no fue porque Bachira no quisiera salir con él, al contrario. Él moría por formalizar su relación con Isagi, pero algo ocurrió de manera inevitable. El calor que sentía en ese momento le había llegado hasta la coronilla, sus feromonas estaban descontroladas en el aire, produciendo que Isagi se sintiera extasiado, pues lo tenía entre sus brazos.

一Bachira, ¿Estás bien? 一dijo Isagi con preocupación, pero a su vez con conocimiento de causa.

Y antes de que el sonrojado Bachira pudiese responder, Kaiser tomó el micrófono con dejes malignos.

一Para los alfas que están escuchando esto, el chico ese que está al lado del lindo de Isagi está en su celo 一dijo Kaiser con el único fin de separarlos.

Entonces, Isagi miró a Kaiser con enojo contenido, luego vio, gracias a sus palabras que muchos alfas los rodeaban, por lo cual no tuvo más opción que agacharse frente a Bachira, ofreciéndole su espalda.

一Bachira, súbete, te llevaré a otro lugar.

Bachira se sintió intimidado por tantos alfas cerca de él, por lo mismo, no lo pensó dos veces y se subió sobre la espalda de Isagi. Luego de haber hecho eso, Isagi se enderezó con Bachira en su espalda, tomó sus piernitas entre sus brazos y partió. Bachira abrazó por el cuello a Isagi mientras se sumergía en el aroma de éste y se perdía en esa misma esencia.

Bachira, estaba perdiendo su cordura poco a poco, y todo era debido al celo que le llegó muy fuerte esta vez. Sus inhibidores no los traía consigo, pues se le habían acabado.

Isagi caminaba lo más rápido que podía para llegar a su hogar, así y una vez llegados a ese lugar. Isagi abrió su puerta con Bachira aún en su espalda.

一Ya, Isagi, bájame 一dijo Bachira como podía.

Sin embargo, Isagi tenía otros planes en mente. Una vez que entraron a la casa de Isagi, éste cerró la puerta, y lo llevó de forma directa a su habitación. Así mismo, y con mucho cuidado, Isagi dejó a Bachira sobre su cama. No pasaron ni tres segundos y en el ambiente sólo se podía percibir el aroma embriagador de Bachira, y todo porque no podía controlar sus feromonas traviesas. Isagi lo quedó mirando, Bachira no perdió dicho contacto visual y realizó lo que cualquier omega haría en ese momento. Sí, atrajo a Isagi hacia sí mismo con el fin de robarle un beso de esos inesperados y cargados de deseo. Un beso tan vehemente como dulce. Isagi no se resistió ni en lo más mínimo, es más, estaba feliz de que al fin podría hacer suyo al omega de sus sueños. Qué importaba el pasado sí lo único que le importaba estaba ahí, devorándole la boca.

Bachira se separó del beso y a pesar de que Isagi volvía a buscar sus labios cada vez que les faltaba el aire, Isagi sabía que Bachira sentía calor. Y como si se hablaran por telepatía, Bachira murmuró algo de una forma poco santa.

一Desvísteme, Isagi.

Para el alfa, dichas palabras fueron como música para sus oídos. No iba a hacerlo esperar por nada en el mundo. Dicha solicitud demandaba una acción inmediata por parte de él, cuestión que haría sin duda alguna. Poco a poco fue desnudándolo, pero mientras Isagi hacia lo que hacia, Bachira lo acariciaba con sus manos traviesas.

Bachira estaba acalorado, eso no se lo podía negar a nadie. Pero Isagi tenía demasiada ropa y con sólo verlo le generaba más calor. Es por eso que fue quitándole las prendas que sobraban y Bachira quedó mirando sus pectorales y quedó boquiabierto sin lugar a dudas.

一¿Te gusta lo que ves? 一dijo Isagi, que para ese entonces estaba sobre Bachira, aprisionándolo con su cuerpo.

一Sí, Isagi 一dijo Bachira en susurros mientras se atrevía a tocar sus músculos marcados.

Blue lock SchoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora